Fueron muchos los que pensaron -¡agoreros!- que esta nueva edición de Supervivientes se iba a vivir a medio gas, deslucida, sin pena ni gloria, porque Lara Álvarez no iba a estar al frente del timón desde Honduras. La veterana Lara se bajaba del barco, y dejaba a la audiencia huérfana y desarbolada. Ahora, nada será igual sin nuestra Lara, sin su alegría, sin su conexión especial con Jorge Javier. ¡A ver a quién nos ponen en su lugar!
Así, con esa honda desolación, se vivió este sorpresivo cambio tiempo atrás del estreno del espacio selvático. Pero yo sabía que, lejos de perjudicar al formato, ¡iba a ser su salvación! En este momento en que lo que necesita Mediaset España es un lavado de imagen de principio a fin, que llegara Laura Madrueño iba a demostrar, sin género de duda, que sí: que los cambios -siempre- son necesarios.
Y vaya si lo son. Lo siento, pero yo no eché de menos a Lara en ningún momento en el gran estreno del pasado jueves. Lara ahora se llama Laura. Todo sigue igual, pero todo ha cambiado. Desde el minuto uno de emisión, Laura me atrapó. ¡Parecía que llevaba la tía toda la vida presentando Supervivientes! Nada, ni un mísero titubeo o incomodidad. Su conexión con Jorge Javier, además, fue brutal.
[Laura Madrueño llega a 'Supervivientes': "Me vais a ver con un estilismo más deportivo"]
Él no me cae bien -cada vez peor-, pero tengo que reconocer que es único creando un clima favorable en un plató de televisión. Fabrica una química que traspasa la pantalla, y cuando alguien le cae bien se entrega a fondo a la causa. Parece, nada más verlos en acción, que Jorge y Laura Madrueño son amigos íntimos, y nada que ver. Eso tiene su mérito, y es de Jorge Javier: al César lo que es del César. (Y no, Jorge: en la química no entra la política)
A lo que voy: Laura estuvo magistral. Vale para todo: lo mismo le pones El Tiempo que un reality, y te lo borda. No sólo vi una conexión bestial con Jorge Javier, también supo Madrueño medir las emociones, controlar y manejar a los concursantes y sus humores. Supo frenar y controlar la maldad momentánea de Jorge Javier, pero también desarrolló su parte cañera y divertida.
Su gran momento de la noche, el culmen, en el que para mí se explayó y expandió con toda su esencia, fue cuando se abrió la palapa por primera vez. Ese paseíllo o suerte de desfile me pareció sublime. "¡Qué ganas tenía de decirlo! ¡Bienvenidos a la Palapa de Supervivientes 2023!", gritó, exultante y feliz. Y se notó que lo decía de verdad, de corazón. Y, reconozco, casi me emocioné.
Jorge Javier estuvo ahí también arropándola: "Es muy emocionante verte ahí. ¿Lo estás disfrutando muchísimo, verdad?". A lo que ella replicó: "No te puedes ni imaginar. Voy a explotar esta noche". No sólo ya está hecha del todo Laura a ese hábitat tan particular, sino que se ha prestado a una cosa personal en las últimas horas: su marido le hizo llegar un especial regalo por su 37 cumpleaños, que tuvo lugar el pasado 5 de marzo.
Álvaro Puerto, el hombre que hace feliz a Madrueño, se ha acordado de ella a más de 8.000 kilómetros de distancia. Se ha tratado de una cesta de frutas frescas en la que no faltaba detalle: una piña, fresas, uvas, naranjas... Ella estaba encantada, y más con la nota que acompañaba al regalo. "Sonríe porque sí", le dedicaba Álvaro. Y yo muero de amor y ya me declaro fan número uno de Laura Madrueño.
Porque sé que no ha tenido que ser fácil para ella, porque el camino que dejó Lara Álvarez es brillante. Y cambiar siempre es arriesgado y de ser muy valiente. De ningún cobarde se ha escrito nunca nada, me ha dicho siempre mi padre. Laura ha salido de su zona de confort y ha ganado claramente.
"La llamada me impactó mucho. Llevo aquí 21 años. Como sabéis, he crecido en esta casa, en la redacción. Como sabéis hice un casting para deportes, que no era el momento, he estado en El Tiempo... He podido hacer más cosas, pero es cierto que Supervivientes son palabras mayores. Para mí es un verdadero reto y, sobre todo, un privilegio que la cadena me da esta oportunidad", reconoció, humilde, hace unos días, en conversación con BLUPER.
Y ya, para terminar de enamorarme de ella, rendirme a sus pies, habla así de Lara: "He podido hablar con ella y ha sido súper generosa conmigo, súper cariñosa, me ha apoyado mucho y me ha dado muchos consejos y sobre todo me ha dicho que lo disfrute porque va a ser una de las mejores experiencias en su vida".
Quedaros con su cara, lectores, porque Laura Madrueño ha llegado para quedarse y hará historia. Como diría Rosa Benito: este es su momento, y lo va a disfrutar a tope. La tele -como la fama- es efímera, frugal, rápida, injusta y sin memoria. Ayer fue el momento de Lara, pero hoy, ¿quién es Lara? Lo que no sale en la tele no existe.