Amar es para siempre se despedirá de la audiencia después de diez años en las sobremesas de Antena 3. Las tramas de la longeva serie, que durante su etapa en La 1 llevaba por título Amar en tiempos revueltos, finalizarán a lo largo de los próximos meses, aunque se desconoce la fecha exacta en la que se emitirá el último capítulo.

La serie de Diagonal era el único reducto español que sobrevivía en la tarde de la primera cadena de Atresmedia ante el ciclón de las series turcas. La ficción que llegaba desde el este de Europa, que combina historias universales con unos espectaculares paisajes, cambió totalmente el panorama televisivo.

El fenómeno turco empezó con Mujer y se confirmó con Tierra amarga. Fue la serie que le quitó la corona a Sálvame, el gran bastión de Telecinco al que nadie tosía. Fue el principio del fin para el programa de Jorge Javier Vázquez y compañía. En este nuevo ecosistema, TVE supo aprovechar la oportunidad lanzando La Promesa.

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Y la radiotelevisión pública acertó, pues la ficción de Bambú Producciones rápidamente se convirtió en la revelación del curso, dando la estocada definitiva a Sálvame. Con La Promesa, TVE entendió perfectamente que la mejor forma de resucitar la franja y recuperar al público más mayor, era apostando por un culebrón clásico. La serie creada por Josep María Cister cumplía esa premisa, al reunir tramas de humor, amor y thriller, y contar con un "espíritu premium".

Desde este mismo jueves, La Promesa no estará sola en la franja vespertina. La 1 estrenó anoche La moderna, la adaptación televisiva de la novela Tea Rooms, Mujeres obreras, escrita por Luisa Carnés, una de las autoras más importantes de la Generación del 27. Esta telenovela de época se emitirá a las 16.30, compitiendo directamente contra Amar es para siempre, el último tramo de Así es la vida y el comienzo de TardeAR.

Ambientada en el Madrid de 1930, la serie gira en torno al Salón de té La Moderna. Situado en pleno corazón de Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol, se trata de uno de los locales de moda en el que disfrutar de un rato de relax en la época previa al estallido de la Guerra Civil. La protagonista de la historia es Matilde, una mujer a la que interpreta Helena Ezquerro, que desde el primer momento muestra el espíritu feminista de la serie.

Casualidades del destino, o más bien de los guionistas, Matilde se encuentra con un antiguo amor del pasado, Íñigo Peñalver (Almagro San Miguel), la mano derecha de don Jaime (José Luis García Pérez), uno de los empresarios más importantes de la ciudad. A medida que se va desarrollando la trama, Helena cuenta con el apoyo de su madre Rosario, encargada por Myriam Gallego, y de Antonia (Teresa Hurtado de Ory). Sin embargo, choca con la rigidez de la gobernanta Teresa (Sara Rivero).

Así pues, como sucedió con La Promesa, TVE vuelve a recurrir al culebrón clásico en el que no falta una historia de amor con un galán con cierto aire canalla. La trama principal de la serie de Boomerang TV y Mediawan, además, descansa en ciertos momentos de humor. Y, al igual que sucede con Amar es para siempre o Acacias 38, La Moderna es una serie coral, en la que nuevamente los secundarios tienen un papel importante ganándose la simpatía del público.

Por todo esto podemos decir que el espíritu de Amar es para siempre se mantendrá presente pese a que Manolita, Marcelino y compañía se despidan de la audiencia en los próximos meses. Además, para competir contra las turcas, la productora ha hecho especial hincapié en cuidar al detalle en los escenarios con una calidad exquisita que invita a los espectadores a enamorarse de las trabajadoras de La Moderna.

La Moderna llegó de forma discreta en el prime time de La 1 (8,8%), pero habrá que estar muy expectante a su rendimiento porque, a priori, esta historia de época tiene todos los ingredientes para ser todo un éxito en la sobremesa. Un acierto más de la cadena pública que demuestra por qué ha arrebatado el segundo puesto a Telecinco como la cadena más vista.

Y cuando los vecinos de la Plaza de los Frutos se despidan en Antena 3, Sueños de libertad cogerá el testigo. Será otra serie de época que prepara Atresmedia junto a Diagonal TV, aunque estará ambientada en los años 50. Son pocos detalles los que se conocen por ahora, pero la ficción estará dirigida por Eduardo Casanova, un histórico de Amar es para siempre, que a buen seguro mantendrá el culebrón clásico.