No cabe duda de que la televisión es una gran ventana en la que informarse de absolutamente todo y a todas horas. Los diferentes magacines y programas de actualidad cambian de un tema a otro casi sin despeinarse, intentando ofrecer al espectador una escaleta variada y entretenida que capte su atención y evite que haga zapping. Sin embargo, aún hay un tema que es tabú en la parrilla. Poco se habla de él. Y, por supuesto, no tiene un programa que ayude a divulgarlo: el sexo.
La autorregulación en materia de programación televisiva es una exigencia impuesta por las instituciones comunitarias. De hecho, ya se recogió en la Resolución del Parlamento Europeo de 24 de octubre de 1997 con el Libro Verde relativo a la protección de los menores y de la dignidad humana en los nuevos servicios audiovisuales y de información.
En lo que a la televisión española se refiere, también hay una normativa añadida sobre qué horas se pueden emitir ciertos tipos de contenidos, siempre pensando en la protección del menor que ve la televisión. Incluso se vigila por un uso correcto del lenguaje para que no trate a la ligera temas como el sexo, la prostitución o la adicción al juego, por ejemplo. Los programas de televisión hacen malabares y buscan a veces otras palabras para referirse a estos temas, donde Sálvame fue todo un maestro a la hora de crear un lenguaje propio que llegó a ser imitado por otros programas.
Sin embargo, hubo un tiempo donde en nuestra televisión se emitieron programas de sexo que, en la actualidad, serían impensables. De hecho, no conseguirían luz verde por ningún consejo de administración de ninguna cadena de televisión.
De Elena Ochoa a Isabel Gemio y Lorena Berdún
Chicho Ibáñez Serrador lo volvió a hacer. Si desde hacía décadas había revolucionado la televisión con el Un, dos, tres, sorprendía a todos en 1990 con el primer programa de sexo que calentó a España. Fue de la mano de la doctora Elena Ochoa bajo el nombre de Hablemos de sexo.
Marcó un enorme revuelo en su época, además se emitía en la televisión pública -la única que había- y, pese a que solo se emitieron 42 programas entre los meses de marzo a diciembre, Hablemos de sexo contaba sin tapujos, aunque también sin estridencias, todo tipo de información sexual a los espectadores. Chicho fue claro con su objetivo: “Sólo aspiramos a que el sexo deje de ser un tema tabú para los españoles”. Cuatro años después, Ochoa y el director lo volvieron a intentar con Luz roja, otro programa que trataba el sexo pero éste no era el principal tema. Su repercusión fue mucho menor.
Curiosamente dicho año fue el primero que se emitió una película catalogada como pornográfica en una cadena de televisión, en la desaparecida Canal +, aunque solo la pudieran ver sus abonados y a altas horas de la madrugada. Hasta entonces, los espectadores solo podían haber visto alguna película del destape, donde la picaresca y algún pecho femenino protagonizaban las escenas más calientes.
Antena 3 sorprendía en 1995 con Esta noche, sexo. El primer programa de esta temática en una cadena privada y presentado por Isabel Gemio. Hasta entonces, el sexo apenas había estado presente en las recién nacidas Antena 3 y Telecinco, solo en esta última se habían mostrado pechos al descubierto en programas como Ay, qué calor, pero poco más.
Esta noche, sexo fue un enorme éxito en audiencias, llegando a sobrepasar los cuatro millones de espectadores. Se hablaba sin tapujos del sexo, de hecho, Isabel Gemio llegó a grabar un reportaje metida en un jacuzzi. Sin embargo, el programa fue retirado de la parrilla en una Antena 3 con años de intensos cambios en sus despachos. Gemio venía de arrasar con Lo que necesitas es amor, y tras Hablemos de sexo, lo volvería a hacer con Sorpresa, sorpresa consolidándose como uno de los rostros más importantes de la cadena en los 90.
Antena 3 lo volvió a intentar con Ivonne Reyes y Enrique del Pozo en La noche prohibida. Un espacio emitido en la madrugada de los viernes que se adentraba en el mundo de la noche y los personajes que lo frecuentaban, poniendo especial atención a los aspectos más eróticos. El programa no pasó de los ocho meses en antena.
La llegada de los 2000 trajo consigo a su “Elena Ochoa” particular, Lorena Berdún. Tras triunfar en Telemadrid con ¿Me lo dices o me lo cuentas?, TVE fichaba a la sexóloga para ponerse al frente de Dos rombos, donde se hablaba sin tapujos de infinidad de temas relacionas con el sexo. Producido por El Terrat, solo aguantó una temporada en antena donde, pese a su buen debut inicial y su repercusión mediática, no estuvo a la altura de la audiencia que exigía la cadena en esos momentos.
Durante las dos últimas décadas, la televisión en España ha seguido coqueteando con el sexo aunque muy poco y de manera más sutil y menos directa. Todos ahhh 100 (2006, laSexta), Sex Academy (2012) o Mónica y el sexo (2019), ambos en Cuatro, han jugado con el sexo como principal reclamo. Sin embargo, el cambio en la mentalidad y en las experiencias de los espectadores influyeron en el rendimiento de estos programas que fue más bien discreto. El último intento ha sido Sex band, emitido por La 2 este mismo año donde La Terremoto de Alcorcón hablaba del sexo desde un punto de visto desenfadado y feminista con ciudadanos de la calle.