La nueva etapa de Déjate querer con Paz Padilla ha comenzado fuerte. Entre sus primeros invitados, estuvo Bertín Osborne. El cantante y presentador regresaba a Telecinco tanto para apoyar la nueva incursión de su amiga, como también para darle una sorpresa a una fan. Por supuesto, antes del momento con el encuentro con la seguidora, la gaditana aprovechó para hacerle una entrevista, en la que habló sobre los dos momentos en los que estuvo en la cárcel.
En una entrevista en la que Padilla no dudó en recordar la fama de “seductor” que tiene, Osborne rechazó ser considerado un dandi. “Si soy más bruto que un arado”, dijo entre risas. Por supuesto, la gaditana buscó el momento cómplice con el expresentador de Lluvia de estrellas, logrando emocionarle a la hora de recordar tanto a su madre; como a su hijo Kike, quien padece una lesión cerebral; como las relaciones que tuvo Sandra Domecq y con Fabiola Martínez.
Fue a raíz de hablar de su primera esposa, de la que se divorció en 1991, cuando Padilla le recordó el momento sorpresa que vivió con Toñi Moreno en el programa Gente maravillosa, de Canal Sur y Telemadrid, en el que vivió una situación de cámara oculta, en la que presenció cómo, supuestamente, una mujer era víctima de acoso sexual por parte de su jefe.
[El regreso de Paz Padilla a Mediaset: ¿Una oportunidad de reinvención o una fuente de polémicas?]
El presentador no dudó en defender a la mujer, llegando casi a las manos con el supuesto agresor, algo que no ocurrió, afortunadamente, dado que ambos eran actores que simulaban el caso. “Yo le dije a Toñi después que tuvieran cuidado, porque estas cosas que las hacen alegremente, un día podrían acabar todos en comisaría”, comenzó a relatar Osborne, antes de revelar que estuvo en la cárcel por haber “buscado problemas”.
“Me he metido en problemas. He estado en chirona dos veces”, le confesó a Padilla antes de relatar su experiencia en prisión. “Estuve en el Puerto de Santa María, me encerraron porque me metí en un lío. Estaba en una celda con otras cuatro personas y les preguntaba qué habían hecho. Uno me decía ‘pues yo me he peleado’, y otro me decía ‘pues yo he atracado en varios chalés’, y yo le preguntaba que dónde y me decía ‘allí en Vista Hermosa’ y yo le decía ‘me cago en la leche, allí vivo yo'”, relataba en el programa.
Osborne estuvo tres días encerrado, algo que le marcó. Precisamente, poco después, cuando conoció a su primera esposa y estaba tomándose algo con ella, “aparecieron cuatro quinquis”, que asustaron a Domecq, porque pensaba que iban a robarles. Osborne narró que esos “quinquis” eran justo conocidos suyos de sus días en prisión. “Me levanté a abrazarlos y saludarlos. Eran compañeros míos de la cárcel”, detalló entre risas. La segunda vez que estuvo cautivo fue también por una pelea. “Antes era peligroso, ahora no”, señaló.
Además de la entrevista, Osborne acudió al talk-show para darle una sorpresa a una fan incondicional, Feli, a la que sus hijas organizaron esta gran sorpresa para que la mujer conociese a su ídolo. Feli no pasaba por un buen momento, dado que aún se encontraba superando la muerte de su hijo, ocurrida en 2018, lo que les motivó a sus otras dos hijas darle esta sorpresa, algo para lo que Bertín Osborne aceptó de muy buen grado.