Dicen que las oportunidades hay que aprovecharlas y eso lo ha debido pensar Joaquín Prat esta pasada mañana en El programa de Ana Rosa. El alcalde Madrid, José Luis Martínez-Almeida, habló con el magacín mediante videollamada para hablar con la presentadora titular. Tras comentar diversos temas de actualidad con Quintana, el periodista no quiso desaprovechar el momento para lanzarle una queja.
El presentador de Ya es mediodía se quejó de que había sufrido un 'atraco' por parte del Ayuntamiento, refiriéndose en esos términos a las multas de tráfico que había tenido. "Alcalde, es para su concejal o concejala de movilidad, que no sé quién es. Percibo un ligero afán recaudatorio en los radares de las calles de Madrid. Usted y yo somos moteros, no solo eso, hemos cumplido años el mismo día... y no sé, a ver si se puede relajar eso un poquito", expresó ante la mirada del regidor.
"Yo entiendo que hay que respetar las medidas de circulación, pero últimamente veo radares agazapados por todas las calles de Madrid", continuó Prat en su queja que era a la vez una demanda para que cesasen multas que consideraba que su objetivo no era la seguridad vial.
Almeida no dudó en darle réplica, intentando hacerle ver que la intención de dichas multas se corresponde a evitar accidentes de tránsito. "No es un afán recaudatorio, aunque entiendo que a veces se pueda tener esa sensación. Lo que te digo es que los datos de siniestralidad del año 2022 son los mejores que tenemos desde el 2019. Hemos mejorado en esos términos y es fundamental que tengamos que controlar la velocidad a la que van los vehículos por las calles de Madrid", argumentó.
El regidor también quiso dejar claro que las multas no están pensadas con afán recaudatorio, además de comprometerse en hablar con su concejal de movilidad. "La recaudación que hace el Ayuntamiento de Madrid en el ámbito de las multas, un poco más arriba o más abajo, no tiene un impacto presupuestario que justifique que tengamos que ir poniendo multas por radar", explicó.
"Los ponemos en los puntos donde la Policía Municipal tiene localizado donde se producen los accidentes por consecuencia de excesos de velocidad. En todo caso, hablaré con el concejal de movilidad", prosiguió.
Las palabras de Almeida convencieron a Prat, quien reculó, comentando que no hacía falta esa conversación, aunque sí que compartió que no estaría demás que en ciertos tramos donde la velocidad está puesta a 30 kilómetros por hora, se ampliase el límite de velocidad.