La sevillana María José Galera visitó este fin de semana Sábado Deluxe para hablar de su nueva vida. La que fuese la primera expulsada de la historia del reality Gran Hermano narró hace unos años una fuerte crisis económica y llegó a pedir trabajo desde la televisión. En la actualidad, a sus 53 años, tiene un nuevo oficio, diferente a los que le conocimos en el pasado como relaciones públicas o cantante, pues es vigilante de seguridad, en eventos como conciertos y festivales, y se está formando para ser escolta de seguridad privada.
“Esto feliz, realizada personalmente. En el trabajo, estoy creciendo”, aseguraba la que fuese pareja de Jorge Berrocal en GH1. Asegura que algunas veces la reconocen, y que le encanta proteger a la gente.
Sin embargo, María José Galera estaría dispuesta a entrar de nuevo a un concurso de convivencia. “Al único reality al que iría sería a Supervivientes, a demostrar cómo se pesca y cómo se come. Me merezco entrar en un reality”, expresó la gran hermana, que lleva tiempo intentando saltar desde el conocido helicóptero de Telecinco desde Honduras. De hecho, este 2022 en sus redes sociales contó que se había “quedado a las puertas, pero no ha podido ser. Esperemos que para el año que viene. Estoy dispuesta a volver cuando queráis”. “Para ti Supervivientes sería un paseo con lo que has pasado en la vida”, le dijo este sábado en ese sentido Marta López a Galera, que recibió una sorpresa por parte de su hija Patricia.
[Kiko Hernández abre la puerta a 'Supervivientes' y desvela que han tentado a su amigo Fran Antón]
Un amplio currículo televisivo
María José Galera fue la primera concursante de un reality de España en ser expulsada por el público, en la primavera del año 2000. Su fuerte personalidad le hizo ganarse un hueco en televisión, colaborando en programas como Crónicas Marcianas o aireando sus problemas personales en los platós del mundo del corazón. Con Jorge Berrocal, con el que empezó una relación en Gran Hermano, tuvo sonadas peleas en programas tanto de Telecinco como de Antena 3. En 2010, ambos volvieron a coincidir en el reality El Reencuentro, el cual abandonó por motivos de salud.
Más tarde, en 2016, Gran Hermano creó una estancia especial llamada El Contraclub, en la que entraron Maite Galdeano, María José Galera y Amor Romeira, y en él debían convivir con Pablo, el primer expulsado de aquella edición número 17. Maite Galdeano fue muy excesiva con él desde que entró por la puerta, y Pablo decidió no vivir allí, por lo que el Contraclub cerró de forma exprés. Desde entonces, María José solo regresó a la televisión de forma puntual, para narrar algunas vivencias personales. En 2019 contó en el Deluxe que no se habla con sus padres desde hace un año, y además, no tenía trabajo ni dinero en el banco. “La televisión es pan para hoy y hambre para mañana”, explicaba la sevillana a los espectadores, mientras que recordaba que en su momento de máxima popularidad llegó a ganar hasta 6.000 euros por bolo. Un dinero que invirtió “en restaurantes, discotecas, pero no he tenido suerte”, y que si gastó mucho “no me arrepiento de nada, porque me lo he gastado siempre en mi familia”.