El arranque de Así es la vida, el nuevo magacín de Sandra Barneda en Telecinco, ha estado informando a lo largo de toda la emisión del estado de salud de Carmen Sevilla, que a sus 92 se encuentra ingresada en la planta de paliativos del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Y en el plató han contado con Agustín Bravo, alguien que la conoce muy bien, pues trabajó con ella codo a codo en Telecupón.
“Os felicito el estreno, aunque por desgracia hoy la noticia no me gusta nada”, comenzaba diciendo Agustín. El comunicador sevillano ha contado que siempre ha estado en contacto con Moncho Ferrer para saber cómo se encuentra la veterana actriz y presentadora, aunque no logra contactar con Augusto Algueró, el hijo de Carmen. “Augusto me da la impresión de que no va a hablar con nadie”, reflexionaba, pues Algueró siempre fue muy protector con su madre desde que ingresó en la residencia, y nunca ha sido partícipe de hablar en la prensa.
Carmen Sevilla sufre alzhéimer, que le fue diagnosticado en 2009, pero todos estos años apartada de los medios ha estado “muy bien, cuidada, feliz, dentro de lo que cabe”. De Carmen se ha destacado que siempre fue “tan humilde” y que estaba tan pegada al pueblo y a la prensa que “se habría llevado los premios Naranja durante todos los años”.
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Durante sus años en televisión, Carmen Sevilla hizo de los despistes una seña de identidad, y Belinda Washington preguntó si aquello podría haber sido un preámbulo del alzheimer. “Decían: ¿Carmen era tan despistada? No, no, solo lo ponía fácil. El director Sebastián Junyent vio en aquello un filón”, relataba. Y como Carmen no tenía ningún tipo de complejo y contaba con un gran sentido del humor, se prestaba a divertirnos así desde casa. De su forma de ser, Bravo destacó que era protectora, y que era capaz de regalar unos guantes de lana en pleno agosto, “para cuando haga frío”, porque ella decía: “es que me han salido muy baratitos”. “Todos tendrían algo de ella. Y ella también tenía cosas nuestras. Que te veía en la cafetería comiendo un bocadillo de jamón te pedía, y le daba un mordisco que vamos, que ni los tiburones”, continuó explicando con humor el que fuese concursante de Supervivientes, que también recordó cómo una vez alguien del público le llevó naranjas, y al salir, Carmen le pidió algunas.
Sobre la protección que Augusto Algueró tuvo sobre proteger a Carmen Sevilla, Agustín aseguró que “lo primero hay que hacer es respetar a su hijo”, pero que sí que le ha pedido que le mantenga informado del ingreso por un mensaje móvil, pero que ni siquiera lo ha leído aún. De la carrera cinematográfica de Sevilla, Agustín recordó cómo muchos títulos de destape tuvieron una doble versión, “una tapadita que se emitía en España, y otra para exportar”. Y también se recordó cómo en los años de Telecupón para aparecer bien en pantalla se estiraba la piel “con esparadrapo, de color carne, del bueno”.