La Semana de la Moda de Madrid ha dejado uno de los grandes momentazos del año: un primer acercamiento entre Tamara Falcó y Boris Izaguirre. Tras casi un año de haberse roto la amistad a raíz de unas declaraciones sacadas de contexto de la socialité, ambos se reencontraron en el desfile de Pedro del Hierro, firma con la que la marquesa de Griñón tiene una colaboración en la creación de ciertos diseños. Ambos se dieron dos besos y el periodista venezolano lo ha comentado en Más Vale Sábado.
El también escritor detalló en su programa con Adela González cómo se produjo el reencuentro y las sensaciones que le dejó poder mostrarse afectuoso con su amiga. “Fue muy agradable. Yo, en ese momento, estoy un poco nervioso, por el momento. Había pasado tanto alrededor nuestro con respeto a este encuentro. También estaba nervioso por ver cómo iban a ser los cuatro que había diseñado para la colección dentro del desfile”, comenzaba narrando Izaguirre.
Adela González le preguntó si esos dos besos son ya un sinónimo de reconciliación. “Mi amiga Julia Altares, que la hemos nombrado antes, me dijo que notaba mucha receptividad en Tamara en este encuentro. Yo también lo noté, desde luego. Pero no sé si también, en el fondo, es que la deseo tanto que me imagino cosas. Sin duda, yo creo que ha sido un importante avance”, le respondía.
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“Ya lo hubo un poquito antes, como bien has dicho antes, es la primera vez que hablo (para no arrojar más ruido y dejarlo en un terreno personal)”, continuaba. La copresentadora le preguntó si había tenido antes algún tipo de contacto, Izaguirre lo confirmó. Fue a raíz de su traje de novia, cuando la aristócrata tuvo que cambiar de diseñadora. “Escribí primero a Carolina Herrera e, inmediatamente, a Tamara”, manifestaba.
“Me respondió casi inmediatamente, en 20 minutos”, señaló a su compañera. González, le preguntó cuál fue la respuesta de la hija de Isabel Preysler. “Espero no crear más problemas, creo que ya lo he contado en otra parte. Me dijo: ‘Boris, muchas gracias. Estoy muy contenta con el cambio’. Me puso también un emoticono con una sonrisa. Yo le dije antes que, por mi culpa, estamos distanciados”, proseguía en su explicación.
“Sí que considero que ha sido culpa mía. Esto es, quizás, lo más difícil de explicar. Mucha gente piensa que me estoy ‘humillando’ o ‘rindiendo vasallaje’. Pero lo que yo quiero explicar (y también tender puentes) es que yo sí considero que fue un error sumarme a esas voces tan críticas contra ella”, le explicaba a Adela González, quien le preguntó si se arrepentía de haber escrito esa columna.
“En su totalidad no, pero sí me arrepiento de haber hecho referencia a su aspecto físico y su vestuario; porque sí considero que, en esta nueva línea que estamos viviendo para enfrentar el machismo: es machista comentar el vestuario del sexo contrario, pero porque siempre comenta el vestuario de las mujeres y no el de los varones. Ahí hay un desequilibrio”, explicaba, cuando la periodista hizo referencia a los comentarios de Izaguirre sobre “alejarle de esa ideología odiosa que la rodea”.
“Lo que yo quería decir es que la acusación individualizada, en ella, de homofobia era cobarde. Son otros poderes, otras instituciones, muchísimo más potente que una persona. Esas son las homófobas, no ella. Eso no supe explicarlo bien y me molesta que no quedase bien escrito”, le explica a su compañera; quien no dudó en recalcar que las palabras de Falcó, aunque sacadas de contexto, fueron en el Congreso Mundial de las Familias, en México, el cual era un evento que busca promover internacionalmente los valores y las ideas del cristianismo más conservador (y alejado de otras ramas de cristianas más progresistas).
“En la rectificación, ella explicó que su intervención fue mucho más larga y que había recortado fragmentos, de modo que se entendía de muy mala manera lo que quería decir. Pero, creo que el hecho de que ella pidiera perdón inmediatamente, dice mucho. Hemos estado esperando que otras personas, que han hecho actos muchísimo más dolorosos, o no han pedido perdón o lo han hecho tarde. Ella lo atajó muy rápido, yo tengo en mucha estima la profesionalidad de Tamara”, abordaba el periodista.
“Es una persona increíblemente preparada, profesional, con una conciencia extraordinaria. Desde luego, conociéndola como he tenido la suerte de conocerla desde que tenía 19 años, no es una persona que pueda tener un pensamiento de odio hacia nadie”, continuaba.