En estas frenéticas horas en las que sólo se sabe hablar de Shakira (45 años) y su ya célebre y millonaria canción, Bzrp Mussic Session #53, dedicada, en un juego de palabras sensacional y pelín travieso, a su expareja, Gerard Piqué (35), me toca hablar de Toñi Moreno (49). En concreto, de su salida de Telecinco y su fichaje por TVE. Y no lo puedo evitar: su caso también guarda algo de la vendetta de Shakira.
Hay una frase memorable, para enmarcar, que bien podría espetarle Toñi Moreno al que ha sido su jefe, Paolo Vasile. Esa que dice así: "Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan". En el caso de la presentadora, el sentido se lo encuentro a que la pobre mujer se ha hartado del ninguneo al que se la ha expuesto. No es ningún secreto si digo que la cadena no ha sabido valorar a Moreno, ni antes ni ahora ni durante. Los feos han sido continuos.
Sus formatos no se han respetado como los de otros. Y eso, cuando no se los han arrebatado de cuajo -acuérdense de cuando Emma García (49) llegó y se quedó con Viva la vida-. También ha conocido Toñi lo que es el pasillo: estar sin programa, pero en nómina. Y no, Toñi podría haberle gritado, casi, a Paolo que necesitaba sentirse valorada, bien tratada, reconocida. ¡Facturar, ganar dinero de unos jefes que la miren bien! Toñi ha llorado, pero ya sonríe porque TVE le ha abierto las puertas de par en par.
[Toñi Moreno: "Algunas decisiones de Vasile me perjudicaron, pero solo puedo estarle agradecida"]
El 2 de enero fue el día en que Toñi Moreno, feliz, anunció su fichaje por el ente público. Ese en el que ya capitaneó, no sin polémica, hace años aquel Entre todos. Hoy, presentará los domingos un programa vespertino, Plan de tarde. Un programa que, no me cabe duda, será un éxito. Rabioso éxito. Y no me estoy refiriendo únicamente a las audiencias, no: éxito personal. Será la forma en que Toñi podrá darles en las narices a esos jefes que no supieron verla, exprimir su potencial.
El momento culmen en que la Moreno diga sin decir, 'hey, que aquí, de entre todos, yo soy la más lista'. Porque lo es, lo ha sido al ser capaz de decirle adiós a Mediaset España. Aquella cadena que un día fue grande, inconmensurable, poderosísima, y que hoy sólo recoge algunos retazos, misericordes, de lo que fue. Toñi Moreno ha sido la última en salir pitando de un barco que se hunde.
Y no se va Moreno porque se hunda, no: ella es valiente y ha aguantado en peores plazas. Se pira porque se ha cansado de no brillar, de no verse en su máximo exponente. En la presentación de Plan de tarde, BLUPER pudo charlar con ella y Toñi, buena de corazón, tiró de diplomacia: "Me costó mucho tomar la decisión. (...) Me costó porque al final estoy dejando una casa donde yo me he sentido muy bien durante mucho tiempo. Y no es solamente un trabajo, es que dejas gente con la que has vivido ocho años".
Creo que no es del todo así. Hay dolor, y cuando cabe el dolor también lo hace el reproche y el resentimiento. "Yo no juego a dos bandas y he subido a los despachos y he dicho 'tengo esto, lo voy a aceptar, me apetece. Lo entendéis, ¿verdad?'. Y me han dicho 'lo entendemos perfectamente, las puertas están abiertas'", explica ella cómo lo anunció en Mediaset.
Sobre Vasile, reconoce con la boca pequeña: "Luego ha tomado las decisiones que ha tenido que tomar por un tema profesional y que a mí en algún momento me han perjudicado, pero es que yo tenía que entender que eso era así". Sin los paños calientes, el mensaje de fondo es claro: las piedras en el camino que le han puesto y que ella no ha sabido sortear.
Recuerdo una vez que me encontré a Toñi Moreno en una fiesta en La Moraleja. Era el 6 de mayo de 2022. Ese día, por la noche, se estrenaba su programa Déjate querer, en Telecinco. El último antes de hacer el petate e irse. En un momento dado, le deseé mucha suerte, mucha mierda -como se dice en el gremio-, con el estreno en Prime Time. Toñi me agarró del antebrazo y me preguntó, casi se diría que me suplicó: "¿Tú crees que va a funcionar?". Ella tenía como dudas y, reconozco, me dio muchísima ternura.
Me dieron ganas de zarandearla y decirle algo así como 'pero ¿tú sabes quién eres? Una grande de la televisión, una diosa en Canal Sur. Déjate, pero de milongas y cómete el mundo'. No se lo dije, claro, pero en esa fragilidad que le noté entendí cómo es la televisión de cruel.
En definitiva, Telecinco no ha sabido valorar a Toñi Moreno como la gran estrella que es. En general, Mediaset no es muy de cuidar, salvo a dos o tres contados que los tienen en palmitas a saber por qué. Porque, a todo esto: ¿ustedes sabrían decirme el último éxito televisivo de Jesús Vázquez? Yo no me acuerdo. En cambio, fracasos los hay para colección. Toñi, ¡felicidades!