Y Sálvame clausuró la coda que le faltaba. Este pasado viernes 14 de julio, Viernes Deluxe tuvo su última emisión. Con Mercedes Milá como madrina del último programa, esta última cita nocturna del magacín de La Fábrica de la Tele tuvo la particularidad de que su plató fue desmontándose en pleno directo. Un hecho que emocionó profundamente a María Patiño a la hora de arrancar con la escaleta.
Todo comenzó con un emotivo resumen de los 14 años de historia de lo que, inicialmente, fue llamado Sálvame Deluxe y que era la versión nocturna del magacín diario, retroalimentándose en contenido, aunque el Deluxe siempre demostró tener personalidad propia en sus contenidos, con una gran variedad de invitados que, en muchas ocasiones, acudían para promocionar un nuevo proyecto artístico.
Un resumen que se vio en las puertas del estudio, con los últimos colaboradores que pudieron estar en esta última cita, con María Patiño y Terelu Campos liderando y detrás de ellas figuras como Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Chelo García Cortés, Pilar Vidal, Jimmy Giménez-Arnau o Miguel Frigenti. Poco a poco, todos fueron entrando por los pasillos de Telecinco hasta llegar a las puertas donde estaba todavía el plató. Eso sí, avisando de que estaba en plena fase de desmontaje.
[Adiós a ‘Viernes Deluxe’, el programa que plantó cara a ‘¿Dónde estás corazón?’ y lo fagocitó]
Fue cuando Patiño ordenó dar la luz a las diferencias estancias del magacín lo que hizo que fuera emocionándose. El plató lucía completamente diferente, sin decorados y con sus logos y demás mobiliario fuera, sólo con unos sillones y las gradas desnudas donde se sienta el público presente en el plató.
Fue tras dar luz a las gradas del público, cuando la presentadora ordenó que se encendiesen los focos del “corazón donde han acontecido multitud de entrevistas”, refiriéndose al centro del plató, donde estaba ya sentada en su sillón Mercedes Milá. Fue antes de dar la orden cuando la conductora se veía afectada, hasta el punto de contener sus palabras para tener un momento para serenarse, antes de pedir que se diese la luz.
Tras ello, Patiño fue a abrazar a la invitada y madrina del último programa. La emoción se sentía a flor de piel. “Dios mío, habéis conseguido la emoción más absoluta. Así lo siento. Sólo puedo decir al público que nos está viendo desde sus casas: ¡bienvenidos al espectáculo más maravilloso del mundo de la televisión!”, dijo Milá antes de que los tertulianos entrasen en el plató.