Hace 20 años que Imanol Arias se convirtió en Antonio Alcántara, el personaje que interpreta en Cuéntame cómo pasó. La serie más longeva de TVE dedica su quinto episodio este miércoles al padre de Inés, Toni, Carlos y María.
El nuevo capítulo se emite en la cadena pública a las 22:45 horas. Como ya viene haciendo desde el inicio de la última temporada, la ficción ha decidido dedicar cada uno de sus capítulos a cada miembro de la familia. Por eso, ahora llega el turno de Antonio Alcántara, el marido de Mercedes Fernández (Ana Duato) que ha logrado convertirse en un empresario de éxito. Bajo el nombre Antonio. La tierra, el padre y abuelo de la familia regresa a Sagrillas para hacer un repaso del paso del tiempo.
Antonio llegó a Madrid junto a Mercedes como muchos otros españoles que vivieron la posguerra en un pueblo. Se acaba de casar con su novia de toda la vida y, junto a Herminia (María Galiana), decidieron buscarse una vida mejor. Con su llegada a la gran ciudad, ambos consiguieron ir pagando a plazos las letras de su piso en el barrio de San Genaro. Sin embargo, Antonio Alcántara ha pasado por varios trabajos que han ido definiendo su personalidad.
A lo largo de las 23 temporadas de la producción de Miguel Ángel Bernardeau, Antonio Alcántara siempre ha sido el protagonista indiscutible del fondo de cada capítulo de Cuéntame cómo pasó. "El P'Arriba" de Sagrillas comenzó trabajando de ordenanza en el Ministerio de Agricultura, mientras que por las tardes acudía a ganarse un salario extra en la imprenta que dirigía don Pablo (Pepe Sancho).
Precisamente, uno de los mejores años del padre de Carlos Alcántara comenzó con la creación de la inmobiliaria de don Pablo, que le ofreció a Antonio un puesto como gerente en Construcciones Nueva York con la única misión de lucrarse de los ahorros de las personas que iban invirtiendo en un piso en Madrid sobre plano. A pesar de que a la familia Alcántara no le gustaba don Pablo, Antonio no supo verlo y fue el único que se responsabilizó de la gran estafa de su socio.
Después de su mala racha y de la desaparición de don Pablo de la vida de Antonio, Mercedes montó un negocio de moda junto a Nieves, la peluquera del barrio. 'Meyni' fue el nuevo reto que afrontó Antonio, que tuvo que volver a su trabajo como ordenanza en el Ministerio tras el fracaso de Construcciones Nueva York. Junto a su mujer, Antonio pasa a ser jefe de ventas, aunque esto provocó varios enfrentamientos entre ellos por el dinero.
En este momento, Antonio volvió a recuperar la confianza en don Pablo y se une a él en ExpoSov, una empresa que se dedicaba a exportar productos españoles en la antigua Unión Soviética. Por ello, juntos viajaron hasta Moscú, aunque, en 1972, la crisis económica de España obligó a don Pablo a cerrar sus empresas.
De encargado en la imprenta a director en el Ministerio
Antonio volvió a trabajar en una imprenta a principios de los 70. En concreto, fue en Gráficas Hermanos Usillos, aunque entró como empleado acabó siendo uno de los gerentes. Los dueños se declararon en quiebra y los trabajadores montaron una cooperativa. Sin embargo, Antonio quería dejar de estar a las órdenes de los demás. Por eso, los miembros de esta cooperativa crearon Alcántara Rotopress, su primer negocio en solitario.
Siendo dueño de esta imprenta, Antonio abrió su propia revista 'Por supuesto', dirigida por Toni. Sin embargo, este proyecto no tuvo mucho éxito debido a las grandes publicaciones que ya existían en España.
Lo que no se esperaba Antonio era pasarse a la política. Y, es que, gracias a UCD consiguió ser director general del Ministerio de Agricultura, el lugar en el que trabajó como ordenanza. Su amistad con Adolfo Suárez, le llevó a cambiar el barrio de San Genaro por el barrio de Salamanca.
Aunque, su carrera política también tuvo los días contados, ya que el partido le obligó a dimitir por las huelgas en el sector. Sin embargo, como Antonio no se da por vencido, decidió crear su propia formación política en Sagrillas junto a su hermano Miguel.
De un concesionario de coches a vender aceite
Otro de los trabajos que tuvo Antonio después de dejar la política es como vendedor de coches en un concesionario de lujo. Aquí volvió a sacar su lado más emprendedor y creó junto a Desi otra nueva empresa. En esta ocasión, se trató de un negocio para fabricar estandartes y banderas, donde tuvo a la Junta de Andalucía como uno de sus grandes clientes.
Con la muerte de don Pablo en 1981, Antonio hereda uno de sus negocios: Club 21. Aquí se convierte en el propietario de un club de alterne que dirige Lola, la antigua secretaria de don Pablo en Construcciones Nueva York.
Antonio también fundó Bodega Alcántara Fernández e Hijos y trabajó como productor de vino fundando una bodega con Rodolfo Miravete 'El braganzas', que estaba casado con una enóloga inglesa, Margaret. Al final, Antonio decide dejar un legado a sus hijos y se dedicó a vender vino a grandes clientes.
Uno de los últimos trabajos de Antonio ha sido su conocida agencia de viajes: Viajes Milano. El negocio surgió con su amigo Santos en 1987 y estaba destinado al Imserso, aunque coincide con los Juegos Olímpicos de Barcelona y de la Expo de Sevilla de 1992. Uno de los últimos proyectos de Antonio Alcántara ha sido el de Línea 906, especializado en echar las cartas del tarot con Casandra al frente.