Este martes, Sálvame volvió a hablar sobre la muerte de Mary Carmen y sus muñecos y cómo será su capilla ardiente y su entierro. Y eso sirvió a María Patiño, que presentaba el programa junto a Adela González, para preguntar a todos los colaboradores cómo desean que sea su entierro. Y Belén Esteban fue la primera en romper el hielo.
Así, la ganadora de Más que baile explicó que quiere que le incineren, y que en el velatorio el ataúd esté cerrado (aunque su madre desearía lo contrario). “Quiero que pongan una foto mía grande como en América, y quiero que me incineren, y el sitio donde me tienen que esparcir solo lo sabes una persona”, detallaba la empresaria gastronómica. Con humor, le proponían que para su entierro usasen la foto que Mediaset tiene de ella en los pasillos, y Belén respondió que tiene fotos en las que sale mejor.
Kiko Matamoros, por su parte, afirmó que le trae “sin cuidado” lo que hagan con sus restos. “No quiero que se gasten un duro ni mis hijos, ni mi pareja, ni nadie. Me da exactamente lo mismo qué hacen con el cuerpo, con el dinero que cuesta una sepultura”. Preguntado por sus compañeros, explicó que no cuenta con un seguro para afrontar este tipo de gastos.
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“No me lo he planteado nunca”, reconocía por su parte Rafa Mora. “Pues lo tienes que hacer, y hacer testamento también”, le recomendaba Belén Esteban. “Mi madre es la que lleva todo este tema de los decesos, pero no me gusta que me lo diga, ni quiero saberlo. Si alguna vez me ocurre algo que me tiren en el mar Mediterráneo”, explicaba el que fuese tronista de Mujeres y hombres y viceversa, aunque sus compañeros le aclararon que es algo que ya no se puede hacer.
Tirando de fantasía, Lydia Lozano propuso que sus restos fuesen arrojados a la madrileña Plaza de Colón, porque allí pasan muchas cosas, y estaría rodeada de gente, y si no, que le tiren “al volcán de La Palma, que la lava no puede conmigo”. Carmen Borrego, por su parte, explicó que sus cenizas irían a parar a la misma cofradía de la que era su padre en Málaga, y Pilar Vidal, que su hijo guarde sus cenizas y el día que muera los entierren juntos.
Adela González, aunque sabe que está prohibido, afirmó que le gustaría que arrojasen sus restos “en el Peine del Viento, en Donosti”. “¿Cómo has dicho?”, preguntaba Patiño. “El Peine del Viento”, le repetía Adela. “Entendí en el pene”, explicaba Patiño. Sus compañeros rompieron a reír, y Rafa Mora le pedía que se centrase, y Lydia Lozano le recomendaba que no mirase las críticas en redes sociales. La última en pronunciarse fue la propia María, que desearía que la mitad de sus cenizas descansasen con sus padres y la otra mitad en un gran teatro.