Reconocido por ser el veterano presentador de La ruleta de la suerte, Jorge Fernández se ha convertido en uno de los rostros más visibles de la lucha contra la enfermedad de Lyme. El de Mondragón anunció públicamente en 2019 que padecía esta afección, lo que le llevó a perder más de 10 kilos en un período de tiempo muy corto y que llegó a preocupar a sus seguidores. El guipuzcoano no sólo ha hablado de cómo ha vivido con la dolencia, sino que ha denunciado también la falta de inversión pública en los tratamientos.
Ha sido en una entrevista para la revista ¡Hola!, coincidiendo con el Día Internacional de la Enfermedad de Lyme, donde ha dado detalles sobre cómo ha convivido con el padecimiento y cómo su médico le llegó a recomendar que abandonase su labor como presentador del emblemático concurso de Antena 3, uno de los más seguidores de Atresmedia. El míster España 1999 confesó que lo que peor llevó fue la incertidumbre, dado que el diagnóstico sobre lo que padecía no fue sencillo.
"Lo peor es la incertidumbre y que empeoras. Ni me miraba al espejo", señaló a la publicación. El motivo de que se tardase tanto el diagnóstico fue porque la enfermedad de Lyme no se visibiliza rápido. Causada por la picadura de una garrapata, puede estar latente durante varios años. "Me empezaron a doler los tobillos, rodillas y hombros. Cada vez dormía peor. Después empezó a molestarme el estómago y perdía más peso", relató. De hecho, el presentador llegó a llorar antes de comenzar las emisiones del concurso, debido al dolor.
['La ruleta de la suerte': las claves de su éxito tras quince años en Antena 3]
"A lo mejor me pudo picar hace diez. Puedes no desarrollar la enfermedad, pero, si el sistema inmunológico está deprimido, aparece", explicó. Lo peor fue cuando se le comenzó a acumular mercurio en el cuerpo, lo que provocó que su sistema inmunitario se desestabilizase completamente. Fue en ese momento, cuando el médico le recomendó dejar de trabajar. "Me dijo que lo dejara", dijo, aunque para el guipuzcoano había sólo una cosa clara: no abandonaba el concurso. "Yo no iba a dejar La ruleta de la suerte".
De hecho, los seguidores del concurso fueron los primeros que notaron el cambio físico del presentador, con bajadas rápidas de peso y un empeoramiento de su apariencia. No obstante, eso no impidió que estuviera a pie del cañón.
Una vez diagnosticado, comenzó un duro y lento proceso de recuperación. El modelo reconoció al semanario que le llevó un año sentirse "medio bien" y otros dos para poder decir que está "mejor". "Es un proceso muy largo siendo superestricto con la alimentación, haciendo ejercicio y durmiendo bien", detalló.
Como abanderado de la lucha contra la enfermedad de Lyme, Fernández ha aprovechado para denunciar la falta de ayudas públicas para combatir la afección. "Los suplementos son carísimos. Y no hay ayudas. Lo mismo para el mercurio, hay poca gente que sepa quitar el mercurio, aluminio, arsénico o plomo", exclamó.