Por qué los cambios en las cadenas se tienen que hacer cuando las cosas van bien: los ejemplos de TVE y Antena 3
Telecinco ha reformulado su parrilla y ha lapidado sus franjas, a diferencia de sus rivales que sólo apostaban por cosas nuevas con viento a favor.
7 noviembre, 2023 01:43En los últimos meses hemos visto que poco o nada queda de la Telecinco que ha marcado una época de la mano de Paolo Vasile y con Sálvame como su principal baluarte. Para frenar la sangría de audiencia que estaba sufriendo la cadena, la nueva directiva optó por poner patas arriba la parrilla en busca de un canal "más familiar", pero lo que ha conseguido ha sido el efecto contrario, hundiendo más aún las diferentes franjas.
En las mañanas, Telecinco sufre sin Ana Rosa Quintana. El salto de su 'reina' ha hecho que Antena 3 se vaya acercando poco a poco con un Espejo Público renovado, pero con Susanna Griso. Para ahorrarse los titulares negativos, Telecinco tiró de estrategia al dividir en dos Vamos a ver, el programa de Joaquín Prat, para lanzar la primera parte, la que compite con el matinal de la privada de San Sebastián de los Reyes, sacrificando la segunda ante Arguiñano o La ruleta de la suerte.
En las tardes pasa lo mismo. La franja se ha desmoronado sin Sálvame y Ana Rosa no está sirviendo de reclamo. Tanto es así que TardeAR ya no sólo lucha por superar a Y ahora, Sonsoles, ahora lo hace por no estar debajo del doble dígito. De su nueva parrilla, tan sólo aguanta bien Reacción en cadena. El concurso de Ion Aramendi es el único formato capaz de superar el millón de espectadores.
En la noche, en la memoria de todos quedará el intento fallido de Telecinco por conquistar el access prime time, una franja en la que El Hormiguero no tiene rival. Apostó fuerte, y quizás sin hacer una muy buena lectura, al emitir Cuentos Chinos con Jorge Javier. Sin embargo, los pésimos datos de audiencia obligaron a la cadena a cancelar el programa en su tercera semana.
En este sentido, Telecinco es el mejor ejemplo de lo que no se debe hacer en televisión. Los frutos no se recogen de la noche a la mañana, y no con cambios tan drásticos cuando el enfermo está delicado. En la otra cara de la moneda tenemos a Antena 3, que acaba de cumplir dos años como la televisión más vista de nuestro país, y La 1, que atraviesa un buen momento después de encadenar cuatro meses por delante de Telecinco.
Tanto la cadena pública como la privada han sabido construir un modelo sólido de televisión que les permita cosechar un buen share en el day time. Antena 3 es la casa del entretenimiento y la información. El liderazgo lo consiguió después de introducir poco a poco a la audiencia española la desconocida ficción turca. Ahora, copa tres prime time. Además, encontró en los concursos -La Ruleta de la Suerte y Pasapalabra- en los mejores socios de sus informativos.
La radiotelevisión pública también ha picado piedra en los últimos meses, y después de estar perdida, ha dado con la tecla al tener una parrilla muy completa con productos de entretenimiento y ficción de calidad, a raíz de la llegada de José Pablo López hace año y medio. Como venimos analizando en estas páginas, La 1 se ha vuelto a llenar de rostros. Ramón García o Paula Vázquez en verano, ahora Mercedes Milá...
Los buenos momentos por los que atravesaban, han dado pie a que tanto TVE como Antena 3 hagan cambios importantes en sus parrillas (pero no de golpe como Telecinco). La 1 fue valiente al remodelar la franja matinal. Con La Hora de La 1 apuntalada con Silvia Intxaurrondo, el canal fue a por todas con el nuevo escenario que se abría sin Ana Rosa. Y sin hacer mucho ruido, Mañaneros y Jaime Cantizano se han hecho un hueco.
La 1 también probó en la tarde con La Plaza, una tertulia al estilo de Amigas y conocidas presentada por Jordi González. El programa fue cancelado 10 días después de su estreno por sus malas audiencias. Sí, fue un pinchazo, pero el movimiento venía precedido del buen trabajo que estaba haciendo el presentador catalán al frente de Lazos de sangre y del colchón que aportaba La Promesa. No fue una jugada loca, ni mucho menos. Bien por La 1 por reconocer su error, y por recuperar El comodín.
Y en Antena 3, el ejemplo lleva nombre y apellido: Sonsoles Ónega. La presentadora ha ido de menos a más en la cadena, hasta convertirse en una de sus principales espadas. Su magacín debutó hace un año, y con tan sólo una hora de duración en la tarde, al emitirse de 19.00 a 20.00 horas. Pero poco a poco fue ganando terreno adelantando la hora de inicio, hasta empezar a las 18.00 de la tarde este verano, preparándose así a la llegada de Ana Rosa. Ahora es la 'reina' de las tardes.