El pasado mes de febrero, la nueva directiva de Mediaset daba un volantazo a la forma de hacer corazón que había hasta entonces en el grupo. Y es que expusieron una lista de 13 nombres (que luego se amplió) de personajes que no podían ser mencionados en sus programas, ni tampoco se podía emitir imágenes de ellos. El listado inicial estaba compuesto por Rocío Carrasco, Fidel Albiac, Antonio David, Rocío Flores, Kiko Rivera, Olga Moreno, Marta Riesco, Gloria Camila, José Fernando, Ortega Cano, Rosa Benito y Rosario Mohedano.
Poco a poco, algunos programas aprendieron a esquivar este veto, por ejemplo, llamando a Kiko Rivera como “el hermano de Isa Pi”, y así se refirió a él Aguasantas en una entrevista en el Deluxe, cuando narró cómo el DJ bañó a su hermana con una manguera en un desaire.
Sin embargo, esta tarde Sálvame ha dado un paso más allá, y es que ha emitido imágenes de archivo de Kiko Rivera, pero ocultando su rostro tras el dibujo de una gran naranja, y distorsionando su voz. Una forma así de lidiar la censura impuesta en ese y el resto de programas de Telecinco y de Cuatro.
Todo sucedió durante una pieza en la que hablaban del abandono de Manuel Cortés de Supervivientes por motivos de salud. El hijo de Raquel Bollo tuvo que terminar su aventura en el concurso el pasado domingo por una obstrucción intestinal, y eso sirvió para recapitular cómo otros miembros de su familia también salieron de Supervivientes pero no porque estuviesen nominados, sino porque abandonaron de manera voluntaria o por razones de salud.
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Isabel Pantoja, tía de Manuel, por ejemplo, salió pocos días antes de la gran final por recomendación de los médicos. De ella han rescatado frases como la de “Aquí mi tiempo ha terminado, humanamente y físicamente, es imposible, no puedo”; “Quiero irme, llevo aquí muchísimas semanas y no puedo más, ay, mi mente, mi mente, mi mente”; o el no menos célebre “Quiero irme, aunque sea nadando”.
Anabel Pantoja, en 2014, pidió que la echasen de la competición porque le venía grande la convivencia, y luego estaba el caso de Kiko Rivera, que participó en 2011. Entonces, el hijo de la tonadillera sufría un episodio de gota que le hacía estar apartado de la convivencia, casi sin poder moverse. En el fragmento que ha rescatado el programa aparecía con la voz distorsionada, aguda, casi paródica, diciendo: “No estoy dispuesto a jugar más con mi salud y por eso tomo la decisión de irme”. Un recorte que apenas ha durado cuatro segundos, pero que se puede entender como una declaración de intenciones por parte de Sálvame de saltarse las normas establecidas.