El matinal Espejo Público se ha adentrado esta mañana en el mundo de los exorcismos. Así, el periodista Diego Revuelta ha charlado con una joven llamada Laura que le contó cómo empezó a escuchar voces que le incitaban a lesionarse, y a ver la silueta de un hombre de negro, que vestía con traje y sombrero. Al ser ingresada, la psiquiatra vio cómo en la espalda tenía heridas provocadas por lo que parecían garras, en lugares donde ella no podría alcanzar. Finalmente, fue sometida a un exorcismo, y gracias a eso volvió a tener una vida normal.
A continuación, se contó con el testimonio de un experto, que habla de los exorcismos como “una provocación extrema de un trance. Si no es llevado a cabo debidamente puede provocar una situación muy grave en la persona que se somete”. Solo se mostró una parte de ambas entrevistas, y es que en la actualidad el programa de Antena 3 está trabajando en un reportaje más amplio al respecto.
“Me quedan todavía muchas preguntas que hacer y muchas respuestas”, decía ya en el plató Diego Revuelta a Susanna Griso, la presentadora del formato. “Y dentro de ese camino en esas preguntas y respuestas hay un momento en donde quiero conocer una pata, que aquí nos falta, que es la de los propios exorcistas. Porque hemos visto un exorcismo, hemos visto también a una persona que en principio se encuentra poseída y además ella nos lo cuenta y nos lo narra de una manera perfecta, pero nos falta la pata de los exorcistas, los que practican los exorcismos”, introducía.
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Así, el comunicador explicó que comenzó una gestión que pensaba que sería imposible, pero que acababa de dar sus frutos “hace muy pocas horas”. Y es que había recibido un correo electrónico del Instituto Sacerdos, un instituto que está asociado al Vaticano, en donde se enseña, entre otras cosas, un curso “de exorcismo oficial por parte de la Iglesia”. “Me emplazan a entrevistar al padre Eduard McNamara que es el director de este propio instituto, que estaría dispuesto a recibirnos”. Según contó a Griso y a los espectadores, desde hace una década los exorcistas en España no hablan por un incidente, “el suicidio de una joven después de un exorcismo”.
“Yo agradezco enormemente esta invitación, porque quedan todavía muchas preguntas, quedan muchas respuestas y para ello pues me tengo que ir a Roma”, finalizaba el periodista. “Me parece muy bien, de paso, a ver si tú consigues una entrevista al Papa”, bromeaba Griso, antes de cambiar de sección.