Aunque las discusiones y los desencuentros son algo habitual en laSexta Xplica, este pasado sábado 5 de agosto el tono ha subido demasiado. En medio de un debate sobre la vivienda, tema también habitual de las tertulias nocturnas del programa, hubo un enfrentamiento excesivamente caldeado entre Afra Blanco y Luis Garvía. Con palabras que bien podrían considerarse descalificativas, ambos llegaron a un brutal desencuentro verbal en el que tuvo que intervenir Verónica Sanz.
Todo ha comenzado a la hora de abordar las carencias de la Ley de la Vivienda, dado que aún hay agencias inmobiliarias que cobran sus honorarios a los inquilinos y no a los propietarios, a pesar de ser ilegal. A pesar de mostrar un vídeo en el que se denunciaba la situación, Ana González Alonso, de la Confederación de Asociaciones de Propietarios de Fincas, compartía que buena parte de los propietarios sí están haciéndose cargo de los honorarios.
Ahora bien, explicaba que había una trampa en ello, dado que eso no se aplicaba a los contratos de vivienda por temporada, sólo a aquellos contratos que sean por vivienda habitual. Tras ello, entró a hablar Garvía, doctor en Finanzas por la ICADE, quien cargó duramente contra la Ley de Vivienda. “La ley nace herida, porque es muy difícil en un torno de tanto cambio hacer las cosas bien. En el último año, los tipos de interés han subido más de 400 puntos básicos”, comenzaba.
“Eso vuelve loco a cualquiera. Hace dos años, nos dicen a cualquier economista que eso iba a pasar, y decimos que es increíble. Tanto en tan poco tiempo. Una vez pasan las cosas, todos sabemos decir que el señor o señora no sabía. No soy capaz de irme a los 90, pero los últimos 10 años, el mundo ha cambiado mucho también. Ayer salió en el BOE un acuerdo marco para facilitar el teletrabajo”, siguió explicando, enlazando el trabajar de forma telemática con el inicio de un posible aumento brutal de los alquileres a corto y medio plazo.
“Ese acuerdo permite que un trabajador finlandés, con sueldo finlandés, pueda vivir en España. La situación que estamos viviendo va a ir a más. Tenemos zonas tensionadas y la nueva ley lo tiene en cuenta. Lo que tenemos que hacer es centrarnos en los problemas reales y dejarnos de perder el tiempo en elecciones”, zanjaba, cuando fue respondido rápidamente por Gisela Turazzini, economista e ingeniera financiera. “Se llama democracia”, le dijo.
“Democracia del siglo pasado. Los sindicatos son del siglo pasado”, respondió Garvía. Justo por lo último, se sintió aludida Afra Blanco, quien no dudó en cargar duramente contra el profesor en Finanzas. “Garvía, te voy a decir una cosa. A mí, tus faltas de respeto habituales, no tanto a mi persona, sino a la Constitución, es algo a los que nos estás teniendo demasiados acostumbrados. Léete el artículo siete”, le recriminó.
"¡No me vuelvas a decir que si me traes un plato de gambas!"
Garvía entonces lanzó un ataque verbal que Blanco interpretó como ofensivo. “¿Que me lea la Constitución? Si quieres te traigo un plato de gambas y así estás entretenida. Es alucinante. ¡Que me lea la Constitución! Me la sé perfectamente, he estudiado Derecho”, le respondió. Para la sindicalista, el comentario de las gambas hacía referencia a los casos de corrupción en los que se han visto envueltos varios sindicatos, así como al comentario ‘comegambas’ que han esgrimido algunos políticos de Vox a líderes sindicales.
“Garvía, probablemente, a gente como tú lo que les moleste es que a los trabajadores de este país hoy se puedan pagar gambas. ¡A mí no me vuelvas a decir que si me traes un plato de gambas! ¡Cuidado! ¡No te equivoques!”, vociferó Blanco visiblemente muy enfadada. “Cuidado, ¿con qué? ¿Me estás amenazando?”, quiso saber el profesor universitario, quien dirige un máster en Gestión de Riesgos Financieros por la Universidad de Comillas.
La discusión subió tanto de tono, que Verónica Sanz, quien está sustituyendo a José Yélamo durante esta temporada estival, tuvo que intervenir. “¿Por qué este tipo de comentarios?”, inquirió Blanco. La conductora lanzó un comentario para aligerar la tensión que se había creado. “Le he dicho que traiga gambas para todos”, bromeaba, logrando así reducir la tensión. No obstante, Garvía lanzó una última queja antes de dejar hablar a la sindicalista. “Hablo solo una vez y me dice que me lea la Constitución. Es vergonzoso”, exclamó.