Tras lanzar una primera canción a dúo hace unos meses, Fani Carbajo, conocida por su paso por realities como La isla de las tentaciones, La casa fuerte o Supervivientes, se ha lanzado de lleno al mundo de la canción. Hace poco más de una semana presentaba su primer sencillo en solitario, Veo, veo, una bachata, con pinceladas de mambo y reggaeton.
“Yo me lo estoy tomando en serio, yo no quiero ser una friki, como ha habido personajes del corazón de Telecinco que han sacado una canción y ahí están. Yo quiero dedicarme a esto. Y si en España no me va bien, y hay que cruzar el charco, pues se cruza”, explica a BLUPER, en una entrevista en la que reflexiona sobre el machismo, el peso de la imagen que la gente se ha hecho de ella o cómo ha llegado al mundo de la canción para quedarse.
¿Qué es Veo veo?
Es mi primer tema yo sola, tenía muchas ganas de probar en la música. Siempre había algo dentro de mí que siempre me decía inténtalo, prueba, pero luego por miedo a las críticas siempre me paralizaba. Pero ya un día dije bueno, ¿y por qué no? Por casualidad de la vida una chica me ofreció hacer una colaboración con ella, Katty MK, y fue la primera canción que hice, Te tengo ganas. Cuando estaba cantando en el estudio noté que mi cuerpo me pide más, grabar algo más íntimo, y ahí está la canción de Veo Veo, que es mi historia con mi novio actual.
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Resulta llamativo que una persona que proyecta esa fortaleza y esa seguridad diga que tenía miedo a las críticas.
Sí, mucho porque la sociedad es muy cruel conmigo. Llevo cuatro años con una etiqueta que no conseguimos quitarme, la de infiel. Una persona se puede equivocar y que tu pareja te perdone y tira para adelante. Pero la gente tiene una imagen mía, no sé por qué, me ven como una mujer mala, que piensa en sí misma, y soy todo lo contrario. Además, he hecho varios realities y siempre me he mostrado tal y como soy; de hecho, en Supervivientes estuve todo el concurso nominada y la gente me salvaba y estuve casi tres meses, entonces hubo algo que no entiendo. Y tampoco entiendo por qué la gente, cada cosa que hago, siempre la tienen que estar criticando, sobre todo mujeres. Por mucho que intentemos los medios de comunicación y los personajes públicos abrir la mente con el tema del machismo, conmigo no sucede, las mujeres son muy crueles. Me llaman mala madre, me dicen que dónde voy ahora cantando, que cómo me he podido separar y ya tener otra relación, tras una relación de diez años y con el niño. Es como que tengo que hacer en todo momento lo que la sociedad quiere.
Hablas del odio que recibes, pero hay un contraste, porque también interesas. Rozas el millón de seguidores en redes sociales, has estado en varios realities, has notado el apoyo en las nominaciones. ¿Acaba pesando más el odio que el cariño que recibes?
Recibo más hate que cariño, el cariño lo recibo de manera privada. Cuando una persona me manda un mensaje privado dándome cariño, o un consejo, yo contesto, si esa persona ha perdido su tiempo en enviarme unas palabras bonitas, creo que qué mínimo de educación darle las gracias. Yo puedo entender que no a todo el mundo le puedo buscar, pero no todo el mundo me tiene a mí que insultar, faltar el respeto ni dar por hecho las cosas porque hayan visto un titular o porque hayan visto un vídeo de 15 segundos. Hay que escuchar todas las versiones, y a mí no se me escucha. A mí directamente se me critica y se me ataca.
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Tu imagen puede variar según el reality en el que te recordemos, porque la Fani de La isla de las tentaciones puede diferir de la de Supervivientes.
A Supervivientes fui muy baja de moral. Creo que soy la única persona de España que ha recibido un bullying tan heavy de todo un país. Tentaciones era un reality con más de 4 millones de espectadores, que me vieron llorando, o liándome con otro, pero no paraban a pensar: oye, por qué pasa eso, algo está fallando en su relación. Y a lo mejor la gente no sabía que Christofer me había sido infiel mi anteriormente y yo lo había perdonado. O qué es lo que yo estaba soportando, aguantando en mi casa. La gente directamente me insultaba, me atacaba, pagaban conmigo sus frustraciones, y me vine abajo. No quería ni ir a Supervivientes porque me daba miedo la reacción de la gente. Al final fui, y al no tener móvil, ni redes sociales que leer, se me curó un poco la ansiedad y la depresión que tenía.
¿Estabas preparada para la fama que supuso La isla de las tentaciones? Podría haber sido un programa que pasase sin pena ni gloria por la historia de nuestra televisión, y que al salir hubieras seguido siendo la misma persona.
Yo sigo siendo la misma, no he cambiado nada. Pero sí que fue de un día para otro levantarte y ver mi cara en todos lados fue como ¡guau! Y yo tenía a la prensa debajo de mi casa, y no entendía el porqué. Fue muy chocante. Y no entendía por qué la gente me criticaba tanto y me odiaba tanto. Que sé que lo hice mal, pero tampoco es para odiarme de esa manera. O que me sigan diciendo “lo que tuvo que aguantar el pobre Christofer”, y tú no sabes lo que yo he aguantado.
¿Te estás planteando la música como un oficio, como un complemento, o solo como una aventura?
Me gustaría que el tema de la música se convirtiera en algo especial. Es una experiencia más en mi vida, pero me gustaría que esa experiencia tuviera un largo recorrido, no quedarme en una canción. A Omar Montes, al principio, por ejemplo, le costó mucho, tuvo mucha crítica, y yo sé que puedo llegar a ello. Ahora mismo la gente estará harta de verme en Telecinco, y se preguntarán qué haces, pero me consta que la canción gusta. Primero va la crítica y luego va el “me la voy a poner en mi casa con los cascos, pero no te voy a decir que la he escuchado”. Hay gente que me ha reconocido esto, que les cuesta admitir que yo no les caigo bien, pero les gusta la canción.
¿Has estado formándote como para afrontar posibles compromisos musicales?
No me gusta vender una cara mía que no es, y no me gusta ni mentiros a vosotros ni a los seguidores. Yo no me he preparado, nunca he ido a una academia de cante, ni nada por el estilo, pero sí que es verdad que hay algo dentro de mí que me dice que me dice que vaya por ahí. El productor me dijo que iba a ir conmigo a por todas porque es fácil trabajar, me quedo rápido con las letras, los ritmos, y no suelo poner pegas a nada de lo que me dicen. Pero es verdad que yo no me he preparado la voz como otras personas que sí se han preparado, pero hay que reconocer que hoy en día de todos los cantantes que tenemos casi ninguno se ha preparado la voz. Sé que tengo que hacer algo, porque cuando me piden que cante más agudo me cuesta, o me ahogo dependiendo de la rapidez de la letra.
¿Qué opinas del final de Sálvame?
Me da pena porque al final es un formato que lleva muchos años de televisión, como antes lo estuvo el Tomate, y estamos como acostumbrados a ese tipo de salseo. En España hay algo que nos une a todos que es el salseo, y el criticar, porque en España, somos todos muy criticones, y me uno, vale.
Mediaset está reestructurando su parrilla y sus contenidos. ¿Crees que seguirá habiendo hueco para perfiles como el tuyo en esa nueva Mediaset?
Yo espero que no se carguen nuestros perfiles, porque al final nosotros hemos dado mucha audiencia, y sería muy egoísta por su parte quitarnos del medio. Nosotros también hemos apostado también por ellos, y ellos han apostado por perfiles, por ejemplo, como el mío desde un principio. Yo creo que no nos van a quitar así de la parrilla de un día para otro, porque seguirá abriendo realities, a lo mejor, más limpios.
Se habla de la posible vuelta de GH VIP…
Y esa experiencia sí me gustaría vivirla, es el único reality que me falta.
¿Qué otros proyectos tienes entre manos?
Además de la música, me gustaría que cuando ya salga todo adelante y coja su ritmo, a lo mejor abro una estética, y puede que no pase de este año. Me gustaría, porque me metí en el mundo de la hostelería, pero es muy sacrificado, mucho gasto, muchas horas, y no tengo tiempo, y creo que con la estética me iría mejor.