La segunda entrega de la tercera edición de Mask Singer puso en liza a un nuevo grupo de máscaras, compuesto por Cupcake, Sirena, Matrioska, Gnomo, Gorila y Banderilla. La primera que tuvo que ser desenmascarada fue Matrioska, que cayó eliminada tras cantar el tema de Ed Sheeran Bad Habits. "Formo parte de un selecto club de supermuñecos. Soy icono de un país. He vivido una historia de amor de película", fueron sus pistas.
Sin embargo, ninguno de los investigadores supieron que se trataba de la top model argentina Valeria Mazza. "Nadie en España lo hubiera imaginado", apuntó Ana Obregón, que creía que debajo de Matrioska se escondía Alaska. Javier Ambrossi, por ejemplo, creyó que era Xuxa, Mónica Naranjo mencionó a Tamara Rojo y Javi Calvo se atrevió con Karmele Marchante.
Mazza mostró su felicidad "porque nunca había cantado fuera de la ducha y mi gran desafío fue tapar mi acento". Nacida en Rosario (1972), está considerada como una de las modelos más famosas de los noventa. A lo largo de su carrera, ha vestido para firmas tan importantes como Dolce & Gabbana, Dior o Valentino. También fue jurado en el programa de televisión Supermodelo (2006) y en el certamen Miss Universo (2009).
La segunda máscara en tener que revelar la identidad fue Gnomo. Debajo de sus barbas estaba José Ramón de la Morena, el mítico locutor de radio. "Los gnomos somos muy mañosos a la hora de construir nuestras casas. No hay nada como los cariñosos saludos de tus vecinos. Mi poder preferido es poder detener tiempo", dio como pistas.
Y, una vez más, nadie reconoció a la voz de El Larguero o El Transistor, al barajarse los nombres de Rodolfo Sancho, Fernando Alonso o Pocholo. "Se me habían acabado los cuentos para niños y me faltaba contar el del gnomo. Estará flipando ahora mismo mi hijo. Me he sentido muy torpe y acomplejado. Creo que he superado la timidez", dijo el periodista deportivo, retirado de las ondas hace dos años.
Sin embargo, Ana Obregón eclipsó a las nuevas revelaciones al contar cómo y con quién fue su primer beso. "Mi primera cita fue con Miguel Bosé", dijo la presentadora sorprendiendo a sus compañeros. "Era muy niña. Tendría 16-17 años. Había la típica fiesta de 'guateque' y vi al Miguel de lejos. Digo: 'me lo quiero ligar'. Iba espectacular. Llevaba una coleta, unos vaqueros, unas botas camperas por encima del vaquero y el primer beso con lengua se lo di a Miguel Bosé", contó.
Lo cierto es que, pese a que Mask Singer fue el primer proyecto con el que la Obregón regresó a la televisión después de la muerte de su hijo Aless -se grabó el año pasado-, la protagonista de Ana y los siete está mostrando su lado más divertido. Ana continúa en Miami, cuidando de su nieta Ana Sandra, a la espera de poder regresar a España.