Algo en, lo que suelen destacar las televisiones generalistas para su programación de verano es la emisión de series extranjeras. En los últimos años, han sido las ficciones europeas las que han ocupado ese puesto. Usualmente, estas producciones suelen ser miniseries o sólo se emite una temporada, dado que el seguimiento se pierde. Sin embargo, en Antena 3 está habiendo una excepción. Es el caso de ACI: Alta Capacidad Intelectual. La serie francesa creada por Stéphane Carrié, Alice Chegaray-Breugnot y Nicolas Jean hace honor a su nacionalidad y es la última Galia de las series extranjeras.
A excepción de las series turcas, es raro ver ficciones extranjeras en el prime time de las cadenas generalistas. A pesar de haber habido éxitos rotundos en el pasado, como a inicios de los 2000, con CSI haciéndole la competencia a Ana y los 7; hace mucho que las ficciones de Hollywood no logran atraer al público en canales como Antena 3, La 1 o Telecinco. La mala gestión de la emisión de sus episodios suele ser la causa, como pasó con The Good Doctor.
A diferencia del seguimiento muy estrecho a las series producidas en Estados Unidos, las cuales llevan tiempo siendo títulos exclusivos de plataformas en streaming o canales de pago; las producciones europeas han sido un reclamo mucho menor, lo que se ha traducido en títulos ideales para ser emitidos en cadenas generalistas. Sin embargo, estos no han logrado captar la atención de forma tan unánime, con honrosas excepciones, que suelen ser miniseries como La esposa, que el año pasado le dio grandes alegrías a Antena 3.
[El auge de las series francesas, el otro gran fenómeno que vive la televisión española]
De ahí, que la emisión de la tercera temporada de ACI: Alta Capacidad Intelectual sea una rara avis en la televisión actual. La serie protagonizada por Audrey Fleurot ha conseguido que sus tres temporadas hayan sido emitidas en abierto. Es más, las dos últimas han sido lanzadas pocas semanas después de su emisión en TF1, su canal en Francia, provocando que sea Antena 3 (o Atresplayer, en el caso de aquellos que sigan la ficción en streaming) la que tenga la exclusividad.
La apuesta de Antena 3 es una muestra de confianza en un título que ha logrado cierta base de fidelidad en los espectadores, a pesar de tener una línea descendente en sus datos. La primera temporada se emitió en otoño de 2021, seis meses después de su emisión original. Sus datos fueron muy buenos, con una media del 12% de cuota y 1,5 millones de espectadores. En varias ocasiones, consiguió liderar el prime time y consiguió reunir buenos datos a pesar de competir contra La isla de las tentaciones.
La segunda tanda, ya estrenada en verano, sí que vivió una bajada acusada de espectadores. Pasó a tener una media del 10% de share y de 1,1 millón de seguidores. De hecho, los dos últimos episodios bajaron de esa barrera psicológica del millón de televidentes. Su tercera tanda vive el acusado bajón del consumo televisivo (que este 2023 está siendo más pronunciado inclusive).
Sus tres primeros episodios han logrado un 8,7%, un 10,6% y un 8,1% de share respectivamente. No son datos brillantes, cierto, pero le han permitido tener una constancia que no ha tenido su rival, a priori, más fuerte: ¡Vaya Vacaciones! Es más, el pasado jueves 20 de julio, la ficción francesa logró superar en espectadores al reality de Telecinco, lo que ya indica una mayor fidelidad de espectadores, en su segunda semana logró un 36,1%, mayor que la que tuvo el reality de Mediaset, que fue del 21,6%.
Queda por ver los datos que darán los cinco restantes. Por lo pronto, toca aplaudir la decisión de Antena 3 de sólo emitir uno por semana. Sí, duran 50 minutos, pero la fidelidad de la ficción es lo suficientemente alta para cuidarla y así que cada entrega no termina excesivamente tarde (algo que debería hacer el canal con Violeta como el mar, por cierto). Una estrategia que, por otro lado, no le hubiera venido mal a La 1 con Inma Tataranni, cuya doble emisión la perjudicó también (dado que sus episodios rondan las dos horas de duración).
El que su tercera tanda se emita en abierto y a pocas semanas de su fin de emisión en Francia también indica que Antena 3 ha entendido que las series extranjeras necesitan un cuidado mayor, especialmente en una realidad dada a la inmediatez y en la que el formato bien podría estar disponible en canales de pago o plataformas.
A ello se suma que ACI: Alta Capacidad Intelectual viene alabada por el público de su propio país. La tercera temporada obtuvo una estupenda media del 37,3% de share y 7.440.000 espectadores en el país vecino, posicionándose como una de las series más seguidas de la televisión francesa.
Las virtudes de 'ACI', la alternativa al fenómeno turco
¿Qué tiene ACI: Alta Capacidad Intelectual que ha hecho que sea la serie extranjera cuya emisión se mantiene constante? Aquí se entra en el terreno subjetivo, pero una de sus virtudes es que es una serie policíaca procedimental, que es el género que mayor fidelidad congrega, dado que buena parte de su trama es autoconclusiva en cada episodio.
Después está uno de los factores esenciales para encandilar al público: el carisma de sus protagonistas. Aquí entrar el savoir-faire de Audrey Fleurot, quien encarna a Morgane Alvaro, una mujer de 38 años y madre soltera de tres hijos. A pesar de poseer un coeficiente intelectual de 160, su carácter rebelde y sus malas decisiones personales han hecho que se gane la vida como mujer de la limpieza. Sin embargo, cuando comienza a trabajar en una comisaría en Lille, los agentes descubren sus extraordinarias habilidades y su memoria fotográfica, lo que hace que se convierta en su principal colaboradora.
Desde que Javier Holgado y Carlos Vila estrenaron Los misterios de Laura, allá por 2009, han sido varias las ficciones que han optado por tener de protagonistas a mujeres de mediana edad que deben conciliar entre su vida familiar y profesional. Títulos como Candice Renoir o Tándem dan buena fe de ello, ambas con varias temporadas a sus espaldas y producidas después del éxito internacional de la ficción protagonizada por María Pujalte, la cual ha contado con varias adaptaciones internacionales.
[Series francesas en Antena 3, el último ejemplo de la globalización de la ficción en el abierto]
ACI: Alta Capacidad Intelectual es un ejemplo más. Cuenta con una heroína del día a día, cuya estética se sale de los patrones de lo esperado de una policía, así como también se congrega una serie de personajes secundarios que añaden esa sensación de familiaridad que tan bien conecta con el público. Además de los hijos de Morgane, están los compañeros de la comisaría: destacando Gilles (Bruno Sanches), de carácter ufano y naíf; Daphné (Bérangère McNeese), que es todo lo opuesto o el carácter de la comisaria Hazan (Marie Denarnaud).
Y, por supuesto, no puede faltar el 'shippeo' entre Morgane y el detective Karadec (Mehdi Nebbou). Ambos se atraen y los guionistas han jugado con ello, de forma parecida a lo pasa entre Laura Lebrel y su compañero Martín en Los misterios de Laura o lo sucedido en Candice Renoir entre la protagonista y el comisario Antoine Dumas. Precisamente, el final de la segunda temporada tuvo como última escena un beso entre ambos y esta tercera tanda tiene que resolver la tensión sexual entre ambos.
Esos ingredientes han podido provocar que haya podido fidelizar un público que responde bien a este tipo de producciones y que hayan podido ser los que han convertido a ACI: Alta Capacidad Intelectual en esa rara avis de serie extranjera cuyas nuevas temporadas consiguen ser una cita anual en la programación española.