Ya sabíamos que Jorge Javier Vázquez y sus Cuentos chinos lo iban a tener francamente complicado frente a El hormiguero de Pablo Motos. Pero no nos esperábamos el tremendo batacazo que se está pegando el nuevo programa de La Fábrica de la Tele con el que Telecinco pretendía hacerse un hueco en la franja del access prime time.
El formato está cosechando unos datos que empiezan a ser insostenibles para una cadena que no remonta el vuelo. Tanto es así que este mismo martes, Cuentos chinos cosechó su peor dato, hasta caer a un ridículo 5,8% de cuota de pantalla y 776.000 espectadores. La cifra es tan mala que hace que el espacio sea la última opción de la franja, por detrás de El intermedio (7,9%), 4 estrellas (7%), First Dates (6,6%) y hasta el fútbol en La 2, que sorprendió con un 10,2%.
El de Badalona es consciente en todo el momento de los malos datos del programa con el que reaparecía en televisión después de su baja médica que le mantuvo lejos de los platós durante meses y que le impidió estar presente en el final de Sálvame. Y no lo ha ocultado en ningún momento, con pequeñas píldoras cargadas de ironía y sarcasmo en directo. Jing Jing, la mascota de Cuentos Chinos, ironizó unos de los días al hacer alusión a que Telecinco había retirado el espacio los jueves para no lastrar a GH VIP. "Ahora solo presentas hasta los miércoles".
Mucho más se ha explayado en su blog de Lecturas. En sus líneas, Jorge Javier reconoce que no está atravesando por su mejor momento, lleno de "incertidumbre e incluso aburrimiento". "La vuelta a cole está resultando cuando menos, complicada", asegura. "Yo siento que ahora tengo que dedicar un esfuerzo adicional para que la monotonía no se cuele por las rendijas de mi casa".
El presentador se compara con Shakira después de las confesiones que ha hecho en las últimas semanas. "Habla de que está pasando una época en la que se limita a sobrevivir, a sacar la cabeza del agua. Cuando escucho a Shakira pienso que qué gusto que una mujer tan aparentemente exitosa como ella sea capaz de verbalizar una realidad tan prosaica".
"Yo siento que ahora tengo que dedicar un esfuerzo adicional para que la monotonía no se cuele por las rendijas de mi casa"
"Así estoy yo ahora. Intentando que no me arrastre la marea", prosigue. "Sobreviviendo. Protegiéndome para que la realidad no me aplaste. Jugando a imaginar que vendrán tiempos mejores que los actuales, donde conviven demasiada incertidumbre e incluso aburrimiento". Y concluye diciendo que "siento que ahora tengo que dedicar un esfuerzo adicional para que la monotonía no se cuele por las rendijas de mi casa", por lo que parece que confirma su falta de motivación por el reto que tiene entre manos.