Hubo un tiempo en el que media España trasnochaba para ver las carreras de Fórmula 1. La culpa la tuvo un asturiano llamado Fernando Alonso que, con su Renault, hacía vibrar a una audiencia millonaria gracias a sus extraordinarias salidas y adelantamientos. ¿Se acuerdan de la pasada a Michel Shumacher en el circuito de Suzuka 2005? Un día, todo eso se acabó y, poco a poco, el automovilismo fue perdiendo interés, en parte, porque Alonso ya no ganaba. Pero la 'alonsomanía' ha vuelto. La gente ha recuperado la ilusión por ver las carreras, gracias al buen rendimiento de su Aston Martin, que sí está haciendo justicia su destreza al volante, y con el que se ha subido al podio en tres de las cuatro carreras que se han celebrado este año.
"Llegará la 33 y, entonces, la 33 pasará a la historia y empezaremos a hablar de la 34. Y luego soñaremos con cosas más grandes", dice un optimista Antonio Lobato, la inconfundible voz de la Fórmula 1 en nuestro país, que atendió a BLUPER días antes de que se celebrara el GP de Emilia-Romaña, en Imola, y que tuvo que ser cancelado por las lluvias torrenciales en Italia. El sueño por la 33 está más cerca que nunca porque este fin de semana se corre en Mónaco (domingo, 15.00, en DAZN), un circuito que premia las habilidades del piloto por encima de las prestaciones de los monoplazas.
Pero además de Alonso, también compite otro español, Carlos Sainz. Por eso, Lobato tiene el corazón más dividido que nunca. "Es como, ¿a quién quieres más, a papá o a mamá?. Ostras. Les quiero mucho a los dos y me gustaría que ganaran los dos, aunque sé que eso es imposible", dice confesando que lo más "difícil" es "tener que narrar las "batallas" entre ambos: "Llega un momento que no sabes cómo hacerlo y, sobre todo, cruzo los dedos para que, por favor, no se toquen". Advierte, eso sí, que en el momento en el que se produzca un lance de carrera parecdido al de Bakú, será "absolutamente neutral".
Es digno de reconocer, además, que el éxito de la Fórmula 1 en España ha ido de la mano de Antonio Lobato por la pasión que le pone a la hora de narrar las carreras. No para quieto en el estudio. "Cuando acaba una carrera, tengo la sensación de que he estado todo el rato sentado", dice el periodista, que sí estará presente en Montmeló, aunque su plan pasa por emular la estrategia del primer año en Movistar, en el que acudió de forma presencia a 6-8 citas del calendario. "Así puedes discutir cara a cara y no por WhatsApp", bromea. ¿Y cuánta cuerda le queda al frente de las retransmisiones del gran circo de la Fórmula 1? "Seguiré mientras aguante y esto me siga haciendo disfrutar tanto", responde.
¿Cómo estás viviendo este resurgir de la Fórmula 1 en España?
Si te digo la verdad, con un poco de sorpresa porque yo hace muchos años, cuando viví el GP de España de 2006 y vi el ambiente que había en el circuito, dije 'ostras, puede que tengamos éxito en el futuro, que vengan otros pilotos, pero esto no lo vamos a repetir'. Y creo que me tengo que comer esas palabras, porque lo que estamos viviendo ahora, sin un Fernando ganador, es algo muy parecido aquello. Yo te diría, que incluso, es más potente porque teniendo en cuenta que ahora la Fórmula 1 no se ve en abierto como entonces, vivo la repercusión tan grande que tiene, especialmente entre la gente joven que no ha visto correr Alonso, y es algo bestial. La culpa la tiene algo que no existía entonces y son las redes sociales.
Fernando Alonso aun no ha conseguido ganar, pero es que tenemos a dos pilotos españoles peleando por subir al podio.
Es algo que no somos conscientes de lo que estamos viviendo. Lo hablo muchas veces con Pedro Martínez de la Rosa. Es un momento histórico. No sólo porque Fernando está ahí con 41 años y está convertido en una leyenda, sino que en todas las carreras vamos a tener a los dos españoles el top 5 de parilla y en el top 5 de carrera e, incluso, en algunas, es muy posible que podamos ver doble podio, a poco que Ferrari mejore. Esto es un sueño, nunca ha pasado. Tenemos que disfrutarlo porque no durará mucho. A Alonso le quedará uno o dos años. Carlos seguirá, pero no hay mucho más por detrás.
¿Cuáles son los circuitos en los que tenemos más opciones de victoria?
¡Uf! Si cogemos las referencias ahora mismo, sin tener en cuenta las evoluciones que va a haber en el corto plazo, porque a partir de Imola va a haber mejoras en todos los equipos, especialmente en Mercedes, siempre en Red Bull y algo en Aston Martin, creo que lo más fácil es pensar en Mónaco. En velocidad punta, circuitos donde hay DRS, donde la carga aerodinámica sea fundamental, Red Bull está en otra dimensión. Mónaco es una excepción a la regla porque allí vale todo. Lo que importa es el grip mecánico, las manos del piloto, la suerte, la clasificación... Quizás es el lugar donde Aston Martin puede estar muy fuerte, donde Carlos siempre ha estado muy bien y donde pueden pasar cosas. Pero oye, igual llega Imola y los Red Bull se tocan en la primera curva y, automáticamente, Fernando gana en posibilidades de triunfo y Carlos de podio.
En las últimas semanas no se habla de otra cosa: la 33. ¿Cómo se imagina Antonio Lobato esa ansiada victoria del asturiano?
Llegará la 33, porque yo creo que en algún momento los Red Bull se equivocarán o habrá un golpe de fortuna. Y entonces, la 33 pasará a la historia y empezaremos a hablar de la 34. Llegará un momento, si no pasan cosas muy raras, que soñaremos con cosas más grandes. Sí, Verstappen está intratable, pero Fernando sigue estando ahí. Y si tienen un día un problema y Aston Martin progresa y recorta la distancia empezaremos a pensar no en la 33, no en la 34 ni la 35, sino en el tercero. Esto ya es soñar muy fuerte, pero como soñar es gratis...
"Cuando la Fórmula 1 se emitía en Telecinco, Antena 3 y laSexta, dependías mucho de Alonso. Si abandonaba, la curva de audiencia se desplomaba"
¿Da un poco de rabia que la gente sea tan resultadista o es normal que se suban al carro con los podios?
No, a ver, eso es normal. Si te soy sincero, la gente ha perdido eso de estar sin comer en el salón para ver la Fórmula 1, pero a cambio hemos ganado otras cosas. Y es que ha crecido la afición muchísimo a la Fórmula 1 en general. Me acuerdo que cuando antes estaba en Telecinco, laSexta o Antena 3, dependías mucho de Fernando. Si Alonso abandonaba, la curva de audiencia se desplomaba. Se marchaba mogollón de espectadores. Ahora, incluso cuando Alonso no ha estado o no estaba en la batalla, la gente veía las carreras, y eso que estamos en televisión de pago. La audiencia es mucho más estable. Quizá, lo que más rabia no es que se enganchen ahora, sino que mucha gente pensaba ya no era el que era. El Fernando de ahora ha estado ahí todo el tiempo, el problema era que el coche que tenía no le permitía lucirse tanto. Somos resultadistas en el sentido de que sí nos pone un segundo o un tercero, pero no tanto un séptimo. Y, a lo mejor, hacer un séptimo con el Alpine del año pasado tenía más mérito que hacer tercero ahora con el Aston Martin.
¿Antonio Lobato tiene el corazón dividido? ¿Cómo lo haces para que ninguno de los dos pilotos españoles se puedan enfadar?
Es complicado y fácil al mismo tiempo. Yo tengo una ventaja. Soy amigo de Fernando y soy amigo de Carlos. A Fernando le tengo cariño por todo lo que hemos vivido, cosas buenas y malas, y a Carlos también, porque antes de que llegara a la Fórmula 1, cuando estaba en la GP3, yo cenaba con él y con su padre, y viví el sueño de ese chaval que quería llegar a la F1 y emular los pasos de Fernando. Y ahora están los dos. Es como '¿a quién quieres más, a papá o a mamá?'. Ostras. Les quiero a los dos mucho y me gustaría que ganaran los dos, aunque sé que eso es imposible. Viviré con pasión cuando Fernando haga cosas buenas y haré lo mismo cuando lo haga Carlos.
Sí es verdad que, ahora mismo, hay una situación que para mí es complicada, y es tener que narrar batallas de los dos. Eso sí es difícil, porque llega un momento que no sabes cómo hacerlo y, sobre todo, cruzo los dedos para que, por favor, por favor, no se toquen porque eso sí que es una faena. En el momento que haya que analizar una maniobra, seremos absolutamente neutrales. Ocurrió con lo que pasó en Bakú, que hubo una maniobra que Fernando la vio de una forma y nosotros la vimos de otra, y ya está. Lo contamos, lo dijimos, discutimos por vía interna y no pasó nada más. Pero seguiremos contando las cosas como creemos que tiene que ser, y no lo que diga yo solo. De todo eso sale la verdad, sin partidismos o subjetitividades.
"Cuando acaba una carrera, tengo la sensación de que he estado todo el rato sentado, pero no, el cuerpo me pide moverme"
¿Cómo te contienes en el estudio ahora que no viajas?
La verdad es que no me contengo. Soy así, siempre he sido así. A veces, veo vídeos de otros narradores que hacen algo parecido, pero lo veo un poco forzado porque ahora se ha puesto de moda poner cámaras en cabina. Yo te diría que sabiendo que la tengo, me corto algo. Tengo fotos que me hacían los técnicos que viajaban conmigo en Telecinco mucho más bestias. De pie, encima de las sillas. El problema es que yo no soy consciente. Cuando acaba una carrera, tengo la sensación de que he estado todo el rato sentado, pero no, el cuerpo me pide moverme. Cuando me veo no me reconozco.
¿Qué el precio has pagado por ser la voz de la Fórmula 1?
Hombre, perdí muchas cosas. Doce años de ver crecer a mi hija, porque en aquellos años me tiraba como 190 días fuera de casa. Cuando pasaban cosas, normalmente yo no estaba y esa sensación de que se te escapa el tiempo de las manos y lo más importante de tu vida, que es tu familia, pues es duro. Me acuerdo de la intranquilidad y del desorden. Estar 190 días con una maleta para arriba y para abajo cruzando el mundo te provoca mucho desorden. Yo echaba de menos tener contacto con mis amigos, poder disfrutar de unas cañas de forma regular, poder ver una serie con mi familia eso no existía. Y eso cosas son pequeñas, luego están las grandes, cuando mi mujer estaba enferma. Cuando había un problema grande en casa o no estaba o me tenía que ir. Sé que la Fórmula 1 me ha dado muchas cosas, pero es duro. La gente ve los viajes como momento de disfrute cuando estás de vacaciones y los viajes cuando trabajas y estás metido en el lío de la Fórmula 1, no es entretenimiento, apenas ves nada de los países en los que estás, y es mucha tensión porque es mucha carga de responsabilidad. Y quema bastante, ¿eh? Quema hasta el punto que llegó el día que dije 'tengo que dejarlo' porque podía empezar a odiarlo.
"Me perdí muchas cosas por la Fórmula 1, cuando había un problema grande en casa, o no estaba o me tenía que ir"
¿Qué es lo más loco que te han propuesto en todos estos años?
Así cosas raras, no. Todo lo que me han propuesto han sido cosas profesionales, pero todo dentro de una lógica: desde doblar películas como Cars, meter la voz en juegos de consolas, pero poco más. Hace poco me dijeron 'tienes que hablar con no sé quien para que tu voz esté en los navegadores para meter las direcciones'.
¿Vas factible la llegada de la Fórmula 1 a Madrid?
Es un tema que entra en conflicto con otro tema, que ahora mismo el GP de España está en el circuito de Cataluña, pero también es verdad que la F1 apuesta por espectacularidad y la aparición por los circuitos urbanos está creciendo en el calendario. Barcelona es un lugar increíble, ojalá que siga en el calendario muchos años más, pero que haya una carrera en Madrid, ostras, puede ser muy espectacular. Si conseguimos dos grandes premios sería la bomba. Tengo muchos amigos en el circuit, ha habido muchas carreras históricas allí y sería bonito que continuara. Ya que tenemos dos pilotos españoles, qué mejor que tenes dos grandes premios.
¿Antonio Lobato tiene un museo particular en casa con recuerdos especiales?
No. Tengo pocas cosas. No he sido muy loco de coleccionar. Tengo una gorra de Fernando, que fue la última que llevaba en Ferrari porque era la que llevaba en el GP de Abu Dabi. Tengo un disco de freno de carbono y pocas cosas más. No tengo gran cosas. Tengo algunas maquetas de coches de F1, el tubo de los australianos...
"Seguiré mientras aguante y esto me siga haciendo disfrutar tanto"
¿A ti te queda cuerda para rato?
Fernando y yo debemos ser parecidos. Él si que tiene cuerda para largo porque está en un equipo donde se siente muy cómodo de momento, donde las cosas van muy bien, físicamente está hecho un portento y el talento nunca se pierde. En mi caso, yo lo tengo muy claro. Seguiré mientras aguante yesto me siga haciendo disfrutar tanto. En el momento en el que no disfrute, entonces lo dejaré. Ahora mismo, que no nos oiga nadie, pero esto es como ir a Disneylandia.