Si algo quedó claro a finales de 2022, es que Telecinco debía renovarse completamente de cara al año siguiente. Los malos datos de audiencia, no siendo líder en ninguno de los 12 meses; así como el cambio en su directiva, tras la salida de Paolo Vasile y la llegada de Alessandro Salem, invitaban a pensar en 2023 como el año de la oportunidad en la que la cadena principal de Mediaset apostaría por un cambio de estrategia en sus contenidos.
2023 acaba de comenzar, pero, de momento, Telecinco no ha mostrado un cambio de actitud. Es más, diríase que la cadena ha comenzado con mal pie esta nueva etapa. Con enero cada vez más cerca de finalizar, la cadena de Mediaset lleva de media un 10,2% de cuota de pantalla, según los datos de Kantar Media. Por supuesto, que más de una semana para que el canal pueda mejorar sus cifras, pero le será prácticamente imposible superar a Antena 3, que le supera en casi cuatro puntos, con un 14,1% de share de media
Con lo cual, salvo que ocurra un milagro, 2023 comenzará con liderazgo para Antena 3. Esto no sería problema si Telecinco no hubiera dado la impresión de comenzar en enero cual pollo sin cabeza en lo referente a su programación. Recientemente, se anunció que la cadena dejaba de emitir Mediafest Night Fever las noches de los viernes. Por todos es conocido que los datos de la segunda edición del talent-show musical, cuya primera temporada se llamó Sálvame Mediafest, no han sido buenos.
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A excepción de la primera gala, que obtuvo un 10,8% de cuota y 1.010.000 espectadores, ninguna otra noche el programa ha superado la barrera psicológica del millón de televidentes y solo la segunda gala superó la también barrera psicológica de los dos dígitos de share, al tener un 10,1%. Telecinco buscó con el Mediafest se una alternativa y hacer competencia a la novena edición de La Voz, cuyos datos de audiencia han sido superiores a los de la temporada de 2021, liderando cada noche del viernes.
Es verdad que había previstas diez galas para el Mediafest y que estas llegaron a su fin el pasado 13 de enero. Sin embargo, para la última, la cadena optó por dejar descansar a sus concursantes y ofrecer una versión especial Segundas Oportunidades, con antiguos participantes de otros talents musicales, dando así por hecho que los concursantes semanales regresarían para otra gala, algo que no ha terminado por cumplirse. De hecho, la segunda edición ha terminado así por la puerta de atrás, con la cadena anunciando que el formato volverá “en ediciones especiales sin periodicidad fija”.
Su hueco lo va a ocupar Sábado Deluxe, volviendo a ser Viernes Deluxe. Precisamente, el programa presentado por Jorge Javier Vázquez se desplazó a la noche de los sábados para darle espacio al fallido talent musical. Los sábados, Telecinco aprovechará la franja del prime time para emitir una versión nocturna de 25 palabras, el concurso presentado por Christian Gálvez y cuya emisión diaria en la parrilla de las tardes no está funcionando tan bien como la cadena había previsto.
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La estrategia de 25 palabras recuerda a la que se vivió a inicios de año con Reacción en cadena, el otro concurso que tiene Telecinco en sus tardes. Ambos formatos no están funcionando bien y, aunque son programas que requieren de tiempo y paciencia para fidelizar al público (como pudo verse en La 1 con El cazador, convertido ya en una clara alternativa a Y ahora, Sonsoles, y El comodín de La 1, que fue uno de los formatos que mejor se benefició del efecto arrastre del Mundial de Qatar), parece que Mediaset tiene pensado cancelar ambos programas, si se terminan por confirmar las informaciones surgidas publicadas por Informalia.
Con el añadido de ampliar la presencia de Pesadilla en el Paraíso en el Access Time de la serie Escándalo, que tampoco está funcionando del todo bien; la sensación que dejan las primeras decisiones de la nueva directiva de Mediaset es que el canal parece un pollo sin cabeza, dando tumbos de manera errática, algo que perjudica gravemente en la fidelidad del espectador, quien busca cierta certidumbre en la programación.
Telecinco no huye de la sensación de improvisación
Uno de los defectos que arrastró la última etapa de Vasile fue la de ofrecer la impresión de que la cadena estaba improvisando continuamente sus estrategias televisivas. El inicio de la temporada 2022-2023 solo acrecentó esas sensaciones. Había esperanza de que, con el cambio de directiva, esto se tradujese en darle mayor margen a sus nuevos formatos o, en caso estos no funcionen, ir buscando recambios con los que evitar esa sensación de cancelación abrupta y estiramiento de otros formatos que solo provocan el desgaste de estos.
Si se confirma que Telecinco cancela sus dos concursos y amplía de nuevo el horario de Sálvame (en abierto, dado que este sigue su emisión en MiTele Plus, otro error de estrategia que nadie entiende); Mediaset se deja en evidencia al no cambiar absolutamente nada en lo referente a sus contenidos y que su estrategia es la misma, la de improvisar.
Llevar el Deluxe a la noche de los viernes para hacerle competir contra El desafío es un craso error. El formato se había asentado en los sábados, liderando en su prime time. Cierto es que sus datos tampoco eran para tirar cohetes, pero Telecinco había logrado ser líder indiscutible un día de la semana, sin rivales que le lograsen hacer sombra.
En lugar de aceptar que los viernes se han convertido en días para emitir cine y dejarle el liderazgo a Antena 3 con sus talents-shows (hasta encontrar otro formato con el que competir realmente); la cadena opta por desgastar al Deluxe, cuyos datos se prevén inferiores, dada la feroz competencia. Telecinco se juega así perder el liderazgo en uno de los pocos días en los que no tiene rivales.
A ello hay que sumarle el craso error de promoción de Escándalo, relato de una obsesión, cuya mala publicidad solo ha provocado que la primera serie española de 2023 en emitirse en abierto haya obtenido cifras de audiencias muy alejadas de Entrevías, ficción de los mismos creadores y que fue una de las gratas sorpresas que tuvo Telecinco en términos de audiencias el año pasado.
Falta mucho para que termine 2023 y hay tiempo para demostrar que Telecinco tiene un plan. Sin embargo, nadie lo diría a corto plazo. De momento, esas buenas intenciones no se están viendo y, sin duda, no hay nada peor que la sensación de improvisación, una impresión de la que Mediaset no consigue huir.