La primera serata del festival de San Remo 2023, celebrada el pasado martes, no ha comenzado con buen pie. A pesar de las ganas por conocer a los aspirantes italianos de Eurovisión 2023, toda la atención se la ha llevado uno de los artistas, Blanco, ganador del pasado año y representante de Italia junto a Mahmood.
El prestigioso festival de la RAI invitó al artista para presentar su nuevo single, aunque minutos antes ya había revivido Brividi, la canción eurovisiva. Pero salió de nuevo al escenario para interpretar L'isola delle rose, aunque la actuación no salió como la audiencia esperaba.
El escenario, decorado con rosas rojas, acogía al cantante que comenzó a entonar la letra no sin antes dejar de tocarse su auricular (los denominados in-ear), indicando que algo no iba bien. Lo hizo en repetidas ocasiones hasta que decidió quitárselo. A pesar de esto seguía sin poder cantar en buenas condiciones e incluso se lo comunicaba a uno de sus músicos, también lo anunció por micrófono.
Segundos después y ya sin cantar, comenzó a destrozar todo el escenario, dando insistentes patadas al decorado, rompiendo las rosas. El público y los músicos no terminaban de comprender lo que había sucedido, mientras, la instrumental seguía sonando. Y es que al llenarse todo el escenario de residuos el propio cantante tenía un traspiés cayéndose al suelo.
Una actitud que no gustó nada al público del Teatro Ariston, que no dudó en mostrar su enfado abucheando al cantante. Por todo ello, los presentadores de la gala quisieron preguntarle qué le había sucedido. "Tenía problemas de retroalimentación en mis auriculares y decidí disfrutarlo de todos modos. A veces no tienes que seguir el guion", aseguró Blanco.
Pero parece que su excusa no convenció al público, que continuó con sus abucheos y silbidos. Amadeus, uno de los presentadores, intentó quitarle hierro al asunto. "Puedo entender que no os haya gustado el espectáculo, pero si Blanco quiere volver a los escenarios, lo hará".