La periodista Toñi Moreno hizo este lunes una visita a los concursantes de MasterChef 11, y como sucede con otros invitados, su misión era probar y opinar sobre los platos de los aspirantes. Una forma de entrenarse, en cierto modo, de lo que le espera, pues como ya se confirmó ella será una de las concursantes del próximo MasterChef Celebrity.
En un momento de su participación, Toñi Moreno explicó que ella es amiga de María del Monte. Y los jueces, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz le preguntaron que a quién llevaría de amiga al programa, y Moreno apuntó que “sin duda, a María del Monte”. Pepe entonces aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje para la cantante de sevillanas: “Querida María del Monte. Nosotros no somos nada rencorosos. Estás invitada a MasterChef cuando quieras. Esta es tu casa”.
Hay que destacar que la relación de María del Monte, que ya había participado en formatos como Tu cara me suena, no fue precisamente idílica con los jueces de MasterChef. La andaluza fue una de las concursantes de la primera temporada del Celebrity, pero en la segunda gala tiró la toalla, justo cuando debía enfrentarse a una prueba de eliminación.
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“Yo no voy a cocinar. Quiero dirigir unas palabras a mis compañeros y a los jueces. No sé si tengo que cocinar, si tengo que montar una mesa. Y a mí me gusta disfrutar de las cosas, y no estoy disfrutando”, dijo entonces. Y añadió que “a parte de agradecer vuestros consejos, os digo que no es necesario tener todo el día la cara del fiscal de Morena Clara”. Un largometraje en la “que el fiscal tenía todo el día la misma cara. Entonces a mí no me gustan estas caras”. En su despedida, también tuvo unas palabras hacia sus compañeros, y en especial se dirigió a Miguel Ángel Muñoz, quien terminaría resultando el ganador de la temporada. A él le dijo: “Eres el tío que mejor he conocido en los últimos tiempos. Si te pudiera robar, te llevaría para mi casa”.
De esta manera, María fue la primera persona que criticaba de forma abierta al programa por cómo trataba a los concursantes, algo a lo que luego se sumarían muchos otros, eso sí, ya una vez habían salido. Su abandono, además, obligó a la productora a tomar medidas de cara a las siguientes ediciones. Así, se estableció una cláusula, conocida entre bambalinas como la 'cláusula Maria del Monte', por la que los aspirantes podrían enfrentarse a una penalización de 100.000 euros si cuentan lo que ocurre en las grabaciones.