Para Francia, el 2024 comenzará este 26 de noviembre... al menos televisivamente hablando. Este día tiene lugar la 21ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión Junior en Niza, ciudad que recibe al certamen tras ganar el año pasado Lissandro con Oh maman ! Tras un año para olvidar en Eurovisión tras la polémica vivida con La Zarra y su ‘peineta’, 2024 aspira a ser el momento de resurrección para el país galo y Eurojunior resulta esa piedra angular en sus aspiraciones de ser la protagonista absoluta del año que viene.

Francia buscará repetir victoria con Zoé Clauzure y su tema Cœur, mientras que España buscará el primer puesto con Sandra Valero, quien cantará Loviu. Precisamente, la artista valenciana de 12 años será la que abra el certamen, al ser la primera que salga a cantar de los 16 países que competirán en esta edición de 2023, en la que vuelve Alemania y debuta Estonia.

Más allá de que se celebre en Niza, ¿qué le hace a este Eurovisión Junior diferente y esencial para ese gran año que aspira tener Francia? A inicios de este mes de noviembre, el Hexágono dio el pistoletazo anunciando no sólo a su representante para Malmö, sino también la canción que cantará. El elegido es Slimane, quien deleitará al público europeo con su brillante Mon amour. El país galo se coloca así como el primero en anunciar el tema que defenderá para ganar el festival en 2024.

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De ahí, que sean muchos los que piensen que habrá una presentación de la canción en Eurovisión Junior o que esté presente de alguna forma, con Slimane en plató o simplemente mostrando una breve pieza del vídeo de la canción. El certamen infantil puede ser así ese inicio de temporada con el que Francia aspira a ser la protagonista televisiva en 2024.

Realmente, tiene todos los ingredientes para coronarse. Slimane es uno de los cantantes más populares del país galo. Nacido el 13 de octubre de 1989 en Chelles, una localidad de Serna y Marne, en plena región de Isla de Francia, su popularidad vino impulsada por haberse convertido en ganador de la quinta edición de The Voice : La plus belle voix, la versión francesa de La Voz. Aunque previamente había lanzado un EP, titulado Tourne le monde, fue el talent show emitido por TF1 lo que le catapultó a la fama.

Slimane, la apuesta segura para 2024

Ese mismo año lanzó su primer álbum de estudio, À bout de rêves, contando ya con otros dos más, el último salió justo en 2022, Chroniques d’un cupidon. Tiene varios éxitos en listas en el país vecino, como Paname, Viens on s’aime, Avant toi o Chez toi; además de haber compuesto para figuras de éxito en Francia como Kendji Girac, Jenifer, M. Pokora o Christophe Willem.

Lejos de ser un advenedizo, Slimane es una apuesta sobre seguro, que goza de prestigio y éxito. Muy apoyado por el público, representa mucho más que la llamada ‘multiculturalidad’. En 2018, fue víctima de insultos homófobos y racistas en redes sociales, donde lanzó un contundente mensaje como aliado del colectivo LGBT. Además, el habitual colaborador de los compositores y productores musicales Meïr y Yaacov Salah, ambos de origen judío y que son coautores de Mon amour. Un ejemplo de tolerancia y convivencia en un momento crítico tanto para Francia como para Europa.

Con todo a su favor, Francia busca su sexta victoria en Eurovisión. 47 años pasarán desde que el país galo ganase con Marie Myriam y L’Oiseau et l’Enfant. Lo más cercano que ha estado de ganar fue en 2021, cuando Barbara Pravi y su Voilà se tuvieron que conformar con un segundo puesto. Desde entonces, el hexágono ha intentado reproducir ese amago de victoria, con resultados bastante dispares. De ahí, que ahora se apuesta por un caballo que, a priori, parece ganador.

París y los Juegos Olímpicos

Pero Francia no sólo está preparándose para un Festival de Eurovisión con el que lograr su primera victoria en el siglo XXI, 2024 es también el año de los Juegos Olímpicos de París. Se trata de una fecha simbólica, dado que se cumplirá el centenario de la celebración de los Juegos previos, que tuvieron lugar justo en 1924. La capital francesa se convertirá en la segunda ciudad europea, tras Londres, en albergar en tres ocasiones los Juegos Olímpicos de Verano.

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Los Juegos Olímpicos son un escaparate magnífico de visibilidad para un país y la ciudad que ejerce de anfitriona. París busca ser lo más inclusiva en este evento único, en el sentido de darle la oportunidad a la mayor parte de sus ciudadanos de sentirse pase de los Juegos. Por ello, la ceremonia de apertura será a lo largo de la ciudad, al aire libre, con el río Sena como eje vertebral, dado que llevará a los atletas desde el Puente de Austerlitz hasta el Puente de Jena, pasando por lugares emblemáticos como el Museo del Louvre, la catedral de Notre Dame o la Plaza de la Concordia.

Imagen de los Juegos Olímpicos de París 2024. EFE

Con la novedad de que el río Sena se ha rehabilitado para acoger las competiciones acuáticas, los Juegos Olímpicos de 2024 darán esa proyección internacional a Francia. Por supuesto, esto se traduce en una importante cobertura televisiva, con la que el país galo mostrará su poder como anfitrión, en unos Juegos que no sólo tendrán a la Ciudad de la Luz como sede, pues habrá 17 subsedes repartidas por todo el país, incluyendo una en territorio de ultramar, dado que será en Tahití donde tengan lugar las competiciones de surf.

Eurovisión y los Juegos Olímpicos marcarán a Francia como el país que buscará la gloria en 2024. Mientras que con el primero buscará ser la protagonista con una contundente victoria y lograr que París sea la ciudad que acoja el Festival de la Canción en 2025; con el segundo, el país galo podrá hacer un alarde de tecnología, deportividad y apuesta por unos Juegos más sostenibles. Un año para recordar. De ahí, que la celebración de Eurovisión Junior en Niza este 26 de diciembre sea el inicio de lo que está por venir.