Desde su inesperada reaparición en Sálvame tras dos meses de ausencia, Kiko Hernández se ha convertido en uno de los protagonistas del programa, pero esta vez no ha sido por sus informaciones o el trabajo que lleva 13 años realizando en el formato de Telecinco, sino por un motivo prácticamente inaudito: su vida privada.
Tras desaparecer sin explicaciones del espacio de La Fábrica de la Tele -y borrarse misteriosamente de la web del programa un trozo de emisión en el que se había mostrado una fotografía íntima-, Kiko sorprendía a los espectadores volviendo al programa justo el día en que era protagonista de una portada de revista.
En concreto, Lecturas recogía varias fotografías del colaborador paseando junto a Fran Antón, el misterioso acompañante del que ya había hablado Sálvame antes de dar carpetazo al tema y borrar todo rastro de ese fragmento del programa.
Pese al estricto hermetismo con el que el ex gran hermano ha protegido siempre hasta el mínimo resquicio de su intimidad, ese día no sólo exigió que se dejara de hablar del tema, sino que además se prestó a servir como gancho para que el espacio pudiera cebar sus primeras palabras sobre el tema.
"Es mentira todo, se está insinuando que somos novios y no", comenzaba Kiko Hernández tras emitirse un vídeo recopilatorio del artículo en la revista. "Estos meses he estado con mi familia, con mis amigos, con mis primos... Él es el director de la nueva obra de teatro", le respondía a Jorge Javier Vázquez. "¿Si me voy contigo a tomar una copa estamos liados?", añadía irónicamente. "Estoy seguro de que no le hace gracia salir en la portada conmigo".
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"Trabajamos juntos, no es mi amigo. Ensayamos la obra y nos íbamos a cenar todos los de la obra", continuaba. "Esta mañana hemos hablado y nos hemos descojonado de la historia", a lo que añadía que "si fuera mi pareja diría que sí, (...) ojalá pudiera venir aquí y decir que estoy enamorado".
Pese a esa negativa rotunda, el programa ha seguido especulando con el asunto y Kiko ha formado parte del espectáculo, respondiendo a las preguntas de sus compañeros y ofreciendo declaraciones ambiguas y hasta contradictorias.
Este mismo martes, el colaborador protagonizaba un auténtico interrogatorio por parte de sus compañeros. María Patiño, cansada de no poder sacarle información sobre la supuesta relación con Fran Antón, lamentaba que el tertuliano es "un hueso duro de roer", mientras que Kiko le advertía de que podían seguir con el tema "hasta Navidades". "Si funciona, yo también estoy encantado", apuntaba.
Además, Hernández presenció cómo el programa exponía un informe titulado "las mentiras de Kiko y Fran" y contó con la visión de una experta grafóloga para estudiar la compatibilidad de ambos protagonistas en base a su escritura. Todo lo recibió bien un Kiko que parece haber vuelto completamente transformado de su retiro temporal.
Este drástico cambio en la actitud del colaborador ha favorecido notablemente al programa, que puede aprovecharse de unas tramas que hace un par de años habría sido imposible abordar por su veto a tratar asuntos personales. Sin embargo, ahora no sólo permite que el formato se beneficie de su intimidad, sino que además parece encantado de que así sea.
Casualmente o no, Kiko Hernández y Fran Antón estrenan el próximo 28 de noviembre la obra Las Troyanas, protagonizada por el colaborador y dirigida por su amigo. Tal vez el rostro de Telecinco sólo esté siendo generoso con el programa, consciente de la necesidad de contenidos ahora que la cadena atraviesa horas bajas. O quizás ha aprovechado la expectación para utilizarla a su favor y, de paso, beneficiarse de la valiosa promoción gratuita que esto aporta a su nuevo proyecto profesional. Sea como fuere, el interés añadido por el estreno del lunes ya está sembrado.