Tras la competitiva final, la alcaldesa del pueblo andaluz levantó el trofeo que hace al pueblo valedor de la competición. Además, se llevan 10.000 euros de premio. Ramón García se despidió de todos esperando a todos volver a verlos muy pronto, ¿dejando abierta la puerta a una futura edición?

Barato, que vale poco. Esa es la posible definición de refez. La alcaldesa responde que sí, y la respuesta era que sí. Ganan la prueba y El Grand Prix del Verano.

La palabra en juego fue trapila: mesa baja, redonda y profusamente hornamentada, tradicionalmente empleada en la India para el servicio del té. Debían acertar para seguir optando a la victoria, si no, ganaba Alfacar la prueba y todo el concurso. Responden que no, y están en lo cierto. Suman 25 puntos, frente a los 24 de los palentinos.

Por estadística matemática, por las palabras que quedan, los andaluces se jugaban la victoria en la siguiente palabra. Ramón García leyó que príngula es una campana de pequeño tamaño, hecha de de oro o plata. Respondieron que sí, y estaban equivocados. Pierden 3 puntos, y quedan con 24 puntos sobre los 22 de Aguilar de Campoo.

Hormigón de piedras menudas, arena y cemento: esa es la defición de gruja que dio Ramón García a Aguilar de Campoo. La alcaldesa dijo que sí, y están en lo cierto. Logran 3 puntos, primer acierto en la prueba. 22 Aguilar de Campoo, 27 Alfacar.

Alfacar debe decidir si es un tipo de cinto del que penden dos correas unidas por la parte inferior, en que se engancha el espadín, el sable. Dicen que sí, y estaban en lo cierto. Suman 3 puntos y se desmarcan. Los andaluces tienen 27 y sus rivales 19.

El pueblo de Palencia ha elegido a Ángeles de Camela para la prueba. La primera palabra que deben descifrar es chibuquí, una pipa que usan los turcos para fumar. Dijeron que es falsa la definición, y estaban equivocados. Pierden 3 puntos, 19 frente a los 24 de Alfacar.

Tras los bolos locos, Alfacar se coloca con 24 puntos frente a los 22 de Aguilar de Campoo. Solo quedará la prueba del diccionario, en la que deben acertar si las definiciones que ofrece Ramón García de algunas palabras del diccionario son reales o no. 

No empezaron con muy buen pie. Dioni, de Camela, animaba con fuerza y daba indicaciones al concursante, al que le costaba encontrar la pelota, pero comenzó a derribar algún bolo. A medida que pasaba el tiempo, la comunicación comenzó a fallar, y el palentino no alcanzaba la bola. Solo lograron derribar dos bolos finalmente. Alfacar ganó la prueba.

Eduardo Casanova no ha parado de gritar en toda la prueba, haciendo indicaciones muy útiles, aunque no siempre acertaba el concursante encargado de derribar los bolos. No acabó nada mal la jugada, con cuatro bolos en pie nada más. El propio Casanova ha pedido tirar una vez a los bolos, pues le hacía mucha ilusión, pero no derribó ninguno, a pesar de golpearlo. En total, incluyendo el bolo dorado, son cinco los bolos derribados.

Tras los troncos locos se ha procedido al último recuento de la temporada, lo que ha emocionado a Michelle Calvó y Cristinini. La cosa sigue muy emocionante, han vuelto a empatar, ahora a 22 puntos. Ya solo quedan dos pruebas: los supebolos y el diccionario. 

"Nunca he visto pasar los troncos locos de esta manera", ha dicho Ramón García sobre el trabajo de Alfacar en la prueba, recordando que hace 28 años que empezó con el formato. Y es que han dado saltos bastantes importantes para llegar hasta la meta. 

Esto rompe el empate que había hasta el momento. El equipo palentino se adelanta en la tabla, con 20 puntos frente a 18. Y llega ahora el turno de los troncos locos.

Los concursantes han dado lo mejor de sí, pero no han conseguido meter ni una sola pelota en la canasta en las dos rondas de la que consta la prueba. A pesar de ello, se reparten los puntos que había en juego, y sigue el empate, ahora, a 16 tantos. Llega ahora la prueba de los pingüinos matemáticos.

Consiste en dos rondas, que Wilbur ha explicado con su humor habitual. Las pelotas encestadas del color del equipo valen un punto, y las rojas, dos.

Tras lograr que no les estalle ninguna de las patatas, Alfacar suma dos puntos más. Ahora van empatados los dos pueblos a 13 puntos.

Alfacar apura la patata caliente con los kilómetros del recorrido del Orient Express, pero Aguilar de Campoo logró devolver la patata bien abultada a sus rivales. Y Eduardo Casanova, in extremis, acertó su pregunta y pasó la patata caliente a Aguilar de Campoo, y a la alcaldesa le estalló el globo antes de oír qué debía responder.

Comienza Eduardo Casanova, al que han preguntado por la edad de Jordi Hurtado, y se ha ido a 120 años en su primera respuesta. Tras llegar a 66 años, le pasó la patata a Dioni de Camela. Le preguntaron por la película más larga de la historia, pero antes de responder, estalló la patata.

Tras hablar con dos actores de Campeonex, llega un juego mítico: la patata caliente. Los equipos deben acertar una respuesta numérica, y hasta que no la acierten, la patata va llenándose de aire. Gana el equipo que tenga más vidas al final de las rondas.

Alfacar ha sido mejor en la prueba del troglodita, y sigue a la cabeza.