Decir que Sálvame ha cambiado la forma de hacer televisión es una realidad. Y es que hace más de 13 años, los programas del corazón alcanzaron un nuevo horizonte con la fórmula original del espacio de La Fábrica de la tele, cambiando el foco de lugar; quitándoselo a los famosos y poniéndolo en los colaboradores.
Esto ha convertido a los tertulianos vespertinos en auténticas estrellas de la televisión. Tanto es así, que hay épocas en las que solo se habla de ellos, de los colaboradores, protagonistas absolutos de cada tarde en Telecinco. Los enfrentamientos, las traiciones o las mentiras entre ellos son el caldo de cultivo perfecto para poder llenar de temas las cinco horas de directo diarias.
El último ejemplo se ha podido presenciar durante la última semana, y es que el espacio de Mediaset España no ha dudado en ocupar, de media, más de la mitad de su tiempo en el conflicto que enfrenta a Kiko Hernández y Belén Rodríguez, amigos desde hace 20 años pero que a causa de la filtración de una deuda entre ellos, su amistad se ha terminado.
Todo comenzó el pasado jueves 3 de noviembre, cuando Sálvame destapó que Kiko Hernández tuvo hace años una deuda con otro colaborador, algo que él mismo había negado siempre. Finalmente, Kiko confirmó que alguien le había prestado dinero, pero que nunca lo pidió, sino que se lo ofrecieron para que pudiera afrontar una deuda de Hacienda sin tener que pedir un préstamo a un banco. Finalmente, la autora del préstamo dio un paso al frente y reveló su identidad: Belén Rodríguez.
Los colaboradores aseguraron que no sabían nada, una mentira que se ha destapado con el paso de los días. Kiko Hernández se mostraba convencido de que Belén jamás habría filtrado esa información, pero en el 'poliDeluxe' de Belén se demostró que ella misma había sido la que había contado la historia a bastantes personas.
Finalmente, fue Belén Esteban la primera colaboradora en confesar que sí lo sabía y que estaba "muy enfadada" con Belén Rodríguez por haber intentado inculparla del chivatazo al programa. "¿No te parece muy sucio que para salvar su culo me busque un problema a mí?". Posteriormente, Carmen Borrego aseguraba que ella también lo sabía, pero que intentó cubrir a su amiga.
Tras salir más testigos de los comentarios negativos que Belén Ro pronunció sobre su amigo, Kiko Matamoros ponía la guinda final que terminaba por rematar la amistad entre ellos, y es que según el colaborador, ella se lo comentó a alguno de sus amigos: "No necesitaba ese dinero pero lo reclama antes del plazo porque teme que a lo mejor no se le devuelva, es la clave que esconde todo esto".
Una información que terminaba por quemar a Hernández, que esta misma semana, daba por zanjada su relación. "Yo no voy a hablar más con Belén. Dudo que vuelva a hablar con ella, creo que es muy difícil que esa conversación se produzca", aseguraba. "Si ella me llamara no querría hablar con ella, es que necesito mi tiempo, no tengo ganas de hablar con nadie ni de nada". Además, confiesa que la explicación que ella le dio en un primer momento, ya "no me vale", porque "lo que me contó Kiko ayer, me dejó bloqueado".
Una trama que ha mantenido vivo el programa durante más de una semana, un 'modus operandi' que se ha repetido en varias ocasiones con otros colaboradores. Y es que casi todos han sido protagonistas de alguna deuda económica que les ha llevado a estar en el centro de la noticia cada tarde.
Las deudas, una temática recurrente
Sin duda, la intención de la dirección del programa es crear contenido, y como se ha explicado anteriormente, las tramas y enfados entre colaboradores son muy recurrentes. Por ello, no es de extrañar que las deudas económicas sean un gancho informativo.
La más sonada fue la protagonizada el pasado año 2014, cuando Belén Esteban destapó una deuda que Raquel Bollo seguía teniendo con ella, 12.000 euros que no habían sido devueltos. Era la excuñada de Bollo, Aguasantas, la que confesaba la cantidad, y desde ese momento, el programa aprovechó el filón para crear horas de contenido alrededor de este asunto, sobre todo tras la confirmación de Esteban.
"Yo quiero mi dinerito y punto. Le di 12.000 euros y ella me va a dar a mis 12.000", comentaba Esteban en aquel momento. Unas declaraciones que, a día de hoy, ha confesado arrepentirse, ya que pusieron a la sevillana en el ojo del huracán.
Otro colaborador que no ha dudado en confesar abiertamente la deuda que tiene con una presentadora de Telecinco, ha sido Pipi Estrada, que con su regreso a Mediaset afirmaba que todavía le debe casi 50.000 euros a Terelu Campos. Un asunto que también ha ocupado horas de televisión, sobre todo con los grandes silencios de Campos, pero también sus tajantes respuestas. "Me da igual lo que diga, no le pienso perdonar la deuda", aseguraba la comunicadora.
Un gancho perfecto para Sálvame con el que ha jugado en numerosas ocasiones, incluso llevando a un ficticio cobrador del Frac para escenificar la deuda económica que une a la expareja.
Aunque para Sálvame no es necesario que las faltas económicas sean entre compañeros, también utilizan repetidamente las supuestas deudas de los tertulianos con Hacienda. El ejemplo más reciente fue el de Carmen Borrego, cuando el programa comenzó cebando a la audiencia asegurando que "un colaborador debe 600.000 euros" al fisco.
[Carmen Borrego estalla contra 'Sálvame' tras afirmar que tiene una supuesta deuda con Hacienda]
Finalmente, tras varias salidas de Borrego del plató y casi siete días hablando sobre este asunto, Carmen afirmaba que esa deuda no era suya y que era por un fallo de actualización del registro.
Varios ejemplos que demuestran la tendencia cíclica de plantear las deudas económicas de sus trabajadores como un reclamo entre la audiencia, generando conflictos internos que deriven en más contenido para poder mantenerse como lo más visto de las tardes en nuestro país, sobre todo con la llegada de Sonsoles Ónega a Antena 3, que ha puesto en un aprieto a la cadena de Fuencarral.