El actor Kabir Bedi, conocido por su trabajo en la serie de televisión Sandokan, fue el invitado de El Hormiguero de este primer lunes de junio. Y es que el intérprete indio acudía a promocionar Historias que debo contar, un libro en el que recoge sus memorias. Nada más entrar al plató, Bedi se rindió ante Pablo Motos: “Me has invitado a tu programa, el más popular de España”, decía en español, y apuntaba que a todo el mundo que le comentaba que iba a ir al espacio de Antena 3 soltaba una exclamación. “Hoy Pablo Motos es más popular que Sandokan”, sentenciaba el invitado.
Sandokan fue una serie de producción italiana que en España se emitió en 1976 en RTVE, y fue un fenómeno de audiencias. “Tu fama no se podría comparar con nadie, levantabas pasiones en todas las edades”, le reconocía Pablo Motos, algo que Kabir Bedi confirmaba. Buena parte de la charla giró sobre la serie, que constaba solo de seis episodios, y el programa rescató una secuencia en la que el personaje de Sandokan se enfrenta un tigre y lo mata durante un salto. “Es verdad que es una escena mítica, y es verdad que salto enfrente del tigre. Pero es imposible que en ese salto yo pueda cortar al tigre desde abajo”, explicaba el artista, que desgranó que él salto, el tigre saltó, pero que fue en momentos diferentes y se unió gracias a los efectos especiales.
A pesar de que hayan pasado más de 40 años de aquella producción, para Kabir es “un honor enorme” que todavía le recuerden. Gracias a ese trabajo pasó a ser un actor solo conocido en la india a otro de fama mundial. Y eso que al principio estuvo a punto de no hacer el casting, porque le dijeron que se tenía que ir a Roma a hacerlo y pagárselo de su propio bolsillo.
De su libro de memorias, que firmará las próximas tardes en la Feria del Libro de Madrid, destacaron un episodio que sucedió en España: él debía firmar libros de Sandokan en El Corte Inglés de Madrid, pero había tanto público que le dijeron que se fuese: “El edificio no está preparado para aguantar a tanta gente y se va a hundir”, le dijeron. Salió a la calle, y su seguridad no estaba, y los fans empezaron a salir de todas direcciones y temió por su vida. Para huir saltó por encima de los coches, porque el tráfico estaba parado. “Ahí no acaba la historia: recibí una llamada del jefe de policía de Madrid que pasase por comisaría, porque había dañado muchos coches”, contó el invitado de El Hormiguero, y finalmente El Corte Inglés se hizo cargo de los daños en más de 30 vehículos.
Como le sucede a muchos actores con un personaje de éxito, Sandokan le abrió las puertas del mundo a Kabir Bedi, pero también le cerró otras: “Ningún director quería ofrecerme ningún otro papel en una película, porque no me iban a ver como otros personajes”, detallaba. Del rodaje de Sandokan destacó cómo, por la política de la India, no pudo llevar dinero consigo, y pasó frío y no tenía ni para un abrigo. El director artístico de la serie le llevó a una tienda para que se comprase un abrigo, y le tuvo que adelantar el dinero. “Ese equipo fue tan amable que cuando lo recuerdo se me llenan los ojos de lágrimas”, recordó.
La fama que consiguió con Sandokan no le llegó en un principio: no recibió llamadas de directores o productores, y a través de un periodista italiano gestionó un encuentro con la prensa. Cuando llegó a Roma había más de 70 fotógrafos esperándole, “y yo pensé: igual viene un famoso en el avión y le están esperando y me giré. Mi novia de entonces me dio un codazo y me dijo sonríe que están aquí por ti”.
Antes de ser actor, Kabir fue locutor, y gracias a ello pudo conocer a The Beatles, cuando pararon una vez en India, en un trayecto de Filipinas a Reino Unido. Entonces consiguió que su emisora le diese un pase y una grabadora, y fue al hotel donde se hospedaban los músicos. Consiguió localizar al mánager, y se inventó que el grupo debía dar una entrevista esa noche, y que de lo contrario disgustarían al gobierno. El mánager se comprometió a darle él la entrevista, pero a la hora acordada estaba enfermo, y le llevó a una suite en la que le abrió Paul McCartney, y el mánager le pidió que le diesen la entrevista. “Imagínate que no eran solo la banda más importante del mundo, representaban los 60, la modernidad, lo hippy, la libertad sexual”, reflexionó.
Otro trabajo destacado del actor fue la película de James Bond Octopusy, siendo el primer indio en aparecer en esta saga cinematográfica. Sobre la diferencia de Hollywood y Bollywood, destacó que en la meca del cine se planean las películas dos años y se filman en dos meses, y en India se plantean dos semanas y se graban dos años por cuestiones presupuestarias. Y que lo más habitual es que un mismo actor trabaje en varias cintas de forma simultánea.
La entrevista terminó con un recuerdo a sus padres. Su madre, en concreto, abandonó su familia para hacerse monja budista, y que es algo que le dolió mucho, pero que terminó por comprender. Su padre, por su parte, era comunista, y siempre le aconsejó que intentase ser lo máximo que pudiese ser. Además, le enseñó a ser tolerante, amable y espiritual, y gracias a esa ruptura con todo fue actor, algo que en principio era inesperado. “Hay que tener el valor de ser diferente si quieres cumplir tu sueño”, sentenciaba.