Hasta hace unos meses, pongámosle un año, a Bizarrap se le conocía en un circuito más acotado. Productor y músico argentino, este joven era un clásico entre reggaetoneros, traperos o raperos de tendencia más ecléctica. Pero llegó el bombazo. Ya había tenido a celebridades como Nicky Jam, Residente o Nathy Peluso, pero fue un canario de voz grave y menos repercusión global quien le fundió el anonimato.
Quevedo, nacido en Madrid pero criado en Las Palmas, conquistó los bafles de medio mundo con Quédate, canción que se sumaba a la lista de sesiones como la número 52. Su repercusión hizo que el público de este chico con gafas de sol y una presencia más secundaria se diera a conocer para una amplia audiencia.
Y algo más: convirtió cada nueva canción en un acontecimiento. La leyenda que se había creado alrededor de Bizarrap tuvo su apogeo en la siguiente grabación: Shakira. La artista colombiana no solo colaboró con el personaje de moda entre las nuevas figuras de la música urbana, sino que aprovechó esa oportunidad para verter una letra de venganza hacia su expareja, Gerard Piqué. Y salió bien: logró romper 4 récords Guiness. Fue la canción latina con más reproducción en 24 horas, la que alcanzó 100 millones de vistas más rápidamente, la canción latina más reproducida en Spotify en 24 horas y la canción latina más reproducida en una semana.
Con esta fugaz e impresionante trayectoria, Quevedo llega a El Hormiguero. Desde entonces, ha nutrido sus famosas sesiones con Arcángel, Peso Pluma y Rauw Alejandro. Ninguna ha tenido tanta repercusión como la de hace un año (que disputó el trono estival con Despechá, de Rosalía), pero han sacado de esa sombra a Bizarrap.
De nombre original Gonzalo Julián Conde, nació en agosto de 1998 a unos 20 kilómetros de la capital argentina, Buenos Aires. Sus inicios en la música tienen que ver con el 'free style' y las batallas entre raperos. Luego pasó a mezclar con sintetizador y subir sus propios vídeos.
[Este es el restaurante italiano de Madrid donde han comido Bizarrap y Rauw Alejandro]
En 2017 empezó a colaborar con otros cantantes de su círculo más cercano. Bhavi y Ecko dieron el pistoletazo de salida de las populares BZRP Music Sessions. Más tarde, fue tomando la suficiente entidad como para ser un nombre sagrado en festivales: en 2022 cerró el Lollapalooza Argentina, franquicia del mítico encuentro estadounidense.
Sin mostrarse demasiado (casi siempre oculto tras una gorra y gafas de sol), Bizarrap asiste a El Hormiguero envuelto de intriga. Ya se le ha podido ver en otros programas de televisión españoles, como La Resistencia. Quizás el late de Broncano fue uno de los primeros en llevarle y no sólo le sigue dando rédito: consiguieron que el artista les prestara la canción con Villano Antillano para la cabecera.
Aparte, lo que rodea al artista argentino es un misterio. A Bizarrap no le gusta exponer su vida. Apenas hace entrevistas, aunque cuando ha aparecido no ha tenido problemas en interactuar y relatar sus experiencias. Lo que ha contado a menudo es que en su casa siempre se escuchaba música. Su padre, ha confesado, le introdujo en la electrónica, con Radiohead, P.J. Harvey o Paul van Dyk entre los grupos más escuchados. Le lanzaron esos temas a la arena del rap, y de ahí al estrellato ya mencionado.
Por lo que se puede ver en alguna publicación de sus redes, a Bizarrap le gusta la serie Breaking Bad, las películas de El señor de los anillos o seguir los partidos de Messi, esté en el Barcelona o en el PSG. La intriga por su intimidad le ha llevado a verse emparejado con compatriotas suyas como Nicki Nicole o Tini Stoessel o con la actriz española Ester Expósito. Nominado en cinco ocasiones a los premios Latin Grammy, Bizarrap está en plena efervescencia. Se demostró cuando acudió a conversar junto a Shakira con Jimmy Fallon: se espera algo así de su paso por El Hormiguero. Y otro deseo: que dé alguna pista de su próxima sesión.