TVE ha vivido uno de sus primeros fracasos del año, Vamos a llevarnos bien. El talk-show presentado por Ana Morgade aspiraba a ser uno de los formatos que levantase el prime time de la pública, una de las primeras cuentas pendientes que tiene el ente que saldar. Los datos han sido paupérrimos, con un 4,8% de cuota y 486.000 espectadores. Tal ha sido el descalabro, que La 1 ha optado por redefinir el programa, provocando un parón que ha desembocado en la salida de la humorista como presentadora.
Si bien, es cierto que el formato era muy irregular y no está mal la intención de reformularlo, también es verdad que pierde a su principal valor, Morgade. Precisamente, el perfil de la cómica y actriz era el ideal para encargarse de un formato que, en el fondo, tenía más alma de late night que de un programa de prime time. Dado que el horario de máxima audiencia española se ha retrasado demasiado, estando en las 22:45, una franja que en otros países sería considerada late night, un formato más propio de la medianoche sí que encaja dentro de la televisión española.
Y es ahí donde se antoja como una oportunidad perdida haber dejado marchar a Morgade. Tanto su estilo, como la manera en la que cambiaba de temas o ejercía de moderadora de sus compañeros ha sido lo que más destacaba de Vamos a llevarnos bien. Un formato que, a pesar que su premisa era repasar las noticias más relevantes del momento desde un enfoque socarrón y hecho para provocar la carcajada, no ha convencido a la audiencia.
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Más allá de adentrarse en los errores del formato, toca recordar lo importante que sería recuperar el formato del late show, algo que parece haber quedado para los canales de pago, con La Resistencia como mejor exponente y con formatos históricos como Late Motiv o el actual Martínez y hermanos. En las cadenas generalistas, estos programas comenzarían pasada más allá de la medianoche, lo que haría que sus datos fuesen excesivamente discretos.
Las generalistas necesitan recuperar la figura del late show
De ahí, que la mejor forma de recuperarlos para las generalistas sería que ocupasen la franja actual del prime time. Ejemplo de ello es El show de Bertín, que se ve a las 22:45 en Canal Sur y a las 21:40 en Telemadrid. Un formato que, en antaño, hubiera ocupado el horario de Territorio Comanche, que se veía a las 01:00 de la madrugada.
Ejemplos que replicar, tanto TVE como las cadenas privadas generalistas tienen unos cuantos. Lo primero que se viene a la cabeza sería replicar los late shows de Jimmy Fallon o Jimmy Kimmel. Sin embargo, ese estilo, precisamente, era el que explotaba Buenafuente. De ahí, que quizás emular un formato, por ejemplo, como The Graham Norton Show sería algo más viable.
En el caso de Vamos a llevarnos bien, una oportunidad que no supo aprovechar fue el sentar en la misma mesa a figuras tan distintas y tan de actualidad como Bárbara Rey, Luis Zahera, Antonio de la Torre y Blanca Paloma. Cada uno hubiera tenido su momento protagonista y de promoción y hubiera sido interesante que fuesen ellos los que tocasen los temas de actualidad. Hubiera sido, sin duda, más espontáneo, puesto que la mitad de los entrevistados fueron grabados y con colaboradores que no estaban presentes en la mesa.
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Otro ejemplo, más cercano, es el de Vivement dimanche. El programa presentado por Michel Drucker en France 3 no es un late show, pero tiene un formato que recuerda a ello y que recuerda vagamente al que presenta Graham Norton en la BBC One británica, al reunir a todos sus invitados en la mesa, aunque lo hace de manera escalonada, permitiendo así a cada uno tener su momento único de promoción. En todos estos formatos, un perfil como el de Ana Morgade hubiera encajado perfectamente.
La importancia de contar con presentadoras
Porque, por otro lado, está el tema de que no hay un formato estilo late show presentado por mujeres desde Hable con ellas, refiriéndose solo a las cadenas generalistas en abierto, ya que Movistar también tuvo Las que faltaban. Precisamente, con Morgade había una oportunidad de oro de poner en primera línea el humor y el espectáculo con mirada femenina. Un programa conducido a solas por ella era lo que faltaba a una figura que ha estado demasiado tiempo como colaboradora.
De momento, tocará esperar a ver cómo será y cómo funcionará Déjate querer, el talk-show que presenta Paz Padilla y cuyo estreno está previsto para el 18 de febrero, con el que Telecinco busca reflotar su prime time de los sábados tras situar de nuevo al Deluxe en los viernes. Con un buen número de promos y con el reclamo de que será el regreso de Jorge Pérez a la televisión. El excolaborador de Ya es mediodía y Fiesta realizará también su primera entrevista tras su polémica deslealtad con Alba Carrillo.
También habrá que ver cómo volverá Vamos a llevarnos bien tras ser redefinido y quién será su nuevo presentador. TVE, sin duda, debería intentar recuperar a Morgade o, en caso sea imposible, traer un perfil similar. Una vez más, la pelota vuelve al tejado de la pública.