Y llegó el momento, ya ha podido verse en directo la espectacular puesta en escena de Blanca Paloma para en esta gran final de Eurovisión. Y es que la artista levantina ha alzado el vuelto y ha interpretado su canción, EaEa, este sábado 13 de mayo. Ha sido justo la octava actuación, justo la anterior a la gran favorita de la velada, la sueca Loreen y su Tattoo.
A pesar de los cambios provocados por las limitaciones técnicas de las cámaras de la BBC, Blanca Paloma ha ofrecido una interpretación mágica, en la que sus pichones han podido alzar el vuelo en una correcta reinterpretación de la puesta en escena planteada en el Benidorm Fest y que ha mantenido ese espíritu lorquiano que envuelve su canción y ese duende que esconde esa pasional nana. Una de las actuaciones con mayor puesta en escena de la noche, en la que cada detalle ha contado, como el cuidado diseño de los trajes de las bailarinas, quienes ejercen como una especie de consejo de sabias que guían a la ilicitana en cada gesto.
Vuelven a estar presentes esos flecos rojos que estuvieron en Benidorm, y que son similares a los que llevaba su abuela. Y estéticamente encaja con el tema, una canción de cuna que mezcla los aires flamencos con la electrónica. La canción fue escrita por el compositor y guitarrista José Pablo Polo, quien ha acompañado a la alicantina durante casi dos años.
Las novedades más destacadas con respecto a su actuación en el Benidorm Fest se han concentrado en el segundo tramo de la canción. Hay un nuevo juego de luces, y varían algunos movimientos de cámara, que potencian la calidad de la propuesta. Hay un plano cenital con zoom in, que recrea el efecto de un ojo, y los focos a ras de suelo simulan la cortina de flecos que envuelve ese espacio de intimidad.
“Se trata de un crecimiento escénico potenciado a nivel visual desde el vestuario y junto con el resto de la propuesta artística”, explicaba hace unos días sobre la propuesta Paola de Diego, creadora del concepto, a RTVE. “Queríamos mantener el espíritu del Benidorm Fest, ya que es la propuesta que ha llevado a Blanca Paloma hasta aquí”, contaba por su parte el figurinista de RTVE Raúl Amor, quien es además el estilista de la cantante en Eurovisión.
El vestuario de Blanca Paloma es una reinterpretación de lo que pudimos ver en el Benidorm Fest, certamen del que se alzó como ganadora. Un traje que representa la fuerza de una arquera, con un corpiño muy vistoso en un color granate muy vivo. El vestuario se ha hecho sobre el propio cuerpo de la artista, y “reúne la fuerza, la pasión, el músculo, la dureza, la protección de la armadura, pero con formas suaves y orgánicas que le dan esa dualidad tan especial”, según el figurinista en la misma charla.