Esta pasada noche del 11 de octubre, no sólo Miguel Ángel Silvestre fue el protagonista de El Hormiguero; sino también Macarena Gómez... aunque por motivos muy distintos. Ambos acudían a promocionar la segunda temporada de 30 monedas, la serie de Álex de la Iglesia vuelve este 23 de octubre a HBO Max. Dado el talento de la actriz cordobesa, Pablo Motos le pidió un reto, que se le fue un poco de las manos y por el que estuvo a punto de interrumpir el programa.
Durante la entrevista, Motos destacó tres elementos que le fascinan del oficio de actor. Estos eran poder hacer de borracho sin parecer un chiste, cojear sin exagerar y el poder llorar con suma facilidad. El presentador sabía que una de estas habilidades la sabe manejar a la perfección la también actriz de La que se avecina. Por ello, le pidió que hiciera una demostración para el público en directo.
La intérprete de Sagrada Familia se mostró inicialmente reticente, dado que le daba vergüenza, aunque finalmente aceptó el desafío. Para ello, le pidió a Motos que enfocase la entrevista en su compañero de reparto, para así ella prepararse, concentrarse y hacer la demostración. Para ayudarla, el programa puso música triste para permitirle a la actriz ponerse en situación.
El rostro de la actriz de Musarañas, por la que fue nominada al Goya, cambió completamente, mostrándose un gesto apesadumbrado, en el que se le veía los ojos humedecidos. Una situación tensa, en la que se veía el talento de la actriz. Ahora bien, la propia Gómez rompió la atmósfera al preguntar si le estaba “saliendo la lágrima o no”, provocando que la tristeza pasase a la carcajada más absoluta por parte del presentador y de Miguel Ángel Silvestre.
“He llorado un poco. Los ojos se me han humedecido, se me han puesto como rojos”, afirmaba la actriz, como bien pudo verse previamente. Ahora bien, Gómez quiso mostrar es capaz de producir ríos de lágrimas. De ahí, que se pusiese un poco de mentol cerca el lagrimal. Sin embargo, esta técnica no sólo no funcionó, sino que le provocó irritación ocular. “Había mucha tensión”, declaraba la artista, a modo de disculpa por no lograr ese momento lacrimógeno.
El problema fue que el mentol le impedía abrir bien los ojos. “He llorado antes mejor sin mentol. Ahora ya no puedo abrir el ojo”, señalaba, incapaz de poder abrirlo. “Sí, es que he visto que te has puesto muchísimo”, advertía Motos. Ciertamente, pudo verse que la actriz se puso demasiado y esto provocaba que el mentol tocase casi el lagrimal. Por supuesto, Gómez hizo alarde de su humor y bromeó con seguir la entrevista con el ojo cerrado.
Ante el riesgo de que el mentol terminase dentro del ojo de la actriz y ésta tuviera que abandonar la entrevista antes de tiempo, el equipo le dio a Motos papel y éste se lo ofreció a la actriz, para que pudiera quitarse el producto y así solucionar este inesperado percance. “Macarena está intentando sobrevivir al mentol aún”, decía el conductor, dado que a la intérprete le llevó un tiempo poder limpiarse bien la zona para así continuar con el programa. “Me he pasado”, decía la cordobesa con una sonrisa. Afortunadamente, todo quedó en un susto y, tras poder abrir bien los ojos, el programa continuó con su escaleta programada.