"Estoy muy contenta. Sálvame es el programa de mi vida y estoy en la productora que quiero estar. Llevo 13 años en La Fábrica de la Tele y espero jubilarme con ellos. Es mi casa". Estas fueron las palabras con las que Belén Esteban celebró la renovación de su contrato de larga duración con la compañía el pasado mes de marzo. La colaboradora expresó lo "libre" que se sentía en su programa de "decir lo que quiera".
La noticia llegó en un momento extraño, pues el código ético que implantó la nueva cúpula de Mediaset España limitó de forma notable los contenidos del magacín, vetando nombrar a personajes que hasta entonces habían sido protagonistas del universo made in Telecinco y prohibiendo a hacer cualquier comentario político. Eso sí, la renovación de la Esteban supuso un chute de positividad al tiempo que en Sálvame se olían lo peor.
Y los peores presagios se confirmaron hace una semana, cuando Mediaset España hizo oficial que el programa dejará de emitirse el próximo 23 de junio, después de 14 años en antena. El adiós del buque insignia de Telecinco implica que los colaboradores se queden en la calle, y que a muchos de ellos, les cueste encontrar trabajo después de tantos años en el magacín que ha sido presentado por Jorge Javier, Carlota Corredera o Paz Padilla.
No será el caso de Belén Esteban. Desde que aterrizara el 1 de mayo de 2009 en Sálvame, la Princesa del Pueblo se ha convertido en uno de los rostros más queridos, gracias a su naturalidad y espontaneidad. Es cierto que la Esteban no es el personaje potente que utilizaba Telecinco para reventar el audímetros - ¿se acuerdan de sus belenazos?-, pero, a lo largo de estos años, la colaboradora ha sabido abandonar su faceta más estridente y grotesca para mostrar otra mucho más amable y divertida.
Aunque su nombre siempre (o casi siempre) ha estado ligado a Telecinco, la Esteban entra en ese selecto grupo de famosos que gozan de cierta transversalidad. Tan bien pega ver a Belén en un Deluxe que en un Amigas o conocidas o, por qué no, en un Y ahora, Sonsoles. Su hipotético fichaje por la cadena rival, y más concretamente por el programa que pilota la última presentadora en abandonar el barco de Mediaset, sería un golpe de efecto en toda regla para contrarrestar el efecto que pueda tener el salto de Ana Rosa a las tardes.
La Esteban podría volver a la que durante un tiempo fue su casa. Su primer trabajo en televisión fue en el año 2000, en Como la vida. Era un matinal que presentaba Alicia Senovilla y en el que Belén participaba en una sección en la que se comentaba todo lo que tenía que ver con El Bus, el reality que por entonces emitía la cadena con sede en San Sebastián de los Reyes. Más tarde, Ana Rosa acabó fichándola para Sabor a ti.
Pero, la realidad, es que se trata de un movimiento casi imposible. Y aquí volvemos a las primeras líneas de este artículo, en las que recordábamos que La Fábrica de la Tele renovó el contrato de Belén Esteban. Ahora se entiende mejor que la compañía que dirige Óscar Cornejo anunciara, por primera vez, su extensión contraactual. Esto implica que la de Paracuellos está atada a la productora.
Su enfado con Mediaset España
Así las cosas, a Belén se le cierran las puertas de participar en alguna sección del nuevo programa que presentará Ana Rosa, pues tal y como informó Mediaset, será un magacín producido por Unicorn Content. Poco probable también es que Belén aparezca en los otros programas con los que La Fábrica de la Tele permanecerá en la compañía: Socialité y Todo es mentira.
Pero ojo, nunca se puede descartar que Antena 3 puje por ella este verano, en el caso de que Sálvame no recale en una plataforma de pago, como se está rumoreando. Y no solo podría reforzar el plantel de colaboradores de Y ahora, Sonsoles, sino que el canal de Atresmedia podría sacarla rédito en formatos blancos como Mask Singer, El Desafío o, por qué no, Tu cara me suena, ya que se postuló para ir a Eurovisión. Lo que Belén no está ocultando en los últimos días es su enfado con las decisiones tomadas por los nuevos responsables de Mediaset.
A la de Paracuellos no le gustó que Alessandro Salem, el nuevo consejero delegado de Mediaset, asegurara que Sálvame es cancelado porque sufre un desgaste de audiencia. "Es acojonante", dijo en Instagram y, también, en directo este lunes. Tampoco dudó en mofarse de la compañía que le da trabajo, cuando se enteró que aceptó la condición de Jesulín de Ubrique de no zapear su entrevista con Bertín Osborne en Mi casa es la tuya en Sálvame. "Lo elige él, pero lo acepta Mediaset, Mediafor, o como se llame ahora esta empresa", estalló.