¿Recuerdan Operación Triunfo 2018? Fue la edición en la que participaron Miki Nuñez, Natalia Lacunza, Famous o Alba Reche. Durante las semanas que estuvieron en la academia televisiva tuvieron varios toques de atención por parte de la organización. Noemí Galera les leyó la cartilla, y les preguntó que si se creían Lady Gaga, o que estaban muy convencidos que al salir tendrían una gira porque los del año pasado la tuvieron y que no deberían dar nada por hecho. Que mientras estén en pantallas pueden tener fans, pero lo mismo, cuando salgan, no les conoce nadie.
Digo esto porque me vino a la cabeza aquellos readings durante la emisión de Drag Race España de este domingo, cuando vimos el segundo episodio de la temporada 3. La temática de la entrega giró completamente alrededor del Festival de Eurovisión, primero con un mini challenge de reconocer países y canciones, y después, con una coreografía de SloMo de Chanel.
Desde que esta artista de origen cubano hiciera su ‘chanelazo’ en mayo hemos visto a mucha gente replicar su puesta en escena. De Torito a Andrea Guasch, pasando por Carmen Alcayde. Por eso esperábamos que, en la prueba por equipos, todas las participantes lo diesen todo recreando la conocida canción del jugo de mango. Pero se quedó a medio gas la cosa. En un equipo la estrella fue Clover Bish, que estuvo bien, pero no brutal, y en el otro Pakita, que casi parecía incómoda con el protagonismo que había aceptado, y dio demasiado la espalda a la cámara (y al jurado).
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En la pasarela, la categoría fue España en Eurovisión, y como esperábamos, hubo referencias a Salomé, Soraya, Azúcar Moreno, La Década, Ruth Lorenzo, Lydia, Remedios Amaya, Betty Missiego, Nina y hasta dos guiños a Rodolfo Chikilicuatre. En general, la pasarela estuvo francamente interesante, y aunque Drag Chuchi recibió muchas críticas por su look de La Década, a mí me pareció una fantasía que llevase al concurso a Ana Nery, Cecilia Blanco, Carmelo Martínez y José Subiza a la vez. Su ejecución no fue perfecta, cierto. E incluso podría haber jugado con la idea y haber recreado el clásico número de transformismo en la que un lado es masculino y el otro femenino, pero se agradece que se saliese de lo sencillo.
Antes de comenzar las valoraciones, Supremme de Luxe, la presentadora, recordó que "esto que habéis hecho hoy aquí es solo un pequeño aperitivo de lo que tendréis que hacer en el Gran Hotel de las Reinas", arrancando así la promoción de la nueva gira de concursantes. Y tras esto, soltó una bomba.
"Chicas, que queremos hablar con vosotras. Yo creo que nos conocéis de las dos temporadas anteriores y... ¿nos habéis visto alguna vez dar un toque de atención o regañar en general o hacer algún comentario grupal en las dos temporadas? Pues nos toca”, avanzaba. "Os lo avisé la semana pasada. Cuidado con determinadas cosas, y cuando hemos visto el maxi reto de hoy ha habido cosas que nos han espantado. Se notaban los rellenos doblados, girados, marcas de demarcación de medias, pero de una manera tremenda. Pelucas sin peinar absolutamente nada...", lamentaba. Para los jueces lo que se había visto en el número de Chanel podría ser "una despedida de soltero, un carnaval, una clase de zumba..." y justificaban que ese nivel de exigencia "por vosotras y también por el programa", y que saben que pueden dar mucho más.
Como bien citaba Supremme, se trataba del segundo toque, por segunda semana consecutiva. Por no pulir detalles, por no prestar atención al detalle. Entendemos que Drag Race es un formato exigente, que han tenido que montar una coreografía en un periquete, algunas aprendiéndose un número casi por primera vez, pero no es excusa. Como dijo en su día Noemí Galera, no pueden ir por ahí como si fuesen Lady Gaga, tienen que ser muy exigentes. Y demostrar todo, todo el tiempo, sin dar nada por sentado. Ahora tienen en el horizonte una gira del Gran Hotel de las Reinas, sí, pero volviendo a mencionar aquella edición de OT 2018, recordemos que hubo conciertos que se cancelaron por falta de venta de entradas, y otros se trasladaron a lugares más pequeños porque no había tanto interés en pasar por taquilla. Y eso que era un talent show en abierto que tuvo una media de casi dos millones de espectadores por gala.
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Volviendo a Drag Race España, la sensación de que el casting es flojo está sobre la mesa. No por comentarios malignos en redes sociales. Se lo han dicho a ellas a la cara, en dos ocasiones, varias personas. Alguna ha terminado llorando. Otras pensarían que maldita la hora en la que se sumaron a este proyecto, que quién les mandaría presentarse a las audiciones. Esperemos que esta semana hayan tocado fondo, y que a partir de ahora todas resurjan de sus cenizas y con fuerza.
La ganadora de la prueba semanal fue Pink Chadora, que ni baila, ni canta, pero supo resolver la papeleta tirando de humor. Los jueces dieron a entender que Clover tenía todas las papeletas para ganar, pero que por esos detalles que mencionan no se ha podido llevar el gato al agua. Lo cierto es que, desde casa, no se pudo apreciar especialmente bien el trabajo de Pink, pues la realización a veces resultaba confusa, y no es que no fuese justa su victoria, simplemente no se pudo apreciar bien lo que el jurado vio en ella.
En la parte baja quedaron Drag Chuchi y Vania Vainilla, y la primera terminó como eliminada, tras haber hecho lipsync en dos ocasiones. Sin embargo, como sabemos, habrá repesca, así que lo mismo en unas semanas vuelve al taller. Y regresa con la lección aprendida, para que no tengan que decirle más veces que se coloque bien los pendientes reales antes de pisar el escenario, pues hay ruveals que todavía no puntúan.