Al igual que ocurrió hace unos días con MasterChef Celebrity, TVE continúa calentando sus principales apuestas de entretenimiento para el arranque del curso televisivo. Una de ellas será El Conquistador, "la aventura más extrema de la televisión". El reality que salta de la ETB a la televisión nacional estará presentado por Raquel Sánchez Silva y Julian Iantzi en La 1.
La cadena pública ha lanzado este lunes otra nueva y vibrante promo que enseña a algunos de los 33 concursantes enfrentándose a durísimas pruebas. "Aquí no hay lugar para los cobardes. Arranca la aventura", asegura la presentadora, a lo que su compañero añade lo siguiente: "Esto es El Conquistador. Episodio I".
Lo cierto es que las imágenes muestran la dureza y las condiciones extremas a las que se verán sometidos los participantes de El conquistador, algo que BLUPER pudo comprobar en persona a principios de verano. Por eso, con 19 temporadas, este reality es uno de los concursos de mayor éxito televisivo y un fenómeno social en el País Vasco, donde arrasa en audiencias con enorme repercusión entre los jóvenes.
Aunque todavía La 1 no ha comunicado las identidades de los concursantes, en la promo se puede reconocer a una de ellas. Se trata de Pepitator, una musculada entrenadora personal que le hizo la vida imposible a algunos colaboradores de Sálvame para ponerlos en forma. Anabel Pantoja fue quien más la sufrió.
Producido por HOSTOIL (THE MEDIAPRO STUDIO), el formato pone a prueba la fortaleza física y mental de 33 participantes. Divididos en tres equipos, durante un mes y en las condiciones ambientales más salvajes, se enfrentan con afán de superación y deportividad en unos retos tan arduos como originales.
Los atrevidos concursantes tienen que hacer frente a pruebas tan diversas como saltar desde una altura de 15 metros o permanecer quietos mientras un batallón de tarántulas se pasea por sus cuerpos. Los tres equipos estarán capitaneados por los deportistas Joana Pastrana, Patxi Salinas y Cesc Escolà.
La competición dura seis semanas y no hay días de descanso. Cada programa se graba en jornada y media, aproximadamente, y las pruebas, que nunca se ensayan, no se pueden repetir. El equipo de dirección se enfrenta su propio desafío: se trabaja sin guion, tan solo con una escaleta que, casi siempre, salta por los aires.