Continúa el revuelo por las palabras de Alfonso Guerra en El Hormiguero. Sus críticas a los pactos de Pedro Sánchez con fugados de la Justicia como Puigdemont y con formaciones como EH Bildu han quedado en segundo lugar, dado que la polémica ha venido por su defensa de poder hacerse chiste sobre “homosexuales y enanos”. Unas palabras que han desatado una ola de indignación a la que se ha sumado Gonzalo Miró, quien ha roto su deseo de “perfil bajo” para atizar al exvicepresidente del Gobierno.

El antiguo dirigente socialista dijo que se estaba viviendo una época de censura de la nueva “izquierda radical”. “Esta izquierda tiene patrullas de vigilancia y te dan por cualquier cosa que digas. Lo políticamente correcto es antidemocrático. Usted no me puede limitar mi expresión. Yo me expreso cómo quiera, sin insultar a nadie. Ahora no hay libertad, me dan mucha pena los humoristas, ya no pueden hablar de nada. Antes hablaban de homosexuales, de enanos, de todo… Ahora, no. Eso es censura”, dijo contundente ante Pablo Motos.

A pesar de haber pasado ya un par de días tras la polémica, esta sigue de actualidad por la reacción de varios famosos a sus palabras. Por ejemplo, este pasado jueves 23 de septiembre, Jorge Javier Vázquez dijo en redes sociales que el exvicepresidente sería “una digna cuarta pata del Eje del Mal” de Sálvame. Ahora ha sido Gonzalo Miró en un programa de la misma casa el que ha afeado los comentarios de Guerra.

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Aunque el hijo de Pilar Miró declaró que, esta semana, tendría un “perfil bajo” en el magacín matinal, las palabras de Guerra han sacado el lado más beligerante del ex de Eugenia Martínez de Irujo, llegando a eclipsar al cómico Juan Dávila, quien compartía que no tenía filtro alguno en sus espectáculos, dejando claro así que no había problemas de censura como los que decía Guerra en El Hormiguero.

Miró fue muy duro de quien fue mano derecha de su padrino, Felipe González. “Me he preparado este tema, me he buscado las habichuelas para estar a la contra de Alfonso Guerra. Es algo de lo que me enorgullezco, de no estar en nada de acuerdo con él”, expresó con gesto de molestia. Susanna Griso, en ese momento, le recordó que ambos sí que estaban de acuerdo en algo, en que han votado “a los mismos durante muchos años”, recordando el vínculo con el PSOE del colaborador.

El ex de Malú y Amaia Montero puso en duda que Guerra continuase votando al partido que actualmente lidera Pedro Sánchez. “Espero que no. No sé si desde que yo he empezado a votar, él les sigue votando. Tengo mis dudas. Que lo diga él no significa que tenga que ser verdad, yo lo puedo poner en duda. Estoy deseando que diga algo bueno de los que dice él que vota”, expresó, para después poner en evidencia las actitudes machistas del exvicepresidente.

Gonzalo Miró y Juan Dávila en 'Espejo Público'.

“Más allá de eso, lo que te dijo él aquí de que Yolanda Díaz se pasaba el día en la peluquería, ¿eso era una gracia? ¿Eso estaba censurado?”, recordando la polémica que vivió Guerra durante su visita en Espejo Público, cuando atacó la líder de Sumar haciendo referencia a su supuesto uso continuado de servicios de peluquería. “¿Habla ella de falta de rigor político en Felipe González? Le habrá dado tiempo a decirlo, entre una peluquería y otra. Es la verdad, le dedica mucho tiempo a eso”, dijo.

Aunque Marta Robles intentó rebatirle a Miró, éste recordó que Guerra tuvo plena libertad para expresar esas palabras contra Díaz. “¡Pero cómo que no se puede decir si lo ha dicho! ¿Cómo que no se puede decir? A mí me parece un comentario terriblemente machista, que no tiene ninguna gracia”, respondió.

“Dicho esto, lo que tendrás que ser es consecuente con lo que dices. Tú di lo que te dé la gana, pero tendrás que aceptar lo que te respondan, cosa que no pasaba hace 40 años. Antes la gente se callaba, ahora ya no se calla", prosiguió. Griso le dio la razón, aceptando que “en el contexto” en el que cargó contra Díaz “era machista” lo que dijo. Eso sí, también recordó que en el magacín se han “metido con el peluquín de Trump” o “con el de Milei”.

Miró le dio la razón a la presentadora. “Y lo seguiremos haciendo. ¡Eso es que no hay censura! Estoy muy en desacuerdo con vosotros. La censura en ese sentido no existe. Ahora la gente no se calla, te replica y la gente que lo pasa mal te lo dice. Otra cosa es que uno quiera soltar una gracieta homófoba, machista, y que pretenda que nadie le diga nada, que a todo el mundo le parezca igual de bien. ¡Pues no, ahora la gente habla, se queja!”, argumentó. Robles intentó darle réplica, provocando otra respuesta vehemente de Miró. Con el tema ya terminado, Griso pasó a seguir con la escaleta del programa.