El cambio de ciclo que está viviendo Mediaset está dejando resultados mixtos. Mientras que Telecinco vive una de las peores crisis de audiencias de su historia; Cuatro está resucitando. Desde inicios de este año, el segundo canal de la cadena de Fuencarral está llevando a cabo un cambio de contenidos que le está ayudando a recuperar entidad propia e ir más allá de First Dates y Todo es mentira, los programas emblema del canal.
Y es que desde su absorción por parte de Mediaset, el otrora canal del Grupo PRISA fue perdiendo paulatinamente identidad y llegó a ser considerado incluso casi un cementerio de elefantes de formatos que no funcionaron en Telecinco, como sucedió con Alta tensión o a inicios de año con Para toda la vida. Es más, hubo una época en la que el canal vio cómo un éxito le era arrebato para dárselo a Telecinco, que fue lo que sucedió con La isla de las tentaciones.
Pero en los últimos meses, desde el desembarco de Alessandro Salem como consejero delegado de Mediaset España, Cuatro ha ido recuperando parte de la esencia que le ha caracterizado. Y es que el canal ha aceptado su condición de 'nicho' y eso quiere decir que se ha enfocado en un perfil que combina entretenimiento con información al más puro estilo Al Rojo Vivo o Más Vale Tarde de su rival laSexta.
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A pesar de estar aún lejos de alcanzar a su rival, pues el segundo canal de Atresmedia estuvo 1,6 puntos por encima de Cuatro el pasado mes de julio; eso no quita que los cambios que ha vivido en los últimos meses han ido consolidándose y han provocado que, a pesar de tener abril y mayo a la baja, el resumen global sea positivo, recuperando poco a poco terreno.
Y es que Cuatro ha ido más allá de sus clásicos. Primero, toca reconocerle el mérito a los programas que han sabido crear marca propia. Primero toca hablar de First Dates, estable donde los haya y el único formato en batallarle a El Hormiguero en el Access Time (hasta la llegada de 4 estrellas, todo hay que decirlo). Por otro lado, han funcionado bien en su prime time programas como Viajando con Chester, Planeta Calleja o Viajeros Cuatro, cuya última temporada está sabiendo rindiendo bien en la franja de máxima audiencia. Además, Todo es mentira ha conseguido asentarse plenamente en sus sobremesas.
A ello hay que sumarle que Cuatro está siendo el canal que más se está beneficiando del caso Daniel Sancho, aupando el perfil de Nacho Abad como comunicador de sucesos. Tanto en su faceta de sustituto de Diego Losada en En boca de todos como en su labor al lado de David Alemán con Código 10, que están llevando a Cuatro a superarse en audiencias y aprovechando para marcarse perfil propio respecto al periodismo de sucesos.
Pero no está siendo cuestión de unos cuantos éxitos. Mediaset está sabiendo invertir en Cuatro para marcar un estilo propio. No sólo en lo referente al periodismo de investigación y reportajes de sucesos. De hecho, en esa línea, próximamente se estrenará En guardia: mujeres contra el crimen, serie documental que siga a mujeres en trabajos como el de la Guardia Civil; volverá también a la cadena Fuera de cobertura, de nuevo con Alejandra Andrade al mando; además de regresar formatos asentados como Horizontes, Cuarto Milenio y partidos de la Europa League. Otro formato que demuestra que ese toque 'juvenil' que siempre ha caracterizado el canal desde sus inicios ha funcionado con Mi gran bautizo Gipsy, spin-off de Los Gypsy Kings.
Por esa línea, toca celebrar que los cambios que está proponiendo Mediaset estén funcionando. Ahora bien, esto también ha sido ensayo-error. Y es que aún Cuatro tiene una cuenta pendiente con sus realities y docurrealities. Sí que Mi gran bautizo Gypsy ha funcionado, no así las otras propuestas que han salido este año. Por ejemplo, Maribáñez: el peor equipo del mundo fue retirada del prime time por sus malos datos; este verano tampoco está brillando Dos de los nuestros, el programa de Edu Soto y David Fernández. Por otro lado, mención también al fallido Focus, único espacio de reportajes que no ha funcionado.
[La apuesta por Cuatro es firme: Mediaset prepara un docurreality con Edu Soto y David Fernández]
En ese sentido, la mirada está puesta en En busca del Nirvana, reality presentado por Raúl Gómez y que aspira a ser una de las apuestas de esta temporada 2023-2024 para Cuatro. Presentado por Raúl Gómez, se trata de la adaptación española de la franquicia de programas Reality Queens (Echte Meisjes...), un formato internacional neerlandés con 14 temporadas y más de 130 episodios emitidos en países como Alemania, Dinamarca, Suecia y Finlandia.
También en el regreso de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, de nuevo con Luján Argüelles al mando. Además, en lo referente a docurrealities, volverá a intentarse con WAGS: Ellas también juegan, con la que Cuatro abordará la realidad de las novias y esposas de famosos futbolistas. También está pendiente de estreno Te falta un viaje, que protagonizarán Paz Padilla y su hija, Anna Ferrer.
Pero toca resaltar los buenos frutos de las nuevas apuestas de este cambio de ciclo. Es más, la propia Mediaset está siendo consciente de este repunte. Prueba de ello es que presumió de sus datos en una promo en la que no mencionaba las cifras que está cosechando Telecinco. "Cuatro logra el mejor dato de los últimos 5 meses", podía leerse mientras se compartían imágenes de retransmisiones deportivas, de Iker Jiménez en Cuarto Milenio y de Marta Flich en Todo es mentira.
Una demostración de que Cuatro está en su camino a la remontada y que se debe a la recuperación de su propia identidad. Esto lo está consiguiendo gracias a que Mediaset está apostando por proyectos exclusivos para el canal, dejando así de lado de recoger formatos que no funcionaron en Telecinco. Esa tendencia es la que tiene que seguir, dado que está sentando buenas bases en lo referente a formatos de periodismo de investigación y sucesos (con un enfoque claramente True Crime, en la línea justo de la televisión que está llevándose ahora); además de seguir apostando por realities de producción propia.