La cantante Blanca Paloma se dejaba caer este martes 14 de febrero por El Hormiguero. Tan solo un par de semanas después de ganar el Benidorm Fest con el tema ‘Eaea’, la artista ilicitana charló con Pablo Motos sobre su reciente éxito y cómo se plantea su participación en el Festival de Eurovisión, cuya final será el 13 de mayo.

“Que me reconozcan en el metro para mí es una novedad, por eso ya no lo cojo. De todas formas, yo voy a todos lados en bicicleta, por eso yo soy la 'bicimami'”, dijo entre risas la artista, que ya había usado esa expresión en otras entrevistas.

Con mucha prudencia, Blanca Paloma no se atreve a calificar de flamenco la canción que defenderá en Liverpool, y de la que es autora. La razón: “se pueden enfadar los puristas”. “El éxito de Rosalía y de otros artistas han llevado el flamenco por todo el mundo y han hecho que fuera se haga oído para comprenderlo”, añadía sobre su propuesta.

[El consejo de Alejandro Abad a Blanca Paloma: “Cuidado con las penas personales en Europa”]

Blanca Paloma, que recordó que ella lleva trabajando muchos años en el mundo del espectáculo, pero que generalmente lo hacía entre bambalinas como escenógrafa, aclaró si siente presión por la posición de Chanel el año pasado. “Me motiva mucho, el ojo está puesto en España después de lo que hizo ella”, contó.

Desveló detalles sobre Eurovisión, como que solo puede viajar con un equipo muy reducido, pero se muestra optimista: “Estoy muy satisfecha con la puesta en escena que traemos y creo que tiene ya buena acogida, además es la primera vez en el Festival que se lleva el compás de bulerías”. Y una vez más volvió a tener palabras de cariño hacia Remedios Amaya, cantante que participó en Eurovisión en los años 80 con el tema ‘Quién maneja mi barca’, que quedó en última posición con cero puntos: “Fue una adelantada a su tiempo y no se entendió”, concluyó.

Hacia la mitad de la visita, y antes de hacer un experimento de ciencia con Marron, Blanca Paloma pellizcó el corazón del público con una nueva versión de ‘Eaea’, más íntima. Únicamente acompañada a la guitarra, la artista volvió a demostrar su seguridad escénica y su gran control vocal.