Desde que se supo que TVE buscaba relanzar su franja del access prime time, tras muchos fracasos como Hora punta, TVEmos, Lo siguiente o Enred@d@s, toda la información que se lanzaba alrededor de 4 estrellas se miraba con cautela. Para empezar, la última ficción que intentó hacerse un hueco en esa franja para la cadena pública fue la fallida La peluquería. Luego se vendió como un producto de comedia, que poco a poco ha ido viéndose que su tono entremezcla otros géneros como el drama, la intriga o el romance.
Con el primer episodio, que se emite este domingo 23 de abril a las 21:50 horas en estreno simultáneo en el prime time de La 1, La 2, Clan y la plataforma gratuita RTVE Play, con una duración más extensa, de 90 minutos, al ser la carta de presentación de la ficción, toca abordar si 4 estrellas comienza con buen pie. A decir verdad, su inicio promete gracias a un arriesgado equilibrio de géneros y a una trama que sabe cuándo mostrar sus cartas.
Lo primero que sorprende es su calidad visual. Parece que TVE está decidida a elevar el prestigio de las series diarias, dado que 4 estrellas sigue la estela de La promesa en su fotografía, más pensada para un producto de prime time. Si la serie de Bambú hace también un alarde de escenarios naturales y mimo por el vestuario, la ficción de Good Mood sabe sacar provecho a sus decorados, los cuales recuerdan a los que tuvo en sus inicios Servir y proteger.
Pero 4 estrellas no solo sorprende por su parte técnica. Dado que su premisa inicial sabe traer los elementos propios de las telenovelas, llevados a un territorio interesante de explorar como es el toque costumbrista, que bien puede evocar a ficciones de antaño sin olvidar una intriga que recuerda que el access prime time es un horario en el que puede haber secuencias más atrevidas de ver.
Su secuencia inicial bien podría llevar a pensar que la serie creada por Daniel Écija, Ángel Turlán y Borja González Santaolalla parece una especie de versión contemporánea de una película de Berlanga, con el funeral del patriarca de la familia Lasierra convertido en un auténtico vodevil. Pero justo esa misma secuencia sirve para, en un tono ligero, invitar al público a dejarse llevar por el misterio. Porque 4 estrellas sabe enganchar desde su inicio.
Una serie que sabe utilizar los elementos propios de las telenovelas para llevarlas a otra dimensión
4 estrellas comienza con la supuesta muerte de Ricardo Lasierra (Antonio Resines), patriarca de la familia que regenta uno de los hoteles más importantes del pueblo de Vera. Su deceso provoca que se revele un secreto, tenía una hija ilegítima, Clara (Toni Acosta), con la que no solo mantenía un contacto constante, sino a la que quería reconocer como una heredera más. Para Clara, el fallecimiento de Ricardo supondrá enfrentarse a su pasado y reabrir viejas heridas.
A pesar de haber sido promocionada como una comedia, 4 estrellas es más bien un drama ligero con tintes de comedia. De hecho, su premisa sería digna de cualquier telenovela, con una heroína desheredada, enfrentándose sola ante a la adversidad; frente a una familia hostil, liderada ahora por una despiadada matriarca. Pero la serie huye de lugares comunes, sin renunciar a ese efecto enganche que tienen los culebrones en general. Es más, sabe reinterpretarlos desde una perspectiva tanto moderna como humana.
Algo que puede verse, es que la familia Lasierra tiene buenos y malos en los que se profundizará más allá del cliché. En este episodio de presentación, puede verse a una protagonista (interpretada formidablemente por Toni Acosta) empática y muy humana, cuyas acciones ya provocan un vínculo con el público. También se sabe retratar a una familia en la que ha habido demasiados secretos, especialmente un patriarca con alma canalla y que no supo afrontar sus propias responsabilidades en vida (estupenda elección la de Antonio Resines, dada su virtud de humanizar a tipos tunantes).
Los secundarios ya apuntan a que darán mucho juego y que 4 estrellas será una historia coral. Se agradece que la comedia aparezca en momentos puntuales, dado que es el propio espíritu costumbrista la que le otorga esa ligereza que invita a disfrutar más de la intriga alrededor del clan Lasierra. Por supuesto, en el episodio piloto no han faltado los momentos dramáticos y el suspense. A priori, da la impresión que la serie de Good Mood ha decidido llevar a las tramas diarias el toque de humor de ficciones como Pelotas o Con dos tacones a un relato digno de Gran Reserva. Es como si Manolo Caro se hubiera tomado en serio la primera temporada de La casa de las flores.
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Una apuesta de TVE que promete
A ello se suma que sabe introducir una mirada femenina diferente. Para comenzar, los personajes principales son mujeres. Junto con Toni Acota, se suman Ana Gracia, Dafne Fernández y Marta Aledo. La primera encarna a Rita, una fría y despiadada matriarca que hará todo lo posible por mantener las apariencias (sin duda, es asombroso el legado de Angela Channing tantas décadas después); mientras que la segunda, Marta, a priori, parece una digna sucesora de su progenitora, permitiendo a Dafne Fernández mostrar otro tipo de registro. El punto luminoso lo pone la tercera, Silvia, antigua mejor amiga de Clara y que se volverá en su aliada.
Mención especial a una frase que comenta Clara respecto al conflicto familiar y que muestra que 4 estrellas aspira a ser una serie diaria diferente: “Ricardo no nos dio opción a elegir. Él ya decidió por mí, por ti, por tu madre. Por todas nosotras”. Un mensaje que da gusto ver de manera explícita, evitando así que las protagonistas carguen con una responsabilidad que, en realidad, les es ajena. Daniel Écija, quien ha estado detrás de éxitos recientes atrevidos como Estoy vivo, La valla o Cristo y Rey, hace una especie de vuelta a los orígenes (dado el carácter coral y costumbrista de la serie) pero desde una perspectiva contemporánea.
Con un reparto magnífico, en el que destacan también Rosario Pardo, Francesca Piñón (ambas necesitan más minutos en pantalla); como David Lorente, Raúl Prieto, Alejandro Albarracín y Antonio Molero (quien muestra un registro más cercano al que ha sabido plasmar en su carrera teatral y alejado de su papel en Médico de familia o Los Serrano); 4 estrellas promete y es una buena alternativa al dominio casi omnipresente de El Hormiguero. Habrá que esperar para ver cómo se desarrolla la historia y cómo se defiende siendo una producción diaria. De momento, toca quedarse con las primeras sensaciones, que más que positivas.