La inesperada habilidad que Amaia ha mostrado en 'Late Xou' y que ha dejado sin palabras a Marc Giró

Amaia Romero se ha soltado el pelo en su paso por Late Xou en RTVE Play y La 2. El late night show presentado por Marc Giró recibió a la cantante pamplonesa junto con Macarena García, dado que ambas acudían para promocionar La Mesías, la nueva serie de los Javis cuyos dos primeros episodios se estrenaron el pasado 11 de octubre en Movistar Plus+. La intérprete ha sorprendido tanto a su compañera de reparto como al presentador una inesperada habilidad.

La ganadora de la novena edición de Operación Triunfo ha sorprendido con su habilidad para adivinar tipos de peces sólo mirando sus ojos. Giró les quiso hacer una prueba aparentemente difícil, la de mostrar imágenes de ojos de peces y que las protagonistas de La Mesías adivinasen cuáles eran. Lo que parecía ser una prueba para echarse unas risas con fallos se convirtió en toda una clase magistral de la cantante de temas como El relámpago o Quiero que vengas.

La navarra explicaba que ese "don especial" viene porque de pequeña se comía los ojos de los pescados. Y eso se vio cuando Giró mostró la primera imagen, en la que adivinó que se trataba de "una lubina" sin dudar en ningún momento. Lo volvió a demostrar con la segunda adivinanza, en la que resolvió con mucha rapidez que el ojo correspondía al de "un rape". "No hay ni un pez que no sea un rape que tenga este ojo", señalaba.

[RTVE crea un canal de 'Cuéntame cómo pasó' para emitir todos los capítulos de la serie desde su inicio]

Tras dos preguntas resueltas con llamativa facilidad, Giró se lo puso un poco difícil con la tercera, la cual falló, al confundirlo a un bacalao con un rodaballo. "Este no lo tengo tan claro", respondía. "Menos mal", expresó Giró entre risas. Ahora bien, el cuarto sí que lo acertó, al señalar que se trataba de "un besugo". "Esto es paranormal total", dijo el presentador, estupefacto con la habilidad de Amaia de descubrir peces a través de sus ojos. Macarena García tampoco daba crédito a su habilidad.

Tal era el buen ambiente que se había generado en el plató, que Amaia habló sobre una fobia que sufre: misofonía. Se trata de una intolerancia a ciertos sonidos cotidianos producidos por otras personas, como el comer o el sorber.

"Tengo un problema grande", confesaba la intérprete con gesto serio. De hecho, contó la anécdota de cómo terminó llorando cuando fue al cine a ver La bella y la bestia. "No podía ver la película por los sonidos, por las toses, el masticar de las palomitas", expresaba.