La crisis de audiencias que azota a Telecinco desde hace ya casi dos años se ha agudizado en julio. La cancelación de Sálvame, uno de los grandes pilares de su programación, le ha llevado a anotar un 9,3% de cuota de pantalla, un dato tan bajo que se veía desde 1990. 

En Mediaset España son conscientes de este problema ya que el programa que le ha sustituido, Así es la vida, solo nació para los meses de verano. En septiembre llegará TardeAR, el nuevo programa de Ana Rosa Quintana con el que esperar recuperar parte del pastel de audiencias.

Y aunque es difícil pronosticar qué ocurrirá, en el grupo cuentan con que actualmente Ana Rosa Quintana es lo único que le funciona en audiencias, como así demuestran los datos de julio publicados este martes.

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Si nos fijamos en los liderazgos demográficos, la principal cadena de Mediaset España solo consigue liderar en la franja de mañana (de 07:00 a 14:00 horas), ocupada principalmente por El Programa de Ana Rosa (de 09:00 a 13:30). 

Con una media del 17% de share y 462.000 espectadores, el magacín matinal producido por Unicorn Content ha liderado todos los meses de la temporada, superando en 4,5 puntos a Espejo Público, su directo competidor (12,5%).

También se ha impuesto en target comercial con un 17,7% de share, parámetro en el que ha aumentado a siete puntos la distancia con su inmediato competidor (10,7%). 

No obstante, a pesar de este liderazgo, el programa ha firmado la temporada menos vista de su historia con 483.000 espectadores  (86.000 espectadores menos que la temporada pasada) y la segunda con peor cuota con un 17% (1,6 puntos menos). Hace dos años, Ana Rosa firmaba un 19,7% de share y 691.000 espectadores y hace tres un 18,7% y 735.000 espectadores.

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Asimismo, el espacio ha perdido por primera vez el liderazgo en la franja política (de 9 a 11 horas) en favor de Aruser@s. El magacín ha pasado de un 19% en la temporada 2018/19 a un 15% de cuota en la actualidad, mientras que el catalán ha subido 8,7 puntos, pasando de un 9,1% a un 17,8%. 

Una pérdida del liderazgo que en buena parte se explica por la excesiva significación política de su presentadora. De ahí que desde la dirección de Mediaset España también hayan querido 'descargar' las mañanas de Telecinco de los editoriales de la presentadora y compensarle con la producción de las tardes.

"Estas decisiones no las tomo yo, las toma la cadena y ellos sabrán. Pero, supongo que las cadenas no toman las decisiones por impulsos políticos. Las cadenas toman las decisiones por audiencias, por cambio de ciclo, porque supongo que también hacen sus estudios de audiencia, de reputación, etcétera…", explicaba la periodista hace unas semanas.

"Vamos a hacer nuestro programa, con lo que pensamos que demanda la sociedad en el siglo XXI y en 2023. Al final, los creadores de contenidos, de literatura, de cine o de series son quienes tienen, de alguna manera, la sensibilidad de pulsar en cada momento lo que la sociedad está sintiendo, pensando o reclamando. Y eso a aciertas o no aciertas. Esto no es una ciencia exacta", añadía.