La apuesta más acorde con lo que debería ser el Festival de Eurovision Junior, Oh Maman!, de Francia, se hizo este domingo con la victoria en la vigésima edición del certamen celebrada en Ereván tras lograr superar a la anfitriona y máxima favorita, Armenia. El pequeño Lisandro logró 203 puntos, 23 puntos más que la segunda.
El tema de Lisandro ha sido compuesto por Frederic Chateau y Barbara Pravi, quien consiguió quedar segunda con "Voilà", un tema fácilmente reconocible para los españoles ya que fue una de las canciones de Rocío, contar la verdad para seguir viva. Pravi también logró ganar Eurovisión Junior en 2020 con J'imagine, de Valentina.
En segunda posición quedó Armenia con el tema Dance!, de Nare, una propuesta más adulta y que seguía la línea del tema ganador del año pasado Qami, qami, de Málena. Logró 180 puntos, superando así a Georgia (161), Irlanda (150) y Reino Unido (146).
Mientras, España se alzó con una sexta posición. El valenciano Carlos Higes y su pegadiza Señorita consiguieron 137 puntos, siendo segunda en el televoto y sexta en el jurado. Mejora así el puesto dieciséis que logró Levi el año pasado en París con Reír.
El representante de España se lo ha pasado en grande durante los tres minutos que ha estado subido al escenario del Karen Demirchian de Ereván, animado por los gritos de la veintena de españoles que se han desplazado hasta la capital armenia, entre ellos su mayor fan, su madre Nerea.
"No me esperaba llegar tan alto. He estado muy cerca de estar en el top y estoy súper feliz", ha dicho el pequeño a la prensa desplazada hasta Ereván, entre la que se encontraba BLUPER. "Me he sorprendido a mí mismo de lo tranquilo que estaba. He pensado en disfrutar y no estaba nervioso. El público me ha encantado porque he recibido mucho apoyo. ¡Hemos quedado segundos en el televoto!".
En cuanto a la victoria de Francia, Higes se ha mostrado muy feliz porque ha ganado su "amigo". "Hemos estado en el mismo hotel y en el vuelo y me ha encantado que ganara. Estoy feliz por él... y por el segundo puesto de Armenia, y el tercero, y el cuarto (...) Me he sentido muy arropado por la gente de Armenia, que me ha apoyado muchísimo".
El pequeño, que tras el show tenía una fiesta con los demás concursantes, ha revelado lo que le ha dicho su madre al bajar del escenario. "Me ha dicho que está muy orgullosa de mí y que da igual el puesto porque me quedan muchos años de vida por delante", ha comentado.
Asimismo ha contado que lo primero que hará cuando llegue a España es dar unos abrazos a sus amigos y familiares que "se van a quedar sin extremidades". "Estamos cerca de la navidad y tengo ganas de celebrarlo con mi familia".
¿Festival de niños?
Con la victoria de Francia, el festival recupera así su concepción como certamen para niños. Nada que ver con el triunfo el año pasado de Armenia, con un tema y una puesta en escena más propia del Eurovisión de adultos, lo que abrió el debate sobre el concepto del propio show.
También regresa el festival a un país del big 5, algo vital para una UER cada vez más cuestionada, ya que parece más centrada en querer hacer caja con el festival gracias a unos países del este ansiosos por blanquear su imagen que organizar un verdadero programa para niños.
Este año, además, en Armenia ha quedado demostrada la hipocresía de la UER, que ha seguido adelante con el festival en un país claramente en la órbita de Rusia y donde la organización del mismo ha sido una de las peores que se recuerdan del festival.
Los retrasos han sido continuos en los ensayos, a la prensa se le ha tenido vigilada en el estadio con voluntarios teniendo que acompañar de manera constante a los periodistas incluso para acudir a la cafetería, y con un despliegue policial nunca visto en un Eurovisión para niños.