La polémica que rodea a Belén Rodríguez ha tocado techo en la tarde de este martes 15 de noviembre. Desde hace dos semanas, Sálvame le ha dedicado la totalidad de su escaleta, pero parece que la colaboradora no puede más y hace escasos minutos ha decidido llamar a la Policía Municipal de Madrid para frenar el 'acoso' que sufre del que fuera su programa.
El pasado 11 de noviembre, el formato vespertino de La Fábrica de la tele comenzaba Sálvame Limón en un balcón situado en el edificio de enfrente de la vivienda de Belén Rodríguez en la capital. El formato, pedía a los inquilinos de la vivienda ocupar una de sus habitaciones para poder grabar y captar cada movimiento que se pudiera ver del interior de la vivienda de Belén.
De hecho, tomaban varias instantáneas de la colaboradora dentro de su domicilio. Durante todo el programa del pasado viernes, varios tertulianos se desplazaron hasta el balcón, donde había un puesto fijo de directo, con un cámara recopilando todos los movimientos de Belén.
Desde que saliera a la luz que fue ella la que filtró el dinero que le prestó a Kiko Hernández, el huracán televisivo no ha cesado. Guardias, seguimientos, llamadas y cientos de horas tratando este asunto. Aunque como suele pasar el Sálvame, el tema principal ya no es la deuda que tuvo Hernández, sino Belén Rodríguez como amiga, colaboradora o compañera.
Este martes, Sálvame volvía al balcón colindante y realizaba varias conexiones en directo con sus redactores allí ubicados; Kike Calleja y Lydia Lozano. Por todo ello, parece que Belén no ha podido aguantar más y ha decidido llamar a la Policía Municipal de Madrid, para intentar frenar al programa de Telecinco.
"La Policía ha subido a casa de Belén y están con ella en el salón, supongo que les ha llamado porque estamos aquí", aseguraba Calleja. "La Policía ya ha salido de la casa de Belén y está viniendo a nuestro edificio, supongo que para identificarnos".
Tras una pausa publicitaria, Sálvame emitía las imágenes de la identificación realizaba por la Policía. "Viniendo de gente que trabaja en ete medio es sorprendente que ocurra. Han estado tres policías en la casa, nos han identificado a todos a los cámaras y a los redactores. Han venido dos coches, otros dos están en domicilio de Belén. Según dice ella, estaríamos cometiendo un delito contra su intimidad y dignidad, pero depende de ella si pone denuncia o no".