La red púrpura es la niña bonita de Paco Cabezas. Se nota en su forma de hablar de ella, cómo la vende. De hecho reconoce que hizo La novia gitana para poder llegar hasta esta novela de la saga de Carmen Mola en la que ha dado rienda suelta a todo su talento. "Nunca he llegado tan lejos como con esta serie", explica.
Pero, ¿por qué esta fascinación? El cineasta sevillano, que ha estado rodando la nueva temporada de The Umbrella Academy, admite que es por temas que le tocan especialmente al ser padre de una chica adolescente. "Ahora hay temas que están candentes en la sociedad, como que los niños tengan acceso a la pornografía, la violencia de la sexualidad, que hacía que me interesara contarlo", comenta.
Eso sí, todo con elegancia ya que no existe un director ahora en España que consiga rodar escenas tan violentas con tanta finura. "Las escenas finales que he rodado del último episodio es lo más bello que he rodado, pero también lo más violento que he rodado a nivel emocional", reconoce.
- ¿Cómo ha sido compaginar tanto proyecto junto? Estás que no paras...
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He estado haciendo malabares un poco porque estaba rodando The Umbrella Academy en Toronto y con el corazón aquí con La red púrpura hablando por teléfono con los actores. Pero estoy tan contento y tan orgulloso de la serie. La veo terminada y con el último capítulo no podía hacer más que llorar todo el rato. Es cerrar un círculo tan bonito y contar un hecho que tan potente. Es que es tan bestia la serie.
He hecho mucho thriller y series muy violentas y potentes a nivel visual y nunca he llegado tan lejos como con esta serie.
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Hablanos del trabajo de adaptación de esta novela de la saga...
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Me hace mucha gracia porque la gente nos mete mucha caña. En la adaptación, obviamente hay una trama que es la de Elena Blanco que se mantiene y que se respeta, pero es que creo que los personajes han crecido tanto en La novia gitana y van a crecer tanto en La red púrpura que por suerte, como en Juego de Tronos u otras adaptaciones, los personajes cobran vida, se desarrollan y ves que te piden otras cosas. Entonces, cuando la gente me dice que no es como el libro, les digo que eso ya lo has experimentado, lo has vivido. Lo guay es que ahora veas algo diferente y que juguemos con ello. A mí me aburriría mucho leerme un libro y que me den lo que exactamente imaginé. Me gusta que la gente se sorprenda.
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¿Con qué se va a sorprender?
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Yo he hecho mucho thriller y series muy violentas y potentes a nivel visual y nunca he llegado tan lejos como con esta serie a nivel de arriesgarme, de estar al límite del terror y del thriller. No sé cómo la gente reaccionará a un material tan fuerte.
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Esta historia es más sádica...
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No sé si la describiría como sádica. Sí que hay que medir mucho la violencia. Yo soy muy fan de Tiburón y de que solo hay que mostrar la aleta. Vamos a ver muchos gritos, vamos a intuir muchas cosas...
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¿Estas licencias las tenías claras?
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Cuando leí la trilogía, el libro que realmente me enganchó fue La red púrpura. Quería llegar a este libro porque toca temas que a mí me tocan mucho. Yo soy padre de una niña adolescente y entonces ahora hay temas que están candentes en la sociedad, como que los niños tengan acceso a la pornografía, la violencia de la sexualidad, que hacía que me interesara contarlo. Digamos que aquí hablamos de la relación entre una madre y un hijo que se ha vuelto un monstruo o un asesino. Simbólicamente estamos hablando de que muchos padres se encuentran que de repente no conocen a sus propios hijos y que les estamos dando una libertad tan brutal que de repente no hay un límite. Espero que la gente sepa ver que lo que está viendo es una metáfora. Las escenas finales que he rodado del último episodio es lo más bello que he rodado, pero también lo más violento que he rodado a nivel emocional.
Hay un final muy dramático con respecto a lo que le ocurre a Elena, pero justamente hay un enganche que nos puede llevar hacia una posible tercera temporada que no está en el libro.
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Y hablando justamente de lo que decía la gente de las adaptaciones. ¿Cómo es el final de temporada? ¿Ha sido bastante fiel al libro o nos vamos a llevar también algunas sorpresas?
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Hay algunas sorpresas. El libro original se centraba mucho en Elena. Entonces nosotros nos preguntamos: ¿qué pasa con Chesca? ¿qué pasa con con Zárate? Y si hay un final muy dramático con respecto a lo que le ocurre a Elena, pero justamente hay un enganche que nos puede llevar hacia una posible tercera temporada que no está en el libro y que creo que la gente se va a quedar alucinada.
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¿Habéis tenido feedback de Carmen Mola?
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La verdad es que en esta segunda temporada apenas hemos tenido. Al final José Rodríguez, que es un escritor con el que ya escribí Adiós y que ya tuvo un papel muy importante en la primera temporada, en esta segunda temporada ha sido el único jefe de guión. Yo me entiendo mucho con José. Lógicamente hemos tomado la novela como referente, pero es que José y yo somos como una locomotora. Nos vamos para adelante, pero con muy buena onda con los autores originales de la novela. Yo creo que cuando ellos vieron la primera temporada de la serie, los tres salieron contentos. Entonces, sentimos que de alguna manera ellos saben que están en buenas manos. Lo bueno es que ellos también son guionistas.
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Ya se ha anunciado que habrá tercera temporada...
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En principio ese es el plan. Nos apetece mucho poner el caramelito a la gente en la boca, que la gente vea la segunda temporada completa y ver la recepción. Y a partir de ahí empezar a construir. Los personajes se han desarrollado tanto que tenemos que ver qué queremos contar. Me gustaría tener una cierta libertad para ver crecer a esos personajes.