La noche de Miguel Bosé gustó mucho a los espectadores de Telecinco. Tanto fue así que tanto el primer episodio de su biopic (13,1%) como la tertulia posterior moderada por Joaquín Prat (12,5%) obtuvieron muy buenos datos de audiencia en el prime time de la cadena principal de Mediaset España, poniendo las cosas difíciles a la serie turca Hermanos en Antena 3.
Tal y como el propio presentador avisó en repetidas ocasiones, la entrevista que le concedió el autor de Morena Mía no defraudó, pues hizo varias confesiones que hasta ahora no el público no conocía. El cantante desveló la identidad de su primer amor. Se trata de Bárbara Blasco, una amiga de la infancia que le conquistó cuando apenas tenía cinco años.
"Una chica que era guapísima, que hoy es una mujer guapísima todavía, con el pelo muy, muy largo. Y teníamos cuatro o cinco años, nos agarramos de la mano y decíamos que éramos novios. Y yo la miraba y la miraba rendido", aseguraba con una sonrisa en la cara el cantante nacido en Panamá a Joaquín Prat, que también reía de forma cómplice.
Bosé siguió deshaciéndose en piropos al hablar de ella como alguien "bella, simpática, pizpireta". También dijo que era muy culta y muy inteligente. En plató, las colaboradoras contaron más detalles. Andrea Bronston, amiga de la niñez de Bosé, comentó que compartió clase con Bárbara. Sin embargo, ella no fue al Liceo Francés, donde estudió el cantante, sino al Colegio Santa María del Camino.
Paola Dominguín, por su parte, expresó que su hermano conoció a Bárbara porque los padres de ambos eran amigos, además de recalcar que es madrina de uno de sus hijos. "Siguen teniendo una relación maravillosa todavía", apostilló Andrea, a lo que Joaquín Prat volvía a incidir a los espectadores en que se trataba de un episodio inédito de la vida de Miguel Bosé.
A modo de crítica, el presentador dijo que, pese a la bonita historia que contó Bosé, su respuesta fue una forma de "echar balones fuera sobre quién es su primer amor realmente", algo que confirmó su hermana. "También uno está en su derecho. Uno cuenta las memorias para contar lo que quiere", dijo. "Pero si él lo recuerda todavía, debió de ser muy importante", añadió Bronston echando un capote a su amigo.