Elena Furiase.

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Elena Furiase: "Me sorprende que se asusten con tramas LGTBIQ+ y se aplaudan documentales de asesinos"

La actriz madrileña interpreta al personaje de Lucía Serrano en la serie diaria de Divinity, 'Mía es la venganza'. 

9 septiembre, 2023 16:02

Hubo un tiempo en el que Lolita Flores pedía públicamente trabajo para su hija Elena Furiase, ya que temía que los directores de casting le dieran la espalda por su apellido, y porque le daba miedo no poder verla triunfar, como le pasó a su madre con ella. 

"Mi madre se tuvo que morir para que la gente volviera los ojos para mí. Que se den cuenta quién son mis hijos, que yo no tengo nada que ver. Yo los parí. Mi madre y mi padre dejaron luz para todos ellos", comentó la hija de Lola Flores. 

Por eso ahora que Furiase ha conseguido un papel en una serie diaria, el lugar que más estabilidad da a un actor, la actriz simplemente agradece poder trabajar. "No sé si es el sueño de un actor o actriz trabajar en una serie diaria, desde luego el mío, no. Mi sueño es simplemente trabajar. Que yo esté trabajando en una serie hoy en día y, en esta serie, para mí es un lujo y es un regalo", comenta a BLUPER Furiase, quien da vida a Lucía Serrano en Mía es la venganza, la serie de Mediaset España que tuvo que ser relegada de Telecinco a Divinity tras sus malos datos de audiencia. 

¿Cómo te has preparado para este papel?
Es ciega, homosexual, masajista y fisioterapeuta. Lo tiene todo. Es completita. Cuando hice el casting, se sorprendieron y me preguntaron que con quién me había preparado. Y realmente yo llevo toda mi vida con un miedo: quedarme ciega. Así que yo sola desde pequeña hacía como que no veía. Entonces, cuando hice el casting, no me dio tiempo a prepararme porque fue muy rápido. Así que fui con lo que yo me había planteado desde pequeña y me dijo el director. '¿Con quién te has preparado? Y le dije: 'Llevo toda mi vida haciendo esto'.

Llevo toda mi vida preparándome para hacer un papel de ciega.

Y ya luego me llamaron que les había gustado mucho. Después, ya sí que me preparé con Juan, un fisioterapeuta ciego en Móstoles, que es una persona maravillosa. La primera vez que le vi y le toque me puse a llorar. Yo le pregunté: '¿Cómo de ciego eres?' Él es sevillano y me decía: 'Oscuridad absoluta'. Fue una persona que me dio tanta luz y me dijo cosas tan bonitas que me llenó. 
Pero, además, cuando viene alguien a la sala de masajes no solamente le masajea, sino también le hace un poco de terapia. Es un poco como gabinete psicológico. Sin embargo, sus emociones y sus frustraciones las vive de otra manera. Sobre todo con Alba Gutiérrez, que es Blanca, con la que tiene una relación. En general, es un personaje bastante bonito, bastante blanco, muy sonriente, con mucha luz. 
¿Tiene algún secreto?
No, en principio, no tiene secretos. Ella además es muy clara y es lo que es y es lo que parece. 
¿Trabajar una serie diaria es el sueño de un actor por la estabilidad que da?
Hoy en día la vida del actor y la actriz es tan difícil, somos tantos y hay tantas cosas, y cuando van por uno ya sabéis que parece que no hay más... No sé si es el sueño de un actor o actriz trabajar en una serie diaria, desde luego el mío, no. Mi sueño es simplemente trabajar. Que yo esté trabajando en una serie hoy en día y, en esta serie, para mí es un lujo y es un regalo. Me da igual que sea diaria, que sea prime time o que sea una película. El poder trabajar en lo que a mí me gusta y más con un equipo como el que hay aquí, con el que trabajas bien, con el que te diviertes... Esa es la suerte: poder trabajar de lo que a ti te gusta. 

De pequeña quería ser Lydia Bosch.

¿Cómo ha sido trabajar con Lydia Bosch? 
Estuvimos más de 80 capítulos sin tener una secuencia juntas. Con Lydia tengo una cosa que es que es muy fuerte. Yo la conocí en Médico de familia como actriz y me enamoré. Yo quería ser Lydia Bosch. Y un día, en un estreno de cine que fui con mi madre, yo no era actriz todavía ni nada, nos sentamos en la fila y había una mujer con una niña. Yo llego, me siento, y empiezo a oír la voz de Lydia Bosch. Y veo que mi madre la saluda y me presenta. Y yo casi infarto. Y, fíjate, de pronto ahora estoy haciendo una serie con ella y es mi compañera. No puedo decir que seamos amigas, pero lo que sí puedo decir segura es que somos muy buenas compañeras. ¡Q fuerte esto que una de mis ídolos cuando yo era pequeña, ahora es mi compañera! Y aunque yo nunca la veré como una igual, pero ahora mismo estamos ahí las dos.
Elena Furiase en 'Mía es la venganza'.

Elena Furiase en 'Mía es la venganza'.

¿Cómo crees que es de importante que en una serie diaria haya un personaje LGTIB?
Seguramente muchos me criticarán, pero yo he dicho muchas veces que estas personas LGTBI, que son personas normales y corrientes, hay que empezar a visibilizar y darle normalidad a esto. Habrá quien no lo quiera ver, ese es su problema, pero estamos en una sociedad que viene imponente, que viene fuerte y que no es una cosa que se haya inventado la homosexualidad ahora en el siglo XXI, es que llevamos toda la vida. Lo que pasa es que siempre se ha tapado. Los romanos no lo tapaban tanto, pero a ellos no les importaba y a los griegos tampoco.

La homosexualidad no se ha inventado ahora en el siglo XXI, es que llevamos toda la vida. Lo que pasa es que siempre se ha tapado.

Así que sí, es una suerte que en una serie diaria se pueda contar la realidad de hoy en día y que sobre todo mucha gente mayor lo va a ver. Y mucha gente va a empatizar con esos personajes y les va a tener cariño y los van a ver día a día en sus casas. Yo entiendo que haya gente mayor a la que le sorprenda este tipo de actitudes porque toda la vida han estado tapadas. Pero, ¿cuánta gente mayor hay que es LGTBI? Yo las veo en la calle.
Y ya no solamente la gente mayor, sino la gente joven que sigue sin aceptar esa realidad. Que esto sea así no significa que tú tengas que serlo. Que esto es como al que le gusta la hamburguesa. Que es que no te la van a meter con calzador. Si te gusta, te gusta, y si no te gusta, no te gusta. Hay una canción en Cuba que se llama Fresa chocolate. Si tú no sirve para matar, pues deja que te maten. Era algo imprescindible. A mí lo que me sorprende es que a día de hoy se hagan documentales y películas sobre asesinos en serie y la gente empatice y los aplaude, y luego haya una trama LGTBI y se asusten. Pero, ¡me cago en la leche! A la persona que le sorprenda más ver a dos mujeres o a dos hombres besándose que a un asesino en serie matando y cortando cabezas en la pantalla, algo pasa.