Y llegó la esperada gala de la repesca de la octava edición de MasterChef Celebrity. El programa, que ha firmado su mejor dato hasta la fecha en esta temporada (un 18,3% de cuota y 1.300.000 espectadores), vivió el regreso de uno de sus concursantes, Miguel Diosdado; así como la despedida de otro, Jorge Sanz. El retorno del actor de Acacias 38 ha supuesto también otra cosa: que deba cumplir con la apuesta que hizo en caso lograse esta segunda oportunidad.
Seis de los expulsados de las galas previas, Genoveva Casanova, César Cadaval, Sandra Gago, Palito Dominguín, Miguel Diosdado y Tania Llasera, tenían una nueva oportunidad en la prueba de exteriores. Con los equipos compuesto, el rojo tenía desventaja al contar sólo con cuatro miembros frente a los cinco del azul; los concursantes eliminados debían preparar el postre.
El escenario, las afueras de Toledo, donde está instalado el espectáculo Puy de Fou España, donde debían preparados platos temáticos. Los eliminados debían preparar piña con orégano, tarta de limón con sablée de cardamomo y eneldo, chocolate con aceite de oliva virgen extra, críticos y canela, licor y café y frutos rojos con remolacha y regaliz.
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En el caso de Miguel Diosdado, este debía preparar el postre de piña con orégano. Eso sí, antes de meterse en cocinas, los concursantes de la repesca hicieron promesas sobre qué harían si volvían a ponerse el delantal blanco. En el caso de Tania Llasera, comentó que si lograba la segunda oportunidad, hablaría sólo en inglés con Jesulín de Ubrique.
Sandra Gago y el propio Miguel Diosdado fueron más atrevidos, dado que confesaron que se raparían la cabeza si volvían al talent culinario. Y sí, uno de ellos logró el pase al retorno, el actor sevillano. Convertido en el concursante repescado, este confesaba a cámara que debía cumplir su apuesta. "Soy un hombre de palabra y tengo una promesa que cumplir. No me apetece, pero lo voy a hacer. El pelo vuelve a crecer", declaraba.
A pesar de ese compromiso, Diosdado, ya una vez dentro de las cocinas del talent, intentó zafarse de la apuesta, con la esperanza de que los jueces se olvidaran de ello. Con lo que no contaba es que el propio Jordi Cruz le-= esperaba con una maquinilla de afeitar. "No sé cómo me va a quedar porque no me he rapado en la vida", confesaba, buscando así evitar tener que cumplir con su promesa.
Diosdado subió con el resto de los concursantes salvados de la prueba de exteriores (que fue el equipo rojo, compuesto por Toñi Moreno, Laura Londoño, Blanca Romero y César Cadaval). Sin embargo, el chef de Manresa ya advertía que estaba incumpliendo con su apuesta. "Estamos esperando que saques la maquinilla… Parece que tienes la palabra justita", dijo antes de subir a la pasarela de los salvados y hacerle el primer corte al actor con la maquinilla.
Pepe Rodríguez, que veía todo con humor, le daba la razón a su compañero en el jurado. "Una apuesta es una apuesta", compartía. El actor de Las chicas del cable no podía creer que el propio chef le estuviera cortando el pelo. "Bueno, me está cortando el pelo Jordi Cruz. Esto es una fantasía", decía con la mirada sorprendida. Finalmente, fue Laura Londoño la que terminó de raparle el cabello.
Al actor no le molestó el cambio de corte. De hecho, en las últimas fotos que ha compartido en redes sociales, puede verse que aún el cabello lo sigue teniendo más corto de lo que lo tenía antes de raparse por la repesca.
Por otro lado, el eliminado de la gala fue Jorge Sanz. El actor estuvo entre los que peor rendimiento tuvo en la prueba de eliminación, junto con Álvaro Escassi. Sin embargo, tal y como comentaron los tres miembros del jurado, el plato del jinete podía comerse, algo que no sucedía con el del intérprete. "Me he pegado un batacazo. Me habéis dado una lección de humildad. Me hubiera gustado dar más juego", comentaba Sanz cuando se anunció que era el expulsado de la noche.