Desde hace varias semanas, TVE anuncia el estreno de El asesino de la baraja, su nuevo true crimen, una serie documental de tres episodios que girará alrededor de los asesinatos que sucedieron en Madrid en el año 2003. Unos crímenes que tenían como característica común el estar ‘firmados’ con un naipe a los pies de la víctima. Inicialmente, esta producción, de 45 minutos por entrega, iba a estrenarse el pasado 6 de diciembre en La 1, pero a última hora se modificó la parrilla, y se dejó guardada la serie en un cajón, hasta ahora.

Y es que ya se ha puesto fecha para su estreno: este 21 de diciembre, pero no se verá en abierto, sino únicamente a través de la plataforma de RTVE Play. Una producción de RTVE en colaboración con Goroka, dirigida por Román Parrado y guion de Enric Álvarez, que cuenta con la participación de investigadores, criminólogos, periodistas e incluso familiares de las víctimas, para que se viva lo que sucedió hace casi dos décadas en primera persona.

El asesino de la baraja desgranará el trabajo policial que se realizó en aquel entonces, y cómo los medios de comunicación, de forma paralela, crearon la imagen de un monstruo que aterrorizó a la población de Madrid durante los 7 meses que tardaron en dar con él la Policía y la Guardia Civil. Por primera vez, se muestra material gráfico y sonoro del archivo policial y judicial del caso, que aporta una valiosa información al relato, y permitirán al espectador sumergirse en los sucesos que tuvieron lugar hace ya prácticamente 20 años.

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Alfredo Galán fue el criminal al que se bautizó como el asesino del naipe o de la baraja, pues dejaba un naipe a los pies de sus víctimas, y acababa con ellas usando una que se trajo de Bosnia cuando estaba allí como militar. La primera víctima fue un portero de un edificio de Chamberí, al que luego siguieron otros, como un joven que esperaba el autobús o un matrimonio que paseaba por Arganda del Rey.

Según la radiografía de esta serie, en aquel tiempo Madrid se encontró en un ambiente inusualmente violento, en el que había una media de un crimen cada tres días, unos 100 muertos de forma violenta al año. Sin embargo, fue el caso que centra el reportaje el que hizo preguntarse a investigadores y a la prensa si lo que tenían entre manos era un asesino en serie.

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